PEQUEÑO ACERCAMIENTO

Ese príncipe se va a ganar una patada en sus partes si me sigue molestando - decía furiosa Angelina mientras iba arriba de saphira.

- Lo mejor es ignorarlo, nada sacas poniéndote así - le respondió Saphira. Después de unos minutos llegaron al ducado.

Al día siguiente su madre fue a su habitación.

- Hija, abajo está la mejor modista del reino - le dijo emocionada la duquesa

- madre ya tengo suficiente ropa, pensándolo bien tengo hasta para ponerme una difenrente todos los días del año... No pasó de modista, gracias- le respondió Angelina.

- Hija nos ha llegado una invitación a la celebración por la paz en nuestro reino a favor del emperador del reino vecino, así que tenemos ir radiantes por eso está la modista aquí, así que iremos - dijo la duquesa y sin darle tiempo de reaccionar la jalo hacia afuera para bajar al salón donde la modista la esperaba. Asi paso todo el resto de la mañana midiendo Miles y Miles de vestidos, hasta que por fin encontró uno que le encantó.

- Está hermoso hija - decía la duquesa al verla con el puesto.

- Perfecto! - decía Angelina mientras se miraba en el espejo.

- Mi ama es hermosa - dijo Saphira.

Después de medirse todos esos vestidos, se organizó y se fue al castillo con su padre a su clase de espada. Mientras iban en el camino

- Padre podríamos cambiar las clases a nuestro ducado, es molesto tener que ir al palacio - le dijo Angelina al duque.

- Si así lo quieres lo haré, claro que no hay problema pero porque ahora sí quieres hacer el cambio ¿acaso te volvió hacer algo el principito ese y por eso el emperador Axel te trajo corriendo hacia mi? - le pregunto el Duque.

- No el no me ha hecho nada... Espera como es eso de que el emperador Axel me llevo a dónde ti - le pregunto Angelina mientras miraba con enojó a saphira, mientras saphira disimulaba mirando hacia otro lugar

- Pues ya que tú no hiciste crecer a saphira ella le pidió ayuda al emperador Axel y el te cargo y te trajo a mi, ¿saphira no te contó? - le respondió el Duque.

- No, apenas vengo a enterarme... Que vergüenza - dijo Angelina.

- Tranquila hija, el sabe que todo fue un accidente, además te entrego y se fue de inmediato - le dijo el Duque, Angelina solo asíntio mientras miraba a saphira. Cuando llegaron bajaron del carruaje y Angelina se despidió del duque y se dirigió hasta donde era su clase pero en el camino iba regañando a saphira.

- Saphira cuando pensabas decirme lo del emperador Axel - le pregunto Angelina a Saphira.

- Yo te lo iba a decir pero la duquesa me interrumpió y después se me olvidó - le respondió tranquila saphira.

- Baya dragona la que me tocó... Y no algo más por hay que se te esté olvidando decirme - le dijo Angelina

- Ya que lo dices... La manera en la que tocaste al emperador hasta yo podía sentir la temperatura del emperador a mil - le dijo saphira con burla.

- ¿Que estás diciendo? - le pregunto nerviosa Angelina.

- Que cuando el emperador Axel te cargo para llevarte con el Duque tú empezaste a tocarlo por todas partes... Golosa esa parte no te la conocía jajaja - le respondió Saphira con burla.

- Cállate saphira, ahora con que ojos miraré a ese emperador... Que vergüenza - decía Angelina mientras ponía una mano en su cabeza.

Una vez llegaron el profesor ya estába esperándola.

- Profesor mi padre va a pedir el cambio para poder entrenar en nuestro ducado ya me cansé de venir al palacio - le informo Angelina.

- Por mi no hay problema, pero dime cómo seguiste después de nuestra última clase - le pregunto el profesor.

- Mal, no alcance a llegar dónde mi padre y caí al piso y cuando le levanté tenía un fuerte dolor de cabeza - le contó Angelina.

- ¿Porque saphira no te ayudó? - le pregunto el profesor.

- Se me olvidó hacerla crecer antes de desmayarme, pero bueno ya pasó ahora empezamos y procura no agotarme no quisiera otro golpe en la cabeza - le dijo riéndose Angelina.

- Está bien, está vez no vamos a utilizar espadas, también tienes que aprender a defenderte si no la tienes a las manos y para eso está tu poder ahora solo haz logrado lazar fuego pero no mantener el fuego en tus manos así que vamos a intentarlo de a poco - le explicó el profesor, Angelina solo asíntio y empezó a perder fuego en un dedo luego en otro y cada que lo hacía Angelina se sentía muy bien así que empezó hacerlo cada vez más rápido

- Espera, despacio - le advirtió el profesor pero Angelina no le prestó atención y siguió hasta que vio que no podía detenerse y sus brazos ya estaban en fuego.

- Ahahah!!! Apagame apagame - gritaba Angelina mientras corría por todo el jardín.

- Saphira ayúdame!!! - gritaba Angelina, hasta que sintió como era bañada por una ola de agua que apareció de la nada.

- Gracias Saphira... - decía Angelina mientras se tranquilizaba.

- Yo no hice nada, tu eres de fuego no puedes quemarte así que yo solo miraba como hacías el ridículo - le respondió Saphira.

- ¿Entonces quien me apagó? - Se pregunto Angelina.

- Gracias Majestad, mi alumna se emocionó un poco con su poder - le explico el profesor a el emperador Axel.

- No hay problema - Respondió Axel, mirando en el suelo a Angelina que solo se quedó quieta mientras escuchaba como en su mente decía blanco, blanco, blanco así que se agachó y se acercó a su odio.

- Te voy a decir esto porque veo que cada que estás cerca mío lo haces, decir blanco no te va ayudar a que no lea tu mente, se más de ti de lo que tú te imaginas - dijo Axel para luego retirarse dejando en silencio a Angelina.

- Angelina estás bien... Te haz puesto pálida de repente acaso que fue lo que te dijo el emperador - le pregunto el profesor.

- Tengo que irme!! - dijo Angelina para luego salir corriendo hacia donde se encontraba su padre.

- ¿Angelina porque estás mojada? - le pregunto el Duque.

- Padre me iré con saphira al ducado a cambiarme, te molesta si me voy sola - le pregunto Angelina.

- No hija tranquila ve - le respondió el duque así que Angelina hizo crecer a saphira y cuando saphira iba a volar pudo ver en la ventana a Axel mirándola e hicieron contacto unos minutos hasta que saphira emprendió el vuelo.

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