Capítulo 4

Ethan se despertó al ruido de unos tacones que avanzaban con rapidez, al abrir sus ojos pudo ver a su esposa caminando de lado a lado solo con un pantalón puesto, su pecho estaba expuesto y claramente el solo mirarlo hacía encender de deseo a Ethan, sin embargo, el hombre quería poseerla y amarla y en ese instante había algo que, sin dudas no lo dejaba amarla como el quería, si la tomaba sería únicamente en cuerpo no en alma.

-Natasha.... ¿A dónde fuiste anoche?

-En la azotea....

-¿Crees que soy un tonto? Te esperé y no llegas.....

-Si volví, dormí en otra habitación eso es todo

-¿Por qué? -Ethan se levantó de la cama angustiado, desde que vivían juntos siempre habían dormido en la misma cama- debiste venir y dormir con tu esposo

-Quizá sólo creí -dudo un poco mientras se acomodaba su blazer, ya estaba lista para salir- que como mi esposo siente tanta repulsión hacia mí, no debía incomodarlo tomando el atrevimiento de dormir en la misma cama

-Natasha tu no me generas repulsión ¿De dónde sacaste eso?

-¿Que no te generó repulsión? -Natasha estaba furiosa pero seguía manteniendo su tono tranquilo y ahora frívolo- llevas días sin tocarme, cuando te busco me rechazas, no se que carajos te pasa pero si no quieres hablar conmigo ¡esta bien! Si no confías en mi ¡esta bien!

-Natasha necesitamos solucionar esto....

-Y tu ¿que crees? Que voy a sacar una bola de cristal y adivinar que pasa por tu mente ¡No! Si quieres solucionar algo debes darme a conocer tu problema... ¿Tienes una amante?

-¿Que? Claro que no.... Es solo que no es tan fácil....

-Muy bien entonces soluciona tu problema tu solucionalo, pero no me castigues por algo de lo que no tengo la mas mínima idea

Natasha no espero y salió de inmediato del apartamento, Ethan quiso seguirla, pero sus fachas no daban para salir, el tenía una rutina, cosas que le gustaban hacer, y el mismo estaba rompiendo con ellas; desde algo tan simple como dormir con su esposa y llevarla al trabajo a él magnificente hecho de no poder hacerle el amor.

Natasha al salir del edificio se encontró con el rostro preocupado de Laura, su gran mejor y única amiga, ella subió al auto y suspiro hondo

-Vámonos

-Ufff el asunto es grave pues ni saludas...

-Buenos días Laura, espero estés muy bien, seguro lo estás, yo estoy del asco ¿Feliz?

-Nahh, vamos... Y cuéntame todo.

Natasha comenzó a platicar todo, y Laura como buena psicóloga se mantuvo en silencio, cuando por fin Natasha terminó suspiro hondo.

-No entiendo ¿Segura no tiene una amante? Aunque sabes que, él nunca me gustó para que fuera tu esposo, si es un gran chico; pero mírate, ya no eres la Natasha que conocí cuando estudiábamos, te adaptas te a los gustos de él cuál muñeca. Dime ¿Aun recuerdas lo que realmente te gusta? Creo honestamente que en el único momento en que realmente eres tu, es cuando trabajas.

-Wow que alivio -Dijo en tono sarcástico- si he cambiado pero es para retribuirle el amor que me da...

-¿Aun piensas en él?

-Antes no tanto, quizá si me acordaba de él una vez al mes, pero últimamente he estado pensando demasiado en él

-¿Demasiado?

-Con decirte que ayer recordé cuando se fue, y cuando Ethan me llamó a la realidad, estaba llorando....

-Sabes que en una cultura que ahora no recuerdo, se decía que pensar mucho en alguien lo atrae a tu vida.

-Ojala Dios no te oiga.... Es mas, ojala te guarde y se le olvide en donde Laura.

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