Capítulo VII Nota de música.

En los siguientes días, Emma y Sebastián siguieron teniendo citas.

Sebastián esperaba por ella puntual, a las doce de la noche, en la salida del personal. Recargado en su moto, con el casco de Emma en sus manos.

—Sebastián —Ahí está.

El sonrió ampliamente, sentía que sus manos sudaban y su respiración no era normal cuándo la veía caminar hacia él.

Emma siempre llegaba a su encuentro con el corazón acelerado, a veces sentía vergüenza de la sonrisa tonta que ponía, cada vez que lo tenía enfrente. Era demasiado obvia.

—Emma —¿Y, cuál es el plan de esta noche?

Sebastián la atrajo hasta él, Emma sonrió sabiendo que la besaría.

—Sebastián —El plan somos tú y yo. Así que solo déjate llevar, Emma Kerr.

Y como era de esperar, la beso. Eran tan esplendorosos los besos de Sebastián, que Emma sentía a volar.

—Rachel—¿Sebastián?

Emma se soltó de inmediato. Rachel estaba llena de celos, que empezó a pedir una explicación.

—Rachel—¿Qué estás haciendo? ¿Quién es ella, Sebastián?

Sebastián la miro con una mueca de desagrado.

—Sebastián —¿Qué haces aquí Rachel?

—Rachel —Quería sorprenderte, pero te encuentro besándote con esta.

—Sebastián —A ver, ella se llama Emma. Y si la estoy besando es porque es mi novia.

El corazón de Emma salto de emoción, otra vez.

—Rachel —¿Novia?

—Sebastián —Sí, novia.

—Rachel—No, no Sebastián. Tú no puedes estar con alguien más. Se supone que tú y yo estábamos dándonos un tiempo... Yo te estaba dando tu espacio, después regresaríamos y todo volvería a ser como antes.

Emma se sorprendió por lo que escucho. Sebastián nunca le menciono a una exnovia tóxica.

—Sebastián —¿Qué? ¿De qué tiempo hablas, Rachel? Tú y yo terminamos hace más de cinco meses y nunca te he dado una mínima esperanza de que regresaríamos.

—Rachel —No puedes echar tres años de relación a la basura.

—Sebastián —Ese error lo cometiste tú, Rachel. Ahora por favor, ten dignidad y deja de buscarme.

Sebastián le coloco su casco a Emma y ambos subieron a la moto, dejando a Rachel muerta de rabia y celos. Llevo a Emma a la playa para tener más privacidad y así poder aclarar cualquier duda que tuviera de él.

—Sebastián —Supongo que tienes preguntas.

—Emma —En realidad sí.

—Sebastián —Adelante, yo te contestaré con total sinceridad.

Dijo él moviéndose, para quedar frente a ella.

—Emma—Bueno ¿Podrías empezar por contarme por qué terminaron?

—Sebastián —Ella me fue infiel con Downey, en una de las tantas fiestas aburridas a las que asistíamos juntos. Y aunque ella me jura que no pasó algo más, la confianza se rompió y para mí es algo muy difícil de recuperar. Además, nuestra relación era más costumbre, que cariño.

—Emma —¿Y por qué ella tiene la idea de que regresarían?

—Sebastián —Supongo que esa idea es obra de mis abuelos maternos. Ellos siempre han querido que yo me case con Rachel. Creen que un matrimonio con ella, aseguraría una mejor vida económica, para ellos. Que volverían a tener todos esos lujos que les fue arrebatados hace años.

—Emma —¿Como pasó eso?

—Sebastián —Hace años, antes de que yo naciera, perdieron todo en manos de una mujer. Les tendió una trampa para quitarles lo que a mi familia le perteneció por generaciones y los dejo en la calle... Pero en fin, esa es una historia que luego te contaré. Ahora solo quiero disfrutar mi tiempo con contigo.

Sebastián se acercó más a su rostro, Emma cerró los ojos esperando el beso.

—Sebastián —Me gustas mucho, Emma Kerr.

Susurro en sus labios.

—Emma—También me gusta mucho, Sebastián Turner.

El corazón de ambos latía con rapidez. Sebastián podía sentir el cálido aliento de Emma en sus labios.

Ella vibraba con la delicadeza, con la que él deslizaba sus labios entre los suyos. Un beso dulce y suave, digno de los sentimientos que empezaban a florecer entre ellos.

Sebastián se separó un poco de Emma, dejándola disgustada por cortar el momento.

—Sebastian—Tengo algo para ti.

—Emma—¿Qué es?

Pregunto con curiosidad. Sebastián sacó una cajita pequeña de madera. Abrió la cajita para ella, dentro había una dije de oro, era una nota musical.

—Sebastian—Mi primer regalo para ti.

Emma sonrío con ternura. Se quitó el collar y dejo que Sebastián agregara la nota de música, junto a la pequeña llave.

—Sebastian—Esta también tendrá un significado para ti, es el comienzo de nuestra bonita historia de amor, Emma.

Emma lo miró con ilusión.

—Sebastián —Sé mi novia, Emma.

—Emma—Pensé que nunca me lo pedirías.

Dijo con un poco de burla.

—Sebastián—Estaba esperando un buen momento...¿Entonces es un sí?

—Emma—Sí...

Emma brinco a sus brazos. Esta vez no quería una beso dulce, sino uno más completo, de esos que le roban aliento a cualquiera

Cuando llegaron al estacionamiento fue más difícil para ellos separarse. El beso de despedida estaba despertando el deseo de sus cuerpos.

Con poca fuerza de voluntad, Emma se separó de él.

—Emma—Hasta mañana...

—Sebastian—Hasta mañana, Emma.

Sebastián le siguió tomando la mano, hasta que ella lo soltó para poder irse.

Ella caminaba hasta la entrada, con una feliz y enorme sonrisa. El sé no se movió de ahí, hasta que ella entró al hotel.

Aún era extraño para él, que ella viviera en el hotel. Pero suponía que su sueldo era tan bueno, que eso le permitía darse ese lujo.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***