Cap. 5 ¿Quién eres tú?

Esa noche Franco regresó exhausto, él se fue a su habitación, Gloria seria dada de alta al día siguiente pero cuando quiso entrar en su habitación estaba cerrada con llave, él estaba desconcertado hasta que vio la figura de una joven muy bella que se acercó de forma tranquila.

* Sr. Franco, la señora duerme en esa habitación y usted está instalado en la habitación de invitados _ Mónica habló tratando de no reírse, Franco tenía una cara de perdido en el universo sideral.

* ¿Quién eres tú?, ¿cómo es que esta no es mi habitación? _ Franco está descolocado, las cosas cada vez son peores.

* Soy Mónica la nueva ama de llaves y sus cosas ya están en la otra habitación, la señora no va a dormir con usted _ Mónica dijo casi como una burla haciendo que Franco enfurezca, Luana para él era como un demonio que no perdía el tiempo para molestarlo.

Franco se giró para tocar la puerta de la habitación, él de ninguna manera aceptaría que ella se adueñe de la mansión, él sabe que ella está haciendo todo eso por venganza, pero quiere hablar con ella, llegar a un acuerdo y hacer que las cosas se calmen, pero a cambio solo vio al enorme y musculoso Poneco acercarse.

* Señor, la dama no desea ser molestada, por favor no me haga usar la fuerza _ Poneco amenazó dejando a Franco indignado.

* ¿Quién carajos eres tú?, ¿dónde está mi seguridad?, quiero que los saque a los dos en este momento, esto es un atropello, esta es mi casa _ el hombre rugió indignado.

Mónica informó aguantando estoicamente la risa, Valentina se había volado la barda definitivamente.

* Sr. Franco, sus guardias fueron despedidos y el personal de seguridad están bajo las órdenes Montes, él que está frente a usted es Poneco el líder de los guardias así que, si la señora dice que no la moleste, nadie la molesta. _ Mónica esbozó una linda sonrisa dejando a Franco descolocado.

Cuando Franco vio a los 3 hombres que se acercaban decidió dejar la pelea, está cansado y ya arreglaría cuentas con Luana, ella no será así de atrevida todo el tiempo, él la haría poner sumisa como siempre.

Franco se fue a su habitación mientras Mónica se enrollo del brazo de Poneco y le murmuraba como niña mimada.

* Poneco, si se pasa de la raya quiero que le rompas mínimo un hueso ¿de acuerdo? _ Poneco no dijo nada solo la miró y asintió mientras daba órdenes a todos para retirarse y solo uno se quedaría de guardia, aunque Franco no es rival para Valentina aun así no quiere correr riesgos.

*_*

Al día siguiente Valentina se despertó temprano para alistar a su peque ya que iría de visita, Mindi quién había llegado tarde del hospital después de que atendieran su nariz rota se levantó con la novedad de que ella no era la ama de llaves y que había una joven hermosa llamada Mónica que era la que mandaba.

Franco bajó a desayunar y vio a Valentina dando de comer a la peque, quien reía y comía gustosa, él nunca la había visto de tan buen humor, su hija era siempre irritable y no quería a nadie cerca incluso a él mismo, pero parecía que reconocía a esa mujer como su madre.

* Luana, debemos hablar inmediatamente, esto que haces es una locura, sé que estás molesta pero no es forma de que solucionemos nuestro matrimonio _ Franco dijo sin saber lo que decía, al verla tan hermosa y segura con su hija como una familia feliz había algo dentro de él que quería permanecer con esa imagen todas las mañanas, pero su sueño duraría poco.

* Franco, no tengo tiempo para hablar ahora, voy a salir con mi hija, será después y ni sueñes que quiero arreglar esto que dices que es un matrimonio, nos vamos a divorciar y quiero la custodia total de mi hija, no la quiero cerca de ti o de tu puta, mi nena no se merece ese martirio _ Valentina sigue dando su papilla a su amada niña de forma natural y tranquila sin dedicarle una sola mirada.

Franco frunció el ceño molesto, está realmente confundido, esa mujer frente a él es una desconocida definitivamente.

* No vas a llevar a mi hija a ninguna parte, no sales de aquí hasta que hablemos _ Franco gruño impaciente, todo esto lo está rebasando.

* No he pedido tu permiso, no lo necesito, y ya te dije que hablaremos cuando vuelva, ahora deja de hacer un espectáculo que mi nena se va a asustar _ Valentina sigue sonriendo a la bebé mientras Franco está más irritado, no puede hacer nada con su brazo aun en su cabestrillo que debe usar por una semana.

Valentina alistó sus cosas y Nicoleta levantó a la niña para salir, el chofer llegó para recogerla, ella debía hacer cosas importantes y no llegaría en taxi, ella llegaría en el Mercedes Benz con chofer dejando a Franco parado en medio del comedor.