Capítulo 3

Pasan tres semanas que Apolo está en Brasil, no sale del hospital, quiere estar con Abigail cuando despierte del coma.

Era el final de la tarde y Apolo estaba a su lado, en un sillón durmiendo.

Abigail Miller

-Me despierto con la cabeza dolorida y abro lentamente los ojos.

Miro a un lado y veo que estoy en un hospital y no recuerdo qué ha pasado. Un hombre que estaba a mi lado durmiendo se despierta y me abraza, me da un poco de miedo, nunca lo había visto en mi vida.

Apolo Becker

Estaba descansando y noto un movimiento, abro los ojos y veo a Abigail despierta y la abrazo.

Llamo al médico, que la examina y le quita el aparato.

- Abigail me llamo Apolo, hablé contigo por teléfono una semana antes del accidente, el avión en el que ibas a Alemania para conocer a tu sobrino y vivir con nosotros.

Decidí hacerle un resumen de lo sucedido y del motivo de su viaje.

Abigail Miller

-¿Tengo un sobrino? ¿Eres mi hermano?

Apolo Becker

-Sí y se llama Adam, pero no soy su hermano, de hecho, me casé con su hermana y desgraciadamente ella falleció hace unos años.

Abigail Miller

-¿Tenía una hermana?

Me toco la cabeza, sintiendo confusión y náuseas.

Apolo Becker

Me doy cuenta de que se encuentra mal y llamo a una enfermera que le da una medicación.

Después de unos minutos Abigail se siente mejor y mira a Apolo.

Abigail Miller

-Apolo, ¿cómo está mi sobrino?

Apolo Becker

-Tiene cinco años, es muy inteligente, educado y está deseando conocerte.

Le saco una foto y se la enseño a Adam.

Abigail Miller

- Estoy deseando verlo, siento no acordarme de vosotros, ni de mi hermana.

Apolo Becker

El médico nos había advertido cuando le quitó los aparatos que podría no recuperar sus recuerdos, pero ella no sabe que no me conoció a mí, ni a mi hijo.

- Abigail, en realidad es la primera vez que la veo y lo mismo para ti, tu hermana siempre te buscó, aunque (viviendo) en Alemania, la conocí en Brasil en su momento, fue cuando le pedí que se casara conmigo y terminó mudándose a Alemania conmigo.

Hace unos años murió de cáncer, pero creo que Dios te salvó de la muerte en este accidente por un propósito superior.

Abigail Miller

Lo miro a él, que tenía la cabeza gacha mientras hablaba de su mujer que había muerto, y le toco la mano, haciendo que levante la cabeza y diga:

- Haré todo lo posible por darle todo mi amor a Adam, pero sé que tú ya le das todo tu amor.

Apolo Becker

-¡Gracias Abigail!

Nos quedamos allí, mirándonos, mientras ella me cogía la mano y me la alisaba con el dedo, dándome la sensación de seguridad de que no estaba sola y de que podía contar con ella para ayudar a mi hijo a crecer, aunque le diera todo mi amor, no podía ser su madre.

Abigail Miller

Nos miramos un rato y me pareció ver a través de su mirada a un hombre herido con muchas cicatrices.

Llega el médico y entonces nuestras miradas ya no se encuentran entre sí, suelto lentamente su mano y oímos hablar al médico.

Doctor

-Haremos algunas pruebas y si presenta un estado estable, mañana será dado de alta.

Los exámenes se hicieron, y la noche no tardó en llegar, Abigail pasó la noche junto a Apolo hablando, los dos parecían conocerse desde hace años.

Al día siguiente, después del almuerzo, el médico llega a la habitación de Abigail, la examina, mira los exámenes y le da el alta, le da algunos medicamentos y la remite a un neurólogo, para que la ayude con su memoria.

Abigail se prepara, se pone una ropa que le ha comprado Apolo y salen del hospital.

De camino al aeropuerto, Apolo se detiene en una juguetería con Abigail para coger algo para Adam, a petición de Abigail, cuando está subiendo al coche con Apolo, Paulo que pasaba en su coche la ve de lejos.

Paulo Soares

Llevo semanas intentando meterme en la cabeza que Abigail murió en ese accidente, pero mi corazón se niega a aceptar que la he perdido, que ya no tendré su amor.

Estoy saliendo para el trabajo en el tráfico y el semáforo se detiene, miro a un lado y veo a una mujer subiendo a un coche con otro hombre y en esa mujer veo a Abigail, creo que necesito dormir, la estoy viendo incluso en otra persona.

El semáforo se pone en verde y sigo mi camino, culpándome de que haya perdido el avión de la compañía, de que si no la hubiera retrasado esa mañana, no habría cogido otro avión y estaría viva, a mi lado.

continua...

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***