La princesa Celeste, hacía unos movimientos bruscos con una espada de hierro, estaba en su entrenamiento personal para aprender algo de combate.
Saber defenderse era uno de sus propósitos pero siempre sus pedidos de que un maestro de caballeros le enseñe eran rechazados por la emperatriz, no le parecía adecuado que su hija siendo una princesa, aprendiera tales cosas como el combate cuerpo a cuerpo y manejo de armas, todo ese mundo le era inapropiado para la educación de su hija, en cambio bailar con gentileza, elegancia, aprender un idioma, saber sobre historia eran hechos que si debía aprender la princesa, era el pensamiento de la difunta emperatriz.
"Celeste, tu deber es mantener la imagen de la familia"
"pero a cambio solo nos estas avergonzando cuando actúas como esos hombres vulgares".
-Son soldados madre, luchan por el reino como fuiste capaz de llamarlo vulgares.
Pensó la princesa mientras recordaba las palabras de su difunta madre, avanza unos pasos mientras hace un lanzamiento con la espada la sostiene con toda su fuerza para que no se le caiga.
"¡No es apropiado que una princesa use una espada!".
Solo había un sentimiento en Celeste, y ese era enojo por tener esas palabras en su cabeza pero siguió avanzando con su espada mientras realizaba aquellas tácticas que nunca le permitieron aprender por no ser adecuado para ella.
"¿Por qué solo nos avergüenzas?"
"tienes prohibido entrenar combate, solo mírate llena de sudor como esos animales"
Con un paso hacia atrás hace una defensiva con su arma.
"sabes que eres una princesa del clan Kana, y mi hija por lo tanto no debes sudar como un animal".
Proporciona un ataque y una gota de sudor se resbala por su frente ignora aquel hecho y continua con su rutina.
"Mantén la espalda derecha y camina con elegancia"
"solo debes mantener silencio cuando tu padre y hermanos estén hablando".
Su cabeza se estaba llenando de las frases de su madre y el sentimiento de desprecio hacia todo solo aumentaba con cada movimiento que realizaba, por lo que al momento de voltear hacia atrás, sosteniendo su arma con ambas manos y con toda su fuerza hace un movimiento de ataque........
Sangre ensuciaba su espada y se llenaba más con cada segundo pero que se ponía hacer cuando estabas totalmente paralizada y aquel esclavo no decía palabra alguna a pesar de tener una herida profunda en su cuello por causa de su ama.
Celeste, suelta la espada cayendo al suelo y da unos pasos hacia atrás con su mano toca su rostro para descubrir que estaba sucia de la sangre de la persona que acaba de lastimar, el pánico la envuelve al ver en las yemas de sus dedos ese color rojo.
Levanta la vista para verlo sin ninguna expresión alguna estaba completamente calmado a pesar de estar herido se mantenía en pie.
-Su alteza, cálmese - dijo con dificultad mientras que con su mano cubría la herida en su cuello - solo debo hacerme unas curaciones y estaré bien
-Es....sangre............demasiada...san... sangre - logró decir mientras tartamudeaba, miró su espada para luego soltarla - y es mi culpa, yo ni debía haber intentado manejar la espada.....mi deber solo es mantener la imagen.....tiene razón....ella tiene razón - dijo eso último un poco delirando.
Ezekiel, no entendía nada de lo que estaba pasando pero debía hacer algo urgente para sanarse por mas que pretendía e decía estar bien, su herida es bastante grave a pesar de que no corto la vena yugular de su cuello perdió mucha sangre y seguía perdiendo con cada minuto.
-¡Su alteza! No es su culpa el haber usado una espada pero lo que si va ser su culpa es el no haber hecho nada mientras estoy así - dice Ezekiel, con su mano libre sujeta el hombro de Celeste y le sacude con fuerza - ¡use su magia para sanarme! De lo contrario estaré muerto y usted llevara eso en su conciencia.
Esas palabras hicieron que la princesa volviera a sus sentidos observando la escena no dudo en apartar la mano ensangrentada de su paciente en la herida para poder su palma y recitar una palabra al instante la herida empezó a cerrarse y sanarse por completo, en el aire se podía ver unas luces azules antes de desvanecerse.
-Debes darte un baño para limpiar toda la sangre - le recomendó la princesa, aunque sane su herida no se puede desaparecer la sangre - este incidente no volverá a pasar por lo tanto ahí no razón para mencionarlo así que no debes preocupes.
Ezekiel, percibió sus palabras como una advertencia para que no hablara tal vez el hecho de que la princesa estaba entrenando le causaría problemas debía aprovechar este asunto para tener una buena relación con ella.
-No diré palabra alguna de lo que paso, por lo que no debe preocuparse por eso su alteza - afirmo Zuhair, haciendo una reverencia, la princesa trago saliva al entender que tomo sus palabras como una amenaza puede que por una parte si le advirtió por otras razones
-No volverá a pasar ....por que he decidido dejar de practicar técnicas de espada, es muy riesgoso después de todo soy una princesa debo mantenerme al margen al menos...aun puedo ser medica - responde un poco decaída bajando su mirada
-¿Por qué dejaría la espada? - preguntó el chico de cabello negro, Celeste alza su cabeza un poco sorprendida por aquella pregunta - lucia increíble manejando la espada aunque le falta practica en la postura de los pies y de cadera para que pueda hacer ataques mejores pero para ser principiante estuvo bien esos lanzamiento con la espada, me había emocionado tanto que quería acercarme fue algo bastante imprudente, ya sabemos que paso después - contesta señalando su cuello con una sonrisa burlona - lo que quiero decir es que no debería dejar la practica por un mal momento, después de todo tiene mucho potencial - levanta su pulgar en forma de apropiación - esto es mucha sangre así que voy a lavarme y.....debe tener un poco mas de fuerza en su agarre.
Recomienda mientras se dirige a la casa de la señorita Celeste, busca el baño mas cercano y se prepara para limpiarse, deposita sus prendas en un balde con agua y jabón, para luego sumergir su cuerpo en la tina.
Al cabo de un buen rato de restregar jabón por su cuerpo se enjuaga bien para retirarse del agua, procede a secarse y se cubre con una toalla.
Asoma su cabeza a la puerta para asegurarse de que no haya nadie aunque solo hay dos personas en toda la casa: la princesa Celeste y el, los sirvientes que a veces vienen para encargarse de la comida y algunas otras cosas no los cuenta por que son del palacio, se siente un poco mas seguro al recordar ese hecho y camina con toda seguridad a su habitación que es bastante amplia y elegante como la de los nobles, busca del armario unas prendas para vestir esta vez decide poderse las ropas nuevas que le compro la princesa. La camisa de un color verde claro; unos pantalones café y por su puesto su túnica que cubría de hombros a cintura.
La noche había llegado en la hora de la cena algo sorprendente paso aun no podía creer que la princesa le haya pedido que la acompañe en la comida, estaba un poco nervioso mirando su plato y los cubierto que lo acompañan, su propietaria estaba por decirle que comiera cómo mas cómodo se sentía pero le sorprendió al que el esclavo supiera usar los cubiertos ese acto le hizo pensar que no era un simple esclavo como había pensando.
-Dime Zuhair, le entregaste mi obsequio al príncipe ¿Qué cara puso al abrirlo? - pregunto la princesa y el esclavo se detuvo al recordar que no había cumplido su objetivo por el suceso del moho
-Lamentablemente su alteza el príncipe no se encontraba cuando fui a hacer la entrega, por lo que me dispuse a dejar la caja en el escritorio de su habitación y me retire
-¿Cómo entraste a su habitación sin la presencia de mi hermano? Sé que la señorita Adaila, es muy protectora de lo que se trata de Ánzel
-No hubo algún problema con el personal ambas se comportaron bastante bien Adaila, me permitió dejar la caja en el escritorio ya que me rehusaba a entregarla y la señorita Fátima, fue muy agradable.
Celeste, hace una expresión de como cuando extrañas algo o alguien pero no sabría explicar aquel sentimiento.
-Por supuesto les advertí que no podía abrir la caja por mucha curiosidad que tenga - contesta Ezekiel
-Decir que no deben abrir la caja solo causara mas curiosidad
-No creo, con lo terca y obstinada que es la señorita Adaila, no dejara que nadie se acerque a ver después de todo esa era mi plan y por Fátima, no puede estar menos interesada, todo esta bajo control - afirma confiado y la chica de cabellos rojos tan solo asienta con la cabeza
-Fue una buena idea - dijo la princesa mientras se limpia con una servilleta - me impresiona tu capacidad para idealizar - lo mira fijamente a los ojos un poco intrigada - He notado que para ser un esclavo tienes conocimientos como las reglas de etiqueta en la cena.
Ezekiel, sujeta con fuerza el tenedor para mantenerse en calma por mas que intentara sonar como una pregunta curiosa que le haces alguien a que estas conociendo, entiende que es un interrogatorio eso solo puede significar una cosa que ella tiene muchas dudas sobre el y es normal tenerlas con su comportamiento inusual.
Pensó que la mejor respuesta es decir la verdad pero....seria como una verdad a medias saltando detalles muy importantes.
-Antes de ser esclavo era una habitante de un palenque del clan Zuhair, por lo que iba a una escuela o lo que había de una, nos enseñaban cosas esenciales como leer y escribir, no era necesario saber usar los cubiertos ya que éramos unos aldeados - comenzó a narra con tanta confianza - nuestro propósito era servir a las comunidad cumpliendo con nuestros deberes, pero era muy curioso de pequeño por lo que una mujer ya mayor me enseño sobre etiqueta y muchas cosas de los nobles, no entendía ¿Qué era? Pues era algo desconocido.
Un palenque es reconocido como un lugar escondido donde viven un grupo de personas reconocidas por ser esclavos fugitivos pueden ser de un clan aunque a su vez pueden convivir varios clanes en sí, este lugar es perteneciente a los esclavos que mantiene a llevar una vida en libertad en lugares apartado y ocultos de la sociedad.
Es como un Oasis para quienes logran escapar anhelando encontrar uno en las montañas, aunque eso es casi imposible por seguridad deben mantenerse ocultos para no ser capturados, después de la primera guerra entre los cuatro antiguos reinos se clasifico a las personas pertenecientes a los clanes Zuhair, Sich y Ruhe ser esclavos de nacimiento, no es justo en muchos aspectos por lo que se crearon los palenques: aldeas escondidas donde podían ser libre.
Desgraciadamente los altos rasgos les parece una falta de respecto por lo que los buscan para capturar y recuperar lo que se supone que les pertenece, lograron encontrar mucho de esas aldeas escondidas por lo que se dice que es imposible que haya alguna en pie convirtiéndose en una leyenda
Ezekiel, nació en un palenque por lo que no sabía sobre la esclavitud o la suerte que tenia por vivir en libertad, su padre era el líder de su aldea por lo tanto el seria el próximo en comandar a toda su gente para en ese tiempo el no sabia de lo que en realidad debía cuidarlos.
-¿y que paso? Vivas en palenque entonces ¿por que estas aquí? - pregunto bastante preocupada y nerviosa a la vez
-Pues unos hombre llegaron y atacaron - hizo una pausa algunos recuerdos desagradables comenzaban a fluir en su mente, él quería evitar dar detalles por lo que prosiguió - sabrá muy bien como es el proceso que se hace al capturar a un esclavo, después cuando fui creciendo y conocí el otro lado del mundo que no podía ver por la gran muralla de mi aldea, si vemos lo unico positivo de esto fue que puede entender mejor aquellos libros y revistas que leia
-¿Tus padres? ¿tus amigos? Sabes algo de ellos
-Hubiera preferido no saber.
Un silencio se instala en la sala del comedor y una fuerte tensión estaba en aire, Celeste, suelta los cubiertos y desvía su mirada a otro lado.
-Debiste sentirte fatal....- respira fuerte por que el aire se iba de su cuerpo - es...injusto yo se que injusto y tu también lo sabes algunas personas también piensan así pero.....- quedo sin palabra alguna
-Su alteza cálmese, entiendo que no es fácil pero no ahí nada que se pueda hacer tan solo me queda continuar con mi vida
-Celeste
-Ah
-Puedes decirme Celeste
-Como...yo podría decir su nombre usted es una princesa y yo un esclavo
-Vivía sola en esta casa, pensé que te traje para no sentir este lugar tan vació y ahora entiendo que solo lo hice para tener una amigo - se cubre su rostro con ambas manos - ja me ando quejando de mi soledad contigo, una persona que por supuesto la paso peor que yo y la seguirá pasando por que es un esclavo, así que ¿Por qué debo preocuparme por mí? Un mujer que nació en Cuna de oro y tiene una vida arreglada debo sonar patética para ti.
Zuhair, no duda dos veces el levantarse de su puesto para dirigirse hacia la señorita Kana, rodea sus brazos en ella
haciendo un cómodo abrazo.
-Señorita Celeste, no porque tenga una vida mas fácil que los demás signifique que no pueda tener problemas o que no debería tenerlos, después de todo sigues siendo un ser humano que siente o acaso es una piedra - eso ultimo hizo que ella soltara una pequeña risa - lo ve puede reír como puede llorar, puedo sonar arrogante pero no la conozco para formar un lazo de amistad se debe empezar por algo
-Entonces de ahora en adelante acompáñame en las comida, podemos hablar de muchos temas importantes, libros, obras de arte tengo tantas ideas en la cabeza
-Tendremos tiempo para eso por ahora debe irse a descansar.
La acompaña hasta su habitación y se asegura que este mejor, una vez este la princesa dormida se retira a su habitación y abre la ventana donde entra de inmediato el ave mensajera.
Logramos encontrar a los niños Sich, no puedo decirte en que lugar lo llevaremos pero te aseguro que estará más que bien.
Estoy segura que estas bien, espero que hayas tenido algún avance y una información que valga la pena.
Atentamente: yo.
Al leer esa ultima palabra no pudo evitar estallar a carcajadas era obvio como su amiga Luna, era bastante cuidadosa al momento de escribir una carta cosa que se le agradece.
Se dispone a ser cenizas el pedazo de papel, busca una pluma y con un limón partido a la mitad se dispone a escribir con el jugo gástrico de la fruta y con los códigos que solo el y Luna, habían inventado para comunicarse en estos momentos.
Acertaste estoy bastante bien, no he tenido la oportunidad de comentarte que la habitación donde me estoy quedando es como la de esos nobles, no podía esperar menos una princesa como....
Dudó un poco al escribir dueña pues nunca la vio como una ama y ella no lo ve como un esclavo.
No podía esperar menos de una princesa.
Hoy obtuve un avance con ella me propuso que seamos amigos, aún no estoy seguro de lo que vaya decir pero puede ser una buena persona es diferente a pesar de ser de la realeza perteneciente al clan Kana.
No te preocupes tengo la situacion bajo control con este acercamiento que tengo con ella, podré obtener información que nos ayude.
Espero que estés bien y mandaré un saludo a todos esos niños de mi parte.
Termina de escribir la carta y la posiciona en la pata del ave aquél animal levanta sus alas y se eleva en el aire llevando el mensaje a su receptor.
La mujer de ojos azules zafiro y una cabellera negra que va con el viento, no puede evitar fruncir el ceño mientras va leyendo la carta de su amigo pero al terminar su expresión se suaviza al pensar que el, este dejando atrás el rencor y odio hacia la familia Kana.
-Amigos....esta bien si hace algunos pero debes saber las consecuencias que les traerás.
°°°
Ánzel, llegaba a sus aposentos para encontrarse a su sierva Adaila, cuidando de una caja que se ubica encima de su escritorio impidiendo que nadie la viera ni siquiera la hormiga que estaba pasando, Fátima, solo estaba enfocada en algún libro sin prestar atención alguna aquel misterioso paquete.
-No pienso ver nada - afirmo la chica de las trenzas
-Esos dices ahora pero luego tendrás curiosidad y abrirás la caja entonces te descubren por lo tanto serás ¡decapitada! - grito Adaila
-Ah bueno - respondió su compañera pasando la pagina del libro que leía.
- ¿Qué esta pasando? - pregunto el príncipe, ambas se sobresaltaron de su lugar para poderse firmes frente a el.
Un rato después de contarle lo que había pasado les pedio que se retiraran de su habitación para poder revisar con calma el obsequio de su hermana.
Se trataba de unos libros de magia antigua y la genetica que daba informacion de los mestizos persona que es descendiente de dos magias diferentes, solo tenían información de sus desventajas ya que se ve mas como un problema.
El príncipe no leí por que tuviera duda alguna de si mismo, era mas por que este tema era de su interés y quería estudiar lo mejor posible, puede que sea muy flojo en sus estudios pero cuando algo le interesa se verdad podrá todo de su esfuerzo para saber todo lo relacionado.
Se acomoda en su cama, escoge un libro al azar y se dispone a leerlo.
Palabras: 2970.
Espero les haya gustado este capitulo, estare actualizando los capitulos anteriores para agregarles imagenes que represente algunas buenas escenas todo gracias a la artista Kei, quién se encarga de dibujar tanto el comic como imagenes para la novela.
Les bando un cordial saludo y que les vaya bien en su dia o nuevo dia, por si es de noche y van a descansar.
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