Capítulo 7

Cuando Edna volvió en sí y noto la gravedad de sus actos ya había estampado la palma de su mo con un rostro, para la fortuna de ella Natasha se había interpuesto entre ellas. Sin embargo, el abuelo Jones no lo veía así; esa mujer que el había considerado como la nuera ideal había intentado golpear a su mujer. La abuela Jones estaba más débil a cada día la leucemia estaba consumiendo su ser y si hubiera caído un par de escalones hubiera sido fatal.

-¡Edna! -el abuelo Jones grito dejando a todos en silencio- ¿Que carajos intentaste hacer?

No sólo él estaba enojado, Alex y Natasha sentían como la ira recorría sus venas.

-Fue... Fue un impulso de madre -Milena entendía la gravedad del problema y era tan despreciable que si su madre se hundía no quería irse con ella- solo protegía a su integridad

-Esa ya no tiene integridad -espetó la abuela Jones molesta- la perdió cuando se metió en el matrimonio de su hermana

-Eso no importa ahora -Alex tomó fuerte a Edna de la muñeca- te me vas hoy mismo de la villa a el apartamento

-Si mamá -Milena trataba de no tener mayor consecuencia- te pasaste tratando de golpear a la abuela

-Tu también te vas con ella Milena, yo no pienso tener bajo mi techo a una hija tan vulgar como tu junto con mis padres

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Ethan estaba bebiendo a botellas enteras, ni el mismo se perdonaba la asquerosidad que había hecho ¿Como mierda de repente se sintió tan atraído a Milena? El solo había ido a hablar lo que ella le había mostrado hacía un par de meses. Y no sólo eso, también había estado con Milena antes y ahora ella estaba en embarazo; aún así era inexplicable si Natasha le había engañado primero el se sintiera tan malditamente miserable.

Las horas pasaron y Natasha no llegaba, Ethan optó por llamar a Laura; él era consciente que no le agradaba del todo pero aún así se iba a arriesgar

-hola.

-¿Que mierda quieres Ethan? ¿Restregarle a Natasha lo satisfecho que estabas al follarte a su hermana?

-No, por favor Laura; solo quiero hablar con ella, dile que venga a casa y hablemos

-¿Hablar de que? Esto ya está terminado

-Pero si ella... -Ethan se tragó las ganas de decir que ella era quien antes lo había traicionado- solo algo ¿Esta bien? ¿Esta contigo?

-¿Eres tan sínico de preguntar si esta bien? Claro que no imbécil esta destrozada, pero te agradezco Ethan; gracias a la promesa que ella te hizo no esta llorando rios.

La llamada se colgó inmediatamente, por un lado Laura miraba a su amiga llorar amargamente con una botella en la mano

-El me traicionó primero, el fue el primero que rompió su promesa de no traicionarme de no dañarme -Natasha dio un gran trago- rompió su promesa de fidelidad infinita, de estar juntos hasta la muerte; entonces esta bien que yo rompa la promesa de no llorar ¿Verdad? Solo por hoy, solo por esta noche.

Ethan siguió bebiendo hasta que el alcohol en su sistema le hizo dormirse.

Unos fuertes golpes se escuchaban en la puerta, y unido a ellos el timbre fuerte del apartamento; Ethan se levantó del sofá aún medio ebrio y abrió la puerta, ahí parado había un hombre muy elegante y ya entrado en años; Ethan lo conocía era nada más que Williams el abogado de los Jones, abogado que casualmente sentía un profundo cariño por Natasha

-¡Hola señor Williams! ¿Como esta, que lo trae por aquí y como consiguió que le dejaran entrar?

-Podría estar mejor Brown, pero con el desastre que tu causaste nadie que quiera a la niña Natasha va a estar bien -Ethan trago grueso, presentía el motivo de tal visita- en fin, aquí esta el acuerdo de divorcio ya firmado por la niña; léalo atentamente y fírmelo, apenas lo haga envíemelo

Ethan no pudo objetar absolutamente nada, se quedó helado con el sobre en las manos "No le daré nada de dinero" se dijo el mismo. Al abrir y leer se sintió aún más bazura, ella no pedía nada, sólo quería disolver el matrimonio y ya, era todo, no pedía un ladrillo del apartamento. Las lágrimas no tardaron en salir y caer por sus mejillas en menos de cinco minutos había destrozado toda la sala del apartamento quebrando y rompiendo todo a su paso, de no haber sido por el timbre hubiera destrozado toda la casa; corrió a abrir ¿Y si era ella? Si ella estaba ahí y lo perdonaba el sería el hombre más afortunado del universo. Al abrir se decepcionó y avergonzo al instante, quienes estaban allí de pie eran sus padres y su madre en especial le miraba con asco.

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