necesito que te cambies de ropa - le comenta la princesa, mostrando una bata blanca
- ¿donde puedo cambiarme? - pregunta la duquesa mientras recibe la ropa que le han ofrecido
- puedes hacerlo en la otra sala - le señala con la cabeza una puerta que lleva a otra habitación - no te preocupes, en esta casa solamente vive Ezekiel y yo, pero si no te sientes cómoda puedes hacerlo en alguna habitación de invitados
- Ezekiel? - dice un poco dudosa
- el esclavo que compre en tu propiedad - le responde la princesa para aclarar su duda
- si se que es un esclavo, lo que me impresiona es la forma que lo llamaste
- ¿como lo llame según tú? - pregunta con un tono serio de voz
- por su nombre
- ese es su nombre ¿como se supone que deba llamarlo?- le dedica una mirada y el ambiente se tensa un poco entre las dos - tengo entendido que tu también llamas a la servidumbre por su nombre
- como deber ser, la servidumbre y los esclavos siguen siendo personas - comenta Daila, con una leve sonrisa haciendo que se presión entre ambas desaparezca - solamente estoy sorprendida que lo llames por su nombre, eso demuestra lo cercano que son
- deberías ir a cambiarte - le dice Celeste, cambiando el tema de conversación
- prefiero ir a alguna habitación de huéspedes para estar mas cómoda.
Celeste, procede a llamar al esclavo para que guié a la visita a la habitación que le corresponda, solo se mantuvo un silencio entre ambos mientras caminaban por los pasillos de la residencia, Zuhair, mira de reojo a la duquesa verificando que este bien al parecer no encuentra nada sospechoso por lo que pone su vista al frente, una vez hayan llegado al cuarto procede a abrirle la puerta y entregarle la ropa blanca que llevaba en las manos, Daila, le agradece para después cerrar la puerta de la habitación.
Al cabo de unos minutos solicita ayuda de inmediato se presenta su guardia personal junto a Ezekiel.
- ¿Se encuentra bien, señorita Daila? - pregunta por su condición su guardia
- si estoy bien, solamente necesito ayuda con el corset me es complicado para mi sola quitármelo - dice un poco avergonzada desviando la mirada
- si me permite yo podría ayudarla - dice sin pensar su guardia, dispuesto a entra a la habitación pero apenas intento poder un pie dentro
- tu te quedas aquí - le interrumpe Ezekiel, dedicándole una mirada seria, se interpone entre la puerta y su amigo - no esta bien que entres a la habitación de una dama y mas cuando es tu señora, voy a informarle a su alteza para que le ayude con su ropa - dice esto ultimo dirigiéndose a Daila, acto seguido se retira en busca de la princesa.
La duquesa en cambio cierra la puerta para luego apoyar su espalda en ella, tratando de entender lo que acababa de presenciar y por un segundo se imagino a Elden, entrando en la habitación para ayudarla a quitarse el corset, no pudo evitar avergonzarse de lo que acaba de imaginar, su rostro empezó a tornarse de rojo y agradeció mentalmente a Ezekiel, por impedir que algo así pasara, por el contrario Elden, que estaba en el otro lado de la puerta se sentía un poco frustrado por el error que casi comente al hacer tal falta de respecto a la señorita Daila, no pensó con claridad la situación.
- Yo le pido mis más sinceras disculpas, Duquesa - lo dice con la voz un poco nervioso
- está bien - logra decir la Duquesa, con suavidad - no es para tanto
- ¡Claro que sí! No debe permitir que un hombre entre a su habitación cuando está en paños menores - grita un poco enojado por la manera tan simple que Daila, se toma la situación
- eres mi guardia personal - le interrumpe, y este se suaviza al escucharla - solo estabas alarmado de que algo me pasará, no pensaste muy bien la situación y reaccionaste por impulso eso demuestra lo leal que eres por lo que acepto tus disculpas
- muchas gracias Duquesa, es una mujer muy piadosa - sin importar que no lo estuviera viendo Elden, hace una reverencia hacia la señorita que se encontraba al otro lado de la puerta.
Daila, pensó en corregir la forma en la que la llamó pero sabía que en estos momentos Elden, se sentía muy culpable por la insolencia que había cometido para llamarla por su nombre por lo que prefiero no presionarlo y esperar que aquella escena quedará en el olvido.
Hace a aparición la princesa Celeste, y su esclavo que se mantiene atrás, Elden apenas la ve hace su respectiva reverencia y se aleja de la puerta para darle paso a su alteza, quién sin dudarlo sujeta la manija de la puerta para entrar encontrándose con la espalda de Daila, que muestra unas cuantas prendas y un corset que le sujeta con tanta fuerza.
- puede que tu mala salud sea por la falta de circulación en tu cuerpo - le comenta Celeste
- desde que tengo memoria he usado corset, no creo que eso sea la causa - le responde un poco cortante - si ese fuera el caso muchachas damas de sociedad estuvieran enfermas
- lo están - contra ataca - solamente que disimulan muy bien para sostener la belleza - Daila, no tiene respuesta alguna por lo que solamente se mantiene callada - terminemos con esto.
Dice acercándose a ella, pone sus dedos en los cordones del corset que hacían presión en el cuerpo, comienza a desatarlos poco a poco justo en el momento que empezaba a liberarse lo suelta para que Daila pudiera encargarse del resto, quién un poco apenada le agradece mientras Celeste, solo se retira dejando un silencio en la habitación por lo que la Duquesa un poco disgustada se dispone a cambiarse de prendas.
- un de nada, estaría bien no es mucho esfuerzo para decir - dice entre dientes mientras se pone la bata blanca.
Una vez está lista se dirige al laboratorio de la princesa quién se encontraba realizando una mezcla liquida con resto de magia de sanación que es utilizada para realizar chequeos del cuerpo, mira de reojo a su paciente y le solicita que se acueste e una camilla, Daila, obedece al cabo de unos minutos se le dibuja unos sellos en las palmas de las manos y pies otro en la frente, y estómago. Después de unos minutos comienza a hacer efecto en el cuerpo de Daila, unos brillos azules resplandece en el aire haciendo desaparecer todos los sellos que se forman en una hoja que antes de llegar al suelo es agarrada por Celeste.
- ¿Que dice? ¿Cómo me encontró? - pregunta un poco antelada por el silencio de la princesa por lo que procede a levantar la espalda de la camilla - es alguna gripa o algo temporal que deba tomar medicamentos
- esto es más extraño tus exámenes, no muestra algún daño en tus sistemas pero tu flujo de magia está retenido y eso provoca los dolores y antelaciónes - le comenta sin despegar su vista del papel que estaba escrito en rojo con lo códigos de la anatomía de su paciente
- entonces no es tan grave, ¿verdad? - pregunta un poco nerviosa pues conocía muy bien la expresión que estaba haciendo Celeste, es estos momentos de: Esto es peor de lo que pensé, por lo qué escucha atentamente lo que le dice
- al contrario puede que tus funciones motoras sigan en buen estado y otros sistemas de tu cuerpo pero si sigues conteniendo flujo de tu magia solo hará que empeore tu salud - le responde, al mismo modo que se acomoda en su silla - tu magia buscará la manera de salir y ese proceso hará que tus órganos empiecen a dañarse, luego irá por los huesos y los nervios impidiendo que puedas moverte es una horrible manera de morir
- que.....- queda estupefacta ante aquel pronóstico - ¿!cuál es la cura!? No espera.... en primer lugar ¿cuál es la causa?
- existe dos maneras para provocar un flujo de magia, el primero era realizado mediante una maniobra de control de magia por los clanes Zuhair y Hansuki, pero eso se les fue prohibido despues de la conquista, en la actuliada sería muy raro ver alguno de esos miembros saberla y la segunda es mediante un medicamento llamado Fludema, normalmente se usa para la personas que tienen un descontrol de su magia por lo que deben mantenerla centrada en su cuerpo pero si es aplicada en una persona normal solo le causaría su muerte
- ¿encontraste rastros de ese medicamento en mi cuerpo?
- si, aunque muy poco, casi nulo unos días más y no lo podría ver en tu sistema estomacal
- estomacal?....yo no he consumido ningún medicamento, ¿Cómo puede ser posible que algo tan peligroso este en mi cuer..- no completa su frase al percatarse de algo, por lo que observa a Celeste, que posiblemente llegó a la misma conclusión que ella - están.....intentado matarme
- puede ser que hayas ingerido en pequeñas cantidades hasta hacer que tu flujo de magia se retenga dentro de tu cuerpo, solo de esa manera pudo hacer que te mantuvieras normal, sin percatarse de nada hasta que sea tarde, la persona que haya hecho esto es muy ingeniosa
- ¿ahí algo que se pueda hacer? - pregunta angustiada - puedes usar tu magia para sanarme y hacer que mi flujo de magia este normal
- lastimosamente mi magia no puede interferir en un caso así, solamente heridas externas e internas puedo reparar
- ¿Cómo es eso posible? Mi problemas también es como una herida interna
- puedo ayudarte a sanar unas heridas que ha provocado tu magia dentro de cuerpo pero no puedo manejar un flujo de magia - le comenta Celeste, también preocupada por la situación - tu problema se trata de que mantienes activo el flujo de tu magia adentro de tu cuerpo, al intentar usar mi magia en esa area solamente provocare que tu magia quiera salir más rápido de tu cuerpo lastimandote en el camino y está el riesgo de que mueras al instante por un paro cardíaco, recuerda que nuestro flujo de magia está cerca del corazón
- entonces....voy a morirme - dice un poco desanimada y con lágrimas en los ojos
- no, no, no, cálmate puede que no haya una solución en este momento pero puedo sanar tus heridas internas mientras investigo la manera de manejar un flujo de magia
- ¡eso cuánto tiempo tardará! Esto es cuestión de tiempo Celeste - dice alterada por su situación
- te recomiendo que te calmes y me permitas ayudarte en lo que pueda, ya buscaré la manera - le recomienda, procede a levantarse de su puesto para sujetarle la mano a Daila - cree en mí
- está bien, de igual forma no hay otra cosa que pueda hacer.
En el jardín se encontraba Elden, recolectando algunas verduras del huerto para que Ezekiel, pudiera preparar la cena quién solamente sujetaba la canasta mientras lo molestaba.
- no puedo permitir que le faltes el respeto a una mujer importante, no te menosprecio por ser un esclavo solo te recuerdo que debes respetar la posición - repite en modo mímica recordándole sus palabras a Elden - pero bom al cabo de una hora me dispongo a entrar a la habitación de la Duquesa, oh señorita Daila, permita entrar para quitarle el corset
- no sabes cuánto te detesto en estos momentos - contesta, para luego lanzarle una zanahoria en la cara de su amigo pero este lo esquiva
- sabes cómo soy, para que me das motivos para burlarme - le responde con un tono burlón - pero enserio que estabas pensando cuando quisiste entrar, podías solamente solicitar ayuda de la princesa
- no pensé
- de eso me dí cuenta
- serás ...
- deberías agradecer, que hubiera pasado si entrabas al cabo de unos segundos quedarías congelado por solo verla en paños menores y la Duquesa, estaría súper incómoda y enojada
- en eso tienes razón
- claro que la tengo, evite tu desgracia aparte es necesario que te mantengas a su lado para que monitores e informes cada movimiento del ducado. - al escuchar esas palabras hizo que se diera cuenta de cuál era su verdadero trabajo al lado de la Duquesa, su amigo nota lo que está pasando por aquella expresión que muestra - anímate incluso sin la información puedes mantenerte a su lado como su guardia personal recuerda que tú trabajo principal es la seguridad de la Duquesa
- si...aveces solo quiero ser eso, solamente su guardia personal no aspiro a nada más, no quiero utilizarla
- no lo mires de esa forma, tu la estás cuidando al no involucrarla, solo debes estar a su lado y si algo sospechoso está pasando en el Ducado das la información - Ezekiel, que se da cuenta que posiblemente lo que dijo suene a qué estás aprovechadote de alguien por lo que procede a cambiar rápidamente de tema - a todo esto, no me has dicho la razón por la que han venido, ¿Está bien la Duquesa? Se que no tiene una buena relación con la Princesa, por lo que es más seguro que vino por una revisión médica
Esa simple pregunta le hizo recordar a Elden, la condición en la que la Duquesa se encuentra aumentando más sus preocupaciones.
- La duquesa no se ha sentido bien, ha estado con fuertes dolores en todo el cuerpo y por alguna extraña razón ha empezado a sangrar por la boca y nariz
- me imagino que su condición es un secreto para todos
- si, por eso decidió venir a ver a la princesa, quién puede hacerle una revision medica pasando desapercibida, por lo que nadie debe enterarse.
Al instante el sonido del timbre comenzó a sonar ambos amigos intercambiaron una mirada como una manera de hablarse entre ellos sin usar los labios.
-¿Quien podría hacer? - se preguntó Ezekiel
- la duquesa - ambos pensaron lo mismo y se confirmó por las miradas que se dedicaron.
Ezekiel, se dirige hacia adelante por una esquina del jardín de la residencia para ir a ver a la dichosa visita sin ser visto por ella.
- ¿quién es? Podemos simplemente informarle que su alteza no se encuentra para que se retiré - le susurra Elden
- no creo que se pueda - responde, enfocando su vista en el príncipe Ánzel, que estaba en la puerta.
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