Miriam Sandoval

...Ahora mismo te vienes a la casa conmigo, esta vez no habrá quien te defienda....

...Mamá? Que estás haciendo aquí?...

...Que estoy haciendo aquí? Vine por tí, ya sé que el joven y Morgan no están aquí, así que nadie me impedirá que te lleve a rastras si es necesario....

...Yo no voy contigo a ningún lado, y no sé quién te pasó tal información, pero pierdes tu tiempo, yo vivo aquí y me mantengo sola, no regresaré a esa casa a volver a ser la sirvienta de ese mal hombre que tienes como marido....

...Ah bueno, entonces no volverás a ver a Billy, y serás responsable de todo lo que le pase al niño....

...De que hablas? Billy está muy bien conmigo, así que ni sueñes....

...Estás segura de que sigue contigo? Porque acabo de recoger a mi hijo y me lo llevo ahora mismo....

...Mentira, no pudiste....

Corrí a la guardería para buscar a Billy, y la mujer me dijo que la madre del niño se lo había llevado, que ella demostró ser la madre de Billy y mía, así que no le vieron el problema en dárselo. Desesperada corrí a la puerta de la mansión, y allí ví ese tiesto de camioneta y al estúpido Bastian con mi hermano en sus manos, quise ir allí y arrancarlo de sus garras, amaba a Billy, pero no podía exponerme, si yo iba con ellos, algo muy malo podía sucederme, no podía salir de aquí.

Pero como si lo hubiera previsto, el maldito se me acercó.

...Si lo quieres de vuelta, solo tienes que venir y quedarte en la casa y cuidar de los dos como antes, aunque yo te tengo un trato mejor, déjame ser el primero en probarte y yo te regreso al mocoso, te lo regalo todito, si solo me das lo que te pido, también puedo dejar a tu madre, y así nunca me vuelves a ver, es un buen trato no?....

...Cómo que probarme?...

...Bueno tú tienes algo valioso que yo quiero, tu virginidad....

Me quedé aterrada, sentí asco y hasta escalofríos de solo escuchar lo que me dijo me sentí asqueada, tanto que con mucho dolor en el alma por mi hermano quien estaba dormido en brazos de ese animal, salí corriendo, quería estar lo más lejos posible de ese hombre. Nunca había pensado en dejar que un hombre me tocará el cuerpo, yo solo había deseado que Vincent me besara, era con él único que había tenido esos pensamientos, porque el me gustaba, me gustaba mucho.

...A dónde vas?...

Escuché a mi madre gritar, es que ella estaba muy segura de que me llevaría de vuelta, llegué a la puerta del edificio donde yo vivía, y le dije al hombre de la puerta que no la dejara entrar, así fué, mi madre iba detrás de mí, y los vigías la detuvieron, era en el único lugar donde sus años de conocerse con todos aquí no valían, así que sin mirar atrás, sin escucharla corrí a mi habitación y me encerré bajo llave, estaba mal, mi hermano se lo habían llevado, Vincent no estaba, había salido de viaje con el señor McAlister's y Morgan, así que estaba sola aquí.

Escuché que tocaban a mi puerta, pero estaba decidida a refugiarme en mi habitación, era el lugar seguro que tenía ahora, y solo rogaba a dios, que Vincent regresará pronto, no quería estar aquí sola, estaba asustada, dolida, triste, me sentía en peligro y desorientada.

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Miriam

Mi vida era un infierno, debo admitir que odiaba a mi hija, pero también la amaba, la odiaba porque era producto de la cosa más terrible que le puede suceder a una mujer, una violación, y la amaba porque al final de todo, era mi hija, no fuí capaz de abortarla cuando supe que estaba en mi vientre, no me creí capaz de cometer tal pecado, tampoco pude darla en adopción, no quise que otro criara a mi hija y el día de mañana me odiara, así que me armé de valor para enfrentar el mundo con mi hija, pero en el camino me llene de amargura.

Y lo hice porque dos años después de que me pasó eso, me dí cuenta de quién era el maldito que me violó, Alexia mi hija tenía un año y tres meses y me llene de frustración, porque supe que era alguien inalcanzable, al cual jamás iba a poder castigar, que así yo le dijera a toda la policía del mundo lo que me hizo, nadie me creería, y si demostraba que tenía una hija suya producto de lo que me hizo, lo que lograría es que me la quitaran y quedar como una mala mujer, no quería eso.

Tuve que callarme y tragarme todo ese dolor, toda esa rabia, y tuve que verlo día a día, porque yo trabajaba en su casa, en ese tiempo el era el joven señor de su casa, y yo una empleada insignificante, a la que ni siquiera volteaba a mirar porque era menos que un insecto, era como basura, como nada.

Recuerdo que cuando Alexia tenía dos años, y yo llevaba 8 meses de saber que era él quien me había hecho eso, un día le lleve unos pasabocas a la sala de televisión, donde él y sus amigos estaban viendo un partido de fútbol, y como por inercia le derramé toda la malteada encima. No fué el quien me trató mal, fue su hermano mayor, Dimas, quien estaba allí en ese momento también, y el cual ya estaba casado y tenía una hija.

Danilo no dijo nada, el solo le pidió a su hermano que se calme, que era un accidente, salió de la sala y no regreso, pero su hermano me llevo con la madre de ellos y está me echó sin ningún remordimiento.

Ese día salí de esa casa con el corazón destrozado, fuí a aquella fundación dónde me ayudaban a cuidar de mi pequeña, y allí sentada llore amargamente, hasta que se me acercó una mujer, la cual no miré en ese instante porque estaba ahogada en llanto, solo supe que me dijo que estaba allí y que podía contarle mi pena, y así, sin importarme nada se lo dije todo, le dije quien era el papá de mi hija lo que me había hecho y lo que acababa de pasarme, como me sentía, y ella me abrazo, fue la única persona que me abrazo en toda mi vida, porque yo me veo en un orfanato y salí de allí a mis 18 a trabajar en esa casa, en la misma que un año después me pasó esa desgracia.

La mujer resultó ser la señora O'Sullivan, ella en ese momento me ofreció su ayuda, yo era una chica de 21 años, sola, sin trabajo, sin hogar, y con una bebé que mantener, así que ella me dijo que si yo quería me llevaría con ella, me aseguraba casa, comida, trabajo y educación para mi hija, y así fue, yo acepte ir con ella, y es así como termine en este lugar, mi vida mejoró y por ende la de mi hija también, lo que no mejoró fue mi interior, seguía sintiéndome así, enojada, rabiosa, frustrada.

Todo eso que sentí lo proyecte en mi hija, ella se parecía a ellos, a esa familia de su padre, porque esa fue mi maldición, tener una hija con todas esas facciones perfectas, que saliera totalmente parecida a ellos, entonces cada vez que la veía sentía esa rabia, y empecé a ser dura con ella, y a tratarla mal, es como sí con lo que le hacía o le decía, su padre fuera a sufrir, y fue peor cuando conocí a Bastian, un hombre que se acercó a mí y me quitó la soledad. Que a cambio de unos cuantos besos y abrazos yo era capaz de hacer lo que sea.

Tuvimos una relación a escondidas, la señora O'Sullivan no me controlaba pero siempre me decía que ella se encargaría de hacerme justicia con el desgraciado padre de Alexia, pero murió unos años después, y nada hizo, eso me dejó más golpeada aún, y fue cuando totalmente me perdí, luego me quedé embarazada por accidente, y tampoco pude salir de ese niño, porque abortar era pecado, pero nunca pude querer a ese niño, lo bueno es que Alexia se hizo cargo de él, y eso me dió un gran alivio, yo trabajaba y Bastian controlaba las cosas en casa.

Que Alexia terminará los últimos años de escuela fué muy difícil, porque empezó a crecer y a convertirse en una chica bonita, y los buenos para nada de este pueblo comenzaron a rondar, y no quería que ella, se metiera con un don nadie, un hombre tan absurdo como con el que me metí yo, además no podía ignorar que Alexia por derecho y sangre venía de una familia poderosa, y que al menos si un día se metía con un hombre, fuera con uno que valiera la pena, que se la merezca.

No estaba dispuesta a dejar que esa niña se me saliera de las manos y arruinara su vida, por eso es que hoy había venido a condicionarla. Pero con dolor descubrí que mi hija ya no me obedecía y no lo haría más, había conseguido un respaldo en el sobrino de Morgan, un muchacho aunque lindo, era demasiado insolente, no le permitiría quedarse con mi hija, así tuviera que encender fuego a la mansión.

...Paff, paff....

Dos bofetadas cayeron a lado y lado de mis mejillas.

...Eres una inútil, no pudiste lograr que esa niñita te obedezca? Dijiste que si nos traíamos al mocoso ella vendría detrás, y mira, ahora tenemos este problema encima, dime quién se va a ocupar de ese niño? No sé cómo le vas a hacer, pero tienes que lograr que tu hija vuelva a esta casa, porque de lo contrario vas a tener muchos problemas aquí conmigo....

...Disculpa? Mejor explícame cuál es tu interés exagerado con que mi hija vuelva a esta casa? Porque lo has repetido tanto que ya se me hace sospechoso, Escúchame una cosa Bastian Lewis, tu no le habrás hecho algo a Alexia, claro, tal vez esa es la razón por la cual no quiere volver aquí, que le hiciste a mi hija cabron?!...

...Suéltame, estás loca o que te pasa? Nada le hice a tu bastarda y a mí no me estés hablando así, eres una mala madre y ahora quieres justificarse conmigo....

...Que? Yo soy una mala madre? Me parto el lomo trabajando de sol a sol para mantener no solo a mis hijos si no a tí también, porque tú nunca has sido un hombre de verdad, debías tú tener las obligaciones de esta casa, pero te la pasas bebiendo y malgastando mi dinero en tonterías....

Una fuerte bofetada cayó en mi rostro, que me derribo de una vez, dejándome aturdida por unos segundos, así era Bastian, alguien a quien no se le podían decir sus verdades porque te molia a golpes, pero hoy no estaba dispuesta a callar, hoy no valía nada y si moría pues que muriera, al final la muerte sería mejor que cualquier cosa para mí.

Justo cuando creí que me mataría este hombre, no se porqué pero aparecieron 2 hombres que trabajaban en la mansión, ellos me defendieron de Bastian y lo golpearon.

...Señora Miriam, está bien? Necesita que la llevemos al doctor?...

No pude seguir oyendo porque me desmayé.

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