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Al separarse Noah bajo su mirada, quisiera poder ocultar las heridas frescas que destellan en mi piel. Sus manos chocan con mis hombros y sus ojos se ven apagados como su expresión curvada.

—Estoy bien.— Dije, puede que sea un reflejo mentir.

—¿Quieres fingir que estas bien Audy? Podemos hacerlo pero yo, no puedo tener una imagen rota de ti e ignorarla.

Él me solto y salió de la habitación.

Hasta entonces no había visto el cielo nocturno por la ventana, incluso no se cuando la luz fue encendida. Salí de ahí abrazando la bata a mi cuerpo e ignorando el suelo espumoso.

Creí que se había marchado pero sus piernas flexionadas y calcetines de zanahorias resaltan en el umbral de la lavandería. Me visto antes de bajar las escaleras hasta ahí.

—¿Pedimos pizza para cenar?— pregunto llevando el cesto para devolver la ropa.

—No es eso lo que deberías decirme, Audy, estos días actúas...tu....

Suspiro antes de poder hablar.

—Hablaremos luego de eso, puedo solucionarlo, solo es cuestión de tiempo.

Se que no es suficiente para convencerlo pero aun así se pone de pie para llamar al servicio a domicilio de la pizza que esta casi al otro lado de la ciudad.

Empiezo a organizar la ropa conforme va pasando su ciclo por la secadora, por colores y costura.

—¡La comida esta aquí!— grita desde la sala.

Hay un silencio incomodo que si no fuera por la película que esta pasando en la pantalla con sus efectos especiales de caos, estaríamos peor. Ni siquiera voltea a verme.

—¿Como van las cosas con Rain?—pregunto.

Él sonrie bajando la mirada.— Tiene un álbum en proceso así que no va a pasar de los saludos por un tiempo, supongo. Obtuve algunas fotos del ser y de su maquillaje.

—¿Tienes su numero?

—No. Tampoco quise darle el mío.

No me atrevo a preguntar mas aun así el continua.

»— No tiene nada de especial. Adoro su musica y a él como Rain, también es un buen chico pero no es muy expresivo o impresionante.

—¿Sera porque no hablan el mismo idioma?

Noah rueda sus ojos.—No es literal.

Intento reír un poco hasta que algo hace click en mi mente.

—¿Sean es tu amigo?— pregunto acercándome mas, sin darnos cuenta la linea invisible que estaba en tensión se rompió.

Pone una cara confundida hasta que parece reaccionar.—¡Oh! Ese chico. Hablamos sobre competir en relevos y su postura al encestar. Es muy uraño.—Alzo una ceja apretando su hombro contra el mio.—¿Te gusta?

Me quedé con las palabras en la boca ¿como se le ocurre?

Tan pronto como los rayos de la tormenta de la tormenta se volvieron mas fuertes que la luz y el ruido de la TV nos acostamos a dormir. Pasa la media noche y yo no puedo evitar seguir la agujillas del reloj con la vista, el sonido se reproduce como eco en mis pensamientos y los brazos de Noah me estrujan como si pudiera huir a algún lado.

Entre el sueño y estar despierto escucho pasos por el pasillos y una voz que me llama, puedo estar consciente de que solo es un recuerdo aun así es aterrador.

                             [...]

Los fines de semana son cuando mas parecemos gusanitos sobre alguna guía de frutos dulces,  solemos dormir hasta tarde pero hoy, despertamos temprano porque el papá de Noah quiere que tengamos un anochecer en la playa, originalmente iríamos a ver la presentación del club de teatro aun así no es algo que me emocione a pesar de que ayude.

Los padres de Noah son como dos personas idénticas entre ellos pero diferentes a su hijo. Visten en ropas blancas con muchos adornos en madera barnizada, cabellos trenzados y sonrisas amplias junto a su piel bronceada. Los recuerdo así desde siempre pero Noah dice que en sus recuerdos eran personas muy problemáticas y ausentes.

La camioneta tiene el espacio suficiente para que vayamos sentados sobre colchones comiendo sándwiches entre el equipaje. Es una modificación cómoda

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