Capítulo 3 - Mateo

Soy Mateo soy un hombre alto moreno, mis ojos es lo que más llama la atención de mi ya que los tengo color miel y obviamente tengo el don de la palabra, por lo que con sólo hablar con cualquier mujer ya la tengo en mis manos, bueno usualmente la tengo fácilmente en mi cama.

Estudio Ingeniería por voluntad propia a diferencia de mis amigos que sus padres los obligaron a estudiar unas carreras que no querían, claro yo soy el segundo de tres hijos que tienen mis padres y mi hermano mayor fue el escogido para seguir los pasos de mi padre, por lo que yo puedo hacer lo que quiera sin obligaciones de ningún tipo.

Aunque, mi familia espera que forme mi propia empresa o que ayude a mi hermano en los negocios familiares, pero a mi eso aun no me interesa, por lo que prefiero salir con mis amigos y conocer muchas chicas, las cuales siempre las selecciono según la familia de la que sean, debo mantener ciertos estándares, ya que no puedo salir con cualquiera tengo una imagen que cuidar.

Además, he salido con varias mujeres del mundo de los negocios que me pueden abrir las puertas para mi mejora profesional, acepto que no suelo decirle que no a una cara bonita pero también me interesan las mujeres que puedan agregar algo a mi vida y a mis intereses.

Hace unos días tuve una conversación bastante interesante con mis amigos en la que se me ocurrió una gran idea, se me ocurrió buscar una chica que estuviera fuera del tipo con el que siempre salimos e hicimos una apuesta para ver quien la tiene primero.

Es un asunto bastante difícil ya que las mujeres suelen lanzarse encima de nosotros, ¿podría haber alguna mujer que nos llamara por lo menos la atención y que además se resista a nuestros encantos?

Vamos a estar claros cada uno tiene lo suyo, somos el centro de atención en cualquier lugar al que asistimos y las mujeres saben quienes somos, por nuestros apellidos la prensa siempre nos tiene en la mira, las mujeres se sacan fotos con nosotros y hemos hecho alguna que otra publicidad.

Después de esa conversación estuvimos varios días de cacería, pero cualquier mujer en la que poníamos algo de atención se derretía ante nosotros, no conseguíamos ninguna que intentara por lo menos hacerse la dura.

Un viernes llegamos a la universidad y la vimos, algo simple y sosa, pero si la detallas bien es bastante hermosa, es delgada aun con esa ropa tan ancha se le ve una bonita figura, su rostro también es muy lindo si se quitara esos lentes tan horribles, parece una nerd y ese cabello, lo tiene bastante largo y le hace falta una arreglada.

Ese si sería un diamante en bruto, lo único es que le falta un poco de cariño, un poco bastante, yo la llevaría a la peluquería a que le hicieran latonería y pintura para luego pasarla a vestuario, ahora falta probarla a ver si es la chica que estamos buscando.

Le comento a los chicos y cada uno pone cara de horror, obvio yo defiendo mi elección, la chica no es fea lo que le hace falta es un arreglo, pero es lo que estamos buscando una mujer que salga de los limites en lo que siempre nos cercamos.

Carlos la ve y le guiña un ojo, ella se da cuenta y le devuelve una mirada como si el fuera un mutante que acaba de aparecer allí mismo, por lo que su actitud nos sorprende, por menos de eso ya cualquier mujer se hubiera, por lo menos, sonrojado o lo hubiera saludado.

Carlos: creo que veo una clase con ella, déjame acercarme y les aviso, de todos modos, no creo que se niegue a hablar conmigo en clases, ya les mandaré un mensaje con lo que suceda.

Alberto: dale cualquier cosa no tengo clases hasta la tercera hora, por lo que puedo acercarme a tu salón luego y veremos cómo reacciona.

De verdad que su reacción no era lo que esperábamos, lo que hizo que nuestro instinto de caza se activara, es extraño que alguna chica no se emocione con solo vernos.

Carlos y yo nos fuimos cada uno a su clase, yo lo acompañé hasta la puerta de su salón y ahí estaba ella concentrada estudiando, ¿quién estudia tanto? Debia saber más de ella, por lo que me despedí de Carlos y me fui a control de estudios donde tengo una amiga.

María: ¡pájaro de mar por tierra! Que hace tu por estos lados visitando a los mortales que debemos trabajar

Mateo: necesito información sobre alguien, pero te vas a reír un montón porque no sé cómo se llama

María: déjame encender la bola de cristal y ya te doy la información que buscas, sabrás por lo menos que estudia, en que aula se encuentra ahora, algo que me pueda ayudar a ayudarte.

Mateo: se que está cursando una materia con mi amigo Carlos ¿te acuerdas de él? Esta en el aula 501

María: esto te va a costar, porque ya se que aula es y es la 301, ¿cómo es la chica? ¿Cuál modelo escultural estudia allí? Porque para que tu o tus amigos estén detrás de ella debe ser una estrella de cine