Episodio 18: Sábado

^^^Antonella De angelis.^^^

Es fin de semana, sábado para ser más específica y hoy es el día de nuestra cita grupal con Enzo y Bianca.

—Adiós papá.—Le sonreí en el marco de la puerta.

Matteo como siempre se encontraba sentado en la misma silla de siempre enfrente de su escritorio utilizando el computador para escribir su nuevo manuscrito.

—Adiós cariño.—Se despidió y levanto su mirada del monitor para darme un vistazo antes de salir fuera del cuarto.—¿Antonella?.—Preguntó y sonreí esperando la continuación de su oración.—Tu vestimenta.

—Me veo linda, ¿no es así?.—Sonreí nuevamente.

Bianca eligió mi conjunto para este día y mi vestimenta consistía en una falda blanca demasiado corta, pero lo suficientemente larga para no mostrar nada muy revelador. La parte superior consistía en una camiseta larga con rayas bancas y negras, con un bolso negro como accesorio y solo unos aretes pequeños que adornaban mis orejas.

Nada muy llamativo, pero todo lucía hermoso, eso me hace pensar que mi mejor amiga realmente tiene un gusto excelente.

—Luces hermosa.—Afirmó con sus ojos azules puestos en mí.

Mi corazón latió con fuerza sin siquiera pensarlo dos veces cuando escuche su elogio.

—Gracias.—Dije con timidez y ocultando mi rostro posiblemente sonrojado.—Te llamaré cuando este de camino a casa, hasta luego.

No espere demasiado para escapar de casa y olvidar los sentimientos que nunca he logrado ocultar demasiado bien, siento que Matteo debería sospechar al menos un poco, porque no soy una buena mentirosa o tal vez ni siquiera lo haya pensado porque es un escenario imposible.

Una hija no puede amar a su padre de la manera que yo lo hago y que no estemos relacionados de sangre no es una excusa cuando ese hombre ha cuidado de ti como si realmente fueras su hija.

—Estoy enferma.—Murmure para mí.

Me sigo repitiendo constantemente que mis sentimientos por Matteo deben desaparecer, pero estos siguen ahí y aumentan con el pasar del tiempo.

Sinceramente, tal vez si pudiera recibir su rechazo pueda pasar la página y olvidar este amor, pero confesarme es algo que nunca podría hacer.

—Finalmente Antonella.—Me saludó Bianca.

Ella me estaba esperando fuera de casa, se supone que nos reuniríamos en el parque con los demás, pero estoy feliz de que haya decidido venir a buscarme para ir juntas.

—Hola Bianca.—Le sonreí y abracé su brazo derecho para ir caminando juntas de este modo.—Me gusta tu estilo.—Mencioné cuando le vi con su jeans negro y su camisa de rock, sus palabras estaban distorsionadas así que no logré entender que decía su prenda, pero estoy segura de que se trataba de una banda no muy popular.

Bianca amaba descubrir nuevos cantantes casi no conocidos por la mayoría para luego presumir sobre ella siendo una de sus primeras fanáticas. Así que estoy segura de que la banda de su camiseta era el caso porque su diseño no lucía muy profesional.

—Lo sé.—Respondió Bianca con orgullo.—Y también sé que hoy te ves increíblemente hermosa con el conjunto que he elegido para ti.—Me sonrió.