Capítulo 20 - cumpleaños

Narra Gabriela

En el uber me volví a quedar dormida y al llegar el conductor me despertó, obviamente el servicio ya estaba pago.

Llegó a mi departamento y todo está oscuro, mi madre no ha llegado me imagino que Alberto está full y no pudo traerla, me toca hacer la cena.

Cuando enciendo la luz, veo que todos están en casa y gritan SORPRESA.

Quedo rotundamente sorprendida, es lo que menos me esperaba, está mi mamá, mis muchachos y Lucía, aunque me pareció ver una mano en la espalda de Lucía.

Comienzan a cantar cumpleaños y yo emocionada, hacía tiempo que no me cantaban cumpleaños y era porque no quería festejar en este día, pero mis chicos lo han hecho especial, mi casa está decorada con globos rosa metalizado y blanco metalizado, a la vez que hay ramos de rosas rosadas y blancas, una pancarta que dice feliz cumpleaños y una torta que sé que la compró mi mamá en mi pastelería favorita y es de profiteroles de chocolate.

Todos se acercan a abrazarme para desearme feliz cumpleaños y puedo decir que cada uno de mis chicos huele delicioso, no puedo escoger a uno sólo.

Mi madre me abraza y creo que nuestro abrazo duró como media hora, cuando vi que iba a comenzar a llorar la solté.

Picamos la torta la cual estaba divina, tomé un montón de refresco y cada uno comenzó a darme sus regalos.

El de Alberto fue un teléfono de alta gama que ni en mis sueños hubiera podido comprarlo, Carlos me regalo una laptop la cual compró cuando estaba conmigo en la tienda y la escogí yo misma sin saber, Mateo me regaló un montón de ropa y zapatos, que otra cosa podía regalar el amante de la moda y mi amiga me regalo una sesión de peluquería, maquillaje y todo lo que se pueda hacer para lucir más hermosa.

De verdad que no esperaba esta maravillosa sorpresa, nos tomamos un montón de fotos y pude ver a mi mamá sonreír otra vez, de verdad que estaba más contenta que yo con todo esto.

Estuvimos hablando y riéndonos un buen rato cuando llegó un delivery, traía comida china y japonesa, pero creo que era para un pelotón porque era muchísima comida.

Así que cenamos, ahí si cada quien se sirvió lo que quizo y comimos todos juntos.

Los primeros en irse fueron Mateo y Lucía, que sorpresa, mi mamá comenzó a recoger todo pero terminamos haciéndolo entre todos.

Al rato se fue Carlos lo acompañe a donde estaba su auto, de verdad que me pongo lenta cuando me siento mal, le pase por un lado y ni lo vi.

Para despedirse me dio un abrazo y un suave beso en los labios, para después susurrarme al oído que esperaba que mis deseos se cumplieran y más si estaba en en ellos, luego de eso lo vi irse.

Subí a la casa y encontré a mi mamá hablando con Alberto, no se de que hablaban pero cuando llegue se quedaron callados ella se fue a la cocina a hacer café y yo me quedé con el en la sala.

Alberto: ¿te gustó tu sorpresa?

Natalia: fue muy sorpresiva, de verdad no me lo esperaba

Alberto: jurame que no viste nuestros autos allá afuera

Natalia: fijate que no, me quede dormida en el uber y subí más dormida que despierta, creo que fueron ustedes los que me despertaron

Alberto: sabia que no era buena idea lo del uber, pero bueno aquí estas un año más vieja

Natalia: disculpa niño chiquito, cualquiera cae que eres un bebé

Alberto: jajajajajaja me encanta cuando eres así tan alegre y abierta

Natalia: definitivamente has estado hablando con mi mamá de mi, ¿que te ha dicho?

Alberto: nada que se deba repetir

En ese momento llegó mi mamá nos dio un café con leche y se despidió de nosotros dejándonos solos en la sala.

Natalia: cuéntame que te ha dicho, no le dejes con la duda

Alberto: que te ve feliz y eso le agrada, que si te hago daño me arranca las bolas y se las come, pero solo eso

Natalia: y ¿porque me harías daño? Solo somos amigos

Alberto: solo porque tu quieres yo podría ser muchas cosas más en tu vida si solo me dejas

Casi que me tome el café de un trago, esas palabras me gustaron pero también siento algo por Carlos y no se que hacer con eso.

Natalia: no crees que es tarde

Alberto: mañana no hay clases, a que le tienes miedo

Natalia: tengo un proyecto de vida y ahí no está ningún hombre a mi lado, por lo menos hasta que me gradue

Alberto: date la oportunidad de conocerme un poco más

Se acercó suavemente a mi y colocó sus manos en mi cabello como aquella vez en mi habitación, levantó mi rostro repartiendo muchos besos en mi cuello, soltar un genio suave y se colocó frente a mi.

Alberto: viste que no te soy indiferente, tu sientes algo por mi pero no quieres darte la oportunidad de saber que es.

Rozó mis labios con los suyos pero no me beso, solo aspiro mi aroma y me dijo que se iba.

Alberto: no te preocupes ya se por donde es la salida

Me quedé en el sitio, tenía ganas de más, pero porque no se lo dije, ¿porque no me atreví a besarlo? ¿Porque no termino de dar ese paso?

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