Imposible

Saliendo de la gran ciudad, Dereck seguía mirando las calles, le hubiera gustado conocer todos aquellos lugares de ese hermoso lugar, iba imaginándose corriendo por las calles junto a Frederic, riendo y jugando entre la gente.

Cuando de repente, una cara triste asomada en una ventana tan alta llamó su atención, era un niño más grande que él, pero más chico que Frederic, con los mismos cabellos negros que él, pero con una mirada tan triste y con una esperanza a punto de acabarse, con mejillas faltas de color y tan flacas, sus ojos oscuros estaban sumidos por la falta de comida.

Esa imagen lo impresiono mucho, una opresión en el pecho lo dejó sin aire, sus ojos se llenaron de lágrimas, era una situación tan triste, pero había algo más, más que empatía, más que tristeza.

-¿Qué pasó cariño?- Preguntó su madre estirando los brazos hacia él.

Dereck no podía responder, era como si quisiera correr hacia aquel niño y abrazarlo con todas sus fuerzas, de la nada, un llanto doloroso salió, un llanto contenido que hacia doler su garganta, Isabel, sin saber que pasaba, lo apretó, no sabía que hacer, jamás había escuchado a su hijo llorar de esa manera, tan fuerte era el sentimiento de Dereck que ella comenzó a llorar también.

Mateo pensó en la conversación que había tenido con Arturo el mismo día que llegaron:

-El pequeño Dereck pronto gobernará Granada.

-¿De que hablas? es solo un niño- Contestó riendo.

-Si, es solo un niño, sabes, cuando vi a tu hijo algo en sus ojos brilló, como los míos.

-No entiendo a dónde quieres llegar- Mateo se estaba tensando cada vez más

-Sabes que en nuestra familia tenemos como reconocernos, un destello rojo en los ojos, símbolo de nuestra magia pura. Pues bueno, ese mismo destello lo ví en los ojos de Dereck, pero, por supuesto, el no debería tener ese resplandor, ya que ni magia debería poseer.

-De acuerdo, entonces me estás tratando de decir que mi esposa encontró la forma de ser infiel a través de varios cuentos de kilómetros?- Preguntó alzando una ceja en señal de expectación

-¿Acaso eres idiota?- Dijo molesto- Lo que trato de decir es que tiene mi sangre, solo que no sé cómo pasó eso.

-Si tu lo dices, debe ser cierto, pero como justificarlo.

-Solo conozco una manera, pero es estupido solo pensarlo.

-¿Acaso hay una posibilidad de que eso ocurra?- Mateo abrió los ojos.

-La única manera en la que sea mi familia sin serlo, es la magia prohibida, magia que ni los mejores portadores de sello pueden hacer, el problema es quién lo hizo.

-¿Porqué Dereck querría alterar el tiempo? Lógicamente no se lo podemos preguntar a él, pero como saber si ese tipo de magia se llevó a cabo

-Por una cosa, el empezará a actuar fuera de lo común en su estancia aquí, hay que vigilarlo, nadie lo conoce como tú. Por algo estudiaste aquí.

Después de aquella plática y el tiempo que estuvieron allí, junto con el llanto incontrolable de su hijo en estos momentos, no había duda, aquel ritual se había realizado

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