Capitulo 18

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El omega abrió los ojos con dificultad y respiró hondo para levantarse de su cama con dificultad e ir al baño y asearse.

Joder, habían pasado ya los dos malditos días de celo y se sentía fatal.

Se miró en el espejo y pudo ver las centenares mordidas en su cuerpo y chupones y ni hablar de las manos marcadas de su alfa en sus caderas.

Su alfa.

Miró otra vez la marca de unión y sonrió complacido, no lo había planeado así, pero no se quejaba de el resultado aunque su lobo estaba un poco molesto por haberse tomado las pastillas anticonceptivas, el lobito quería concebir un cachorro para su alfa, pero el humano tenía razón, no era momento.

Apenas e iba a salir de la secundaria.

Tampoco tenía que haber una marca en su cuello, pero aveces las cosas se salen de control.

Se bañó y se sepilló para luego salir del baño y ponerse su uniforme de la universidad.

Un gruñido se escuchó atrás de el y volteó viendo el rostro adormilado de el alfa con sus ojos medio abiertos mirándolo fijamente —¿Me vas a dejar aquí solo?

—Hoy hay clases, debes ir a tu casa y cambiarte, si no puedes ir a clases te daré los apuntes o si no se los pides a Antony, yo debo ir a clases porque a diferencia de tí, a mi no me dan las clases gratis— dijo el omega antes de cerciorarse de que todo esté en su mochila.

—¿No te vas a despedir de mí como se debe?— dijo el alfa y el omega suspiró antes de ponerse la mochila y asentir.

Este se acercó y se sentó en un lado de la cama para luego besar sus labios y Minic (que ahora ya estaba presente) profundizó el besl haciéndolo más largo y satisfactorio.

—Esto no nos hace bien, apenas te marqué — dijo el alfa.

—limpiala para que cicatrice rápido, no quiero que se infecte, y voy a estar en clases, y si te apuras en bañarte ponerte cualquier ropa que te quede de mi armario y vas a tu casa, puede que me alcances en el auto de tu escolta— dijo el omega que dejó un beso casto en sus labios y este palmea sus glúteos haciéndolo sacar una sonrisa —nos vemos Minic, apúrate.

Y sin más el omega salió de allí y el alfa se levantó y se asomó por la ventana para llamar al omega quién voltea rápidamente —¡Mis hermosos ojos negros!¡¿Quemo las sábanas?!

El omega ríe y niega — ¡déjalas en el cesto deropa que yo limpiaré todo el desastre cuando venga, me llevo las llaves y cierra el cuarto con seguro— gritó antes de seguir su caminata matutina hasta la escuela.

Too estaba normal, como siempre, la única diferencia es que su olor estará afuera acompañado de el de su alfa.

Y cada vez que lo pensaba se sentía en las nubes y se recriminaba.

Se recriminaba por estar cayendo redondito por ese alfa.

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—Ya van a ser tres días desde que no vuelve y me voy a volver loca¿Y si le pasó algo?— dijo la omega.

—Suegra, cálmese, todo va a estar bien— dijo zafiro y una risa desde las escaleras se escuchó.

—¡Aww tia!¡Eres adorable cuando finges amar a mi primo!¡¿Quieres saber dónde está?!¡Pues que casualidad!¡Yo tampoco sé!— dijo el alfa de cabello verde con sonrisa divertida.

—¡Esto no es un juego Antony!¡Tendrá graves problemas con tu tío si no vuelve ahora!¡Tu tío lo va a matar!¡Y con mucha razón!— dijo la omega viendo la hora por décima vez en tres minutos.

—¡Seguro lo agarraron los narcos!¡Estoy seguro!¡Hace rato que quería ser parte de el cartel de Guadalajara!¡¿No te parece magnífico?!¡Un Pablo Escobar estadounidense!— dijo Antony haciendo enojar más a su tía.

—¡Si sigues hablando te lanzaré el florero en ka cabeza!— dijo la mujer.

—¡Ya calmate tía!¡Ya vendrá!¡Mientras, yo voy a clases para pasarle los apuntes cuando vuelva!¡Si es que vuelve!— dijo antes de salir de la casa cerrando la puerta de un portazo encontrándose a Minic y ambos chocaron puños —¡Te vez terrible! Pero hueles a sexo¡Estuviste en celo con tu omega!¡Que picarón!

La sonrisa divertida de los labios de ambos se fue cuando Minic se percató de los nudillos golpeados de Antony, su labio roto y su ojo izquierdo un poco morado—¿Quién te hizo esto?

—Tuve una pelea con mi padre— dijo el alfa— mandó a varios hombres a golpear a mi jeka, por suerte ella es muy fuerte y es entrenada por su padre.

—Ve a clases y hablamos allá, voy a cambiarme— dijo el alfa antes de entrar a la casa encontrándose con su madre y zafiro—¡Hola querida madre!¡¿Tú no tienes casa acaso?!

—¡No te hagas el chistoso!¡¿Donde m*erdas estabas?!— musita la omega enojada.

—¡Señora mamá no diga groserías que no le queda!¡Además de que eso es malo para su imagen!¡Te voy a responder!¡Estaba pasando droga por la frontera y como flash volvió aquí rápido!¡Me dieron mucha plata para ello!¿Puedes ver la ropa Armani que cargo?

—¿Donde estabas?— dijo la mujer hablando más bajo—¡Y deja de decir tonterías!

— créeme que no querrás saber madre, así que para evitarte un infarto solo no preguntes e inventale alguna tontería a papá, porque si no puede que hable con la prensa de unas cositas que podríam bajar las acciones de papá y tu palacio de riquezas podría venirse abajo, tú sabes mentir perfectamente no es cosa de el otro mundo para tí,Gia.

Y sin más el alfa se acerca a zafiro y le dice— deja de molestar, ya aburres ¿Porque no te buscas a alguien que si te quiera?¿Tienes que medigar amor dónde para ti no hay?— dijo el alfa antes de darle unas palmadas en su hombro e irse de allí hasta su habitación y ponerse otra ropa con una gran sonrisa.

Su más grande diversión era poner contra la espada y la pared a su madre pero ella sabía lo que le convenía en estos momentos.

Y como siempre, era mentir, cosa que en un futuro lo iba a pagar muy caro y sería muy tarde para arrepentirse de sus actos, así como su padre.

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