capitulo 7

Los días iban pasando y Victoria se iba acoplando a su trabajo pasaba el mayor de sus tiempos en la habitación de Apolo siempre le leía un libro o platicaba de lo hermoso que era el lugar, de lo lindas que eran las flores infinidad de cosas, Apolo se había convertido en su más fiel confidente incluso le cobro lo mucho que había sufrido cuando Erasmo, ella hablaba sin parar.

—Tu debiste ser como mi antiguo novio, con esa carita te debiste creer un galán engañando a bobas como yo—

El parecía que sonreía al escuchar esas palabras, incluso había ocasiones en qué el movía los dedos pero el doctor Salvatierra decía que solo eran reacciones naturales, los días seguían pasando Victoria estaba muy feliz con su trabajo pues con el sueldo ya había podido pagar algunas cuotas de la hipoteca, sus días libres los había pasado en el pueblo por eso no conocía a toda la familia de Apolo ya que el día que ellos asistía ella no se encontraba y así fue hasta después de un mes.

Victoria se encontraba en la habitación de Apolo platicando de como habían sido sus paseos por el pueblo de lo hermoso que era el lugar, cuando Xiomara entro a la habitación de Apolo

—Buenos días señora—

—Créeme este día no tiene nada de bueno hoy no tienen nada de buenos, para mí desgracia vienen los buitres de que ellos esperan que mi hijo muera, pero muy pronto les voy a dar una sorpresa — decía Xiomara mientras caminaba de un lado a otro después tomo la mano de Apolo y lloro era la primera vez que Victoria vio quebrarse a esa mujer ella siempre se mostraba fuerte e invencible, pero ahora parecía cualquier mortal, Xiomara se limpio las lágrimas y camino hacia la puerta

—Victoria arregla a mi hijo quiero que se vea presentable —

Victoria asistió sin decir ninguna palabra, aseo al joven pero algo la hizo sorprenderse y es que mientras aseaba las partes íntimas de aquel joven comenzó a reaccionar su miembro, ella quedó sorprendida pues aunque fuera un reflejo natural esto podía ser signo de que muy pronto despertaría, Victoria le gritó a Xiomara.

—¡Señora, Señora!— Xiomara que se encontraba a unos metros de la habitación de Apolo fue haber que ocurría.

—¿Qué pasa muchacha?—

Victoria le mostró lo que pasaba, Xiomara solo pudo evitar una sonrisa ladeada con esto se daba cuenta que no estaba perdido que su idea si podría funcionar, vi a Victoria y le dio una sonrisa.

—Hablare de esto con el medico, aunque no debo hacerme ilusiones esto significa mucho para mi—

Pocas horas después llegaron Bruno con Leticia, Demetrio con Valentina y claro Erasmo con Sofía cada vez era más evidente el rechazo que Erasmo le tenía pero ella se aferraba a estar a su lado.

Xiomara le pidió hablar en privado a Erasmo, le contó sobre su plan a Erasmo le pareció una locura pero como el sería el albacea de la fortuna estaba dispuesto hacer todo tal vez, algún día podría encontrar a Victoria y vivir feliz por siempre además su plan de tener un hijo se había ido a la borda, en su sueño perfecto el manejaría la fortuna de los Montero así aseguraría su futuro para poder vivir feliz con Victoria porque muy pronto la encontraría.

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