Capítulo 14

Santiago

Esto ha sido de lo mejor que me ha pasado en la vida. Mi hermanita Sophie y yo comprobamos sin querer que llevamos en parte la misma sangre. Ahora entiendo muchas cosas, entiendo mi instinto protector desde que la conocí, además que había tantas similitudes entre nosotros que no sabíamos explicar. Agradezco tanto haberme cruzado en su camino una vez más para poder protegerla como hermano mayor de ahora en adelante.

No me olvidó de agradecer a Dante, quien me dio la oportunidad de pasar tiempo con ella y así poder descubrir todos estos eventos. -¡Gracias amor! En serio no sé que sería de mi si no estuvieras a mi lado.- Soy muy emocional y no puedo reprimir el sentimiento que tengo en este momento. -¡Sabes que haría lo que fuera por ti!- Miro a Dan y lo beso en los labios, un tierno beso que se convierte en uno muy apasionado. Acariciamos nuestros cuerpos y nos despedimos de la ropa para empezar nuestra sesión de amor. -¡Tu hermana nos va a escuchar?-. Dice Dante entre besos. -¡Ja, ni que fuera una santa, seguro sabe más que tú y yo juntos! ¡tu solo sigue amor, no te detengas!. Y así disfrutamos de la noche entre gemidos, caricias y sudor.

Al despertar encuentro a mi amado sobre mi pecho, acaricio su cabello y sonrío. -¿Qué es tan divertido?- me pregunta mientras se acomoda para mirarme a los ojos. -Nada, solo que eres muy tierno cuando duermes, pareces un gatito roncador-. Empezamos a reír y nos quedamos viéndonos el uno al otro aún acostados. -¿Qué piensan hacer ahora? Parece que las cosas no son tan simples-. Dan me mira con preocupación. -¡No lo sé!- digo en un suspiro. -Estoy muy confundido y perdido pero, se que mi hermana no se quedará quieta, va a seguir investigando hasta conocer toda la historia-. Lo abrazo y me acurruco y escondo mi rostro en su pecho. -A veces tengo miedo de la curiosidad y determinación de esa niña, hay riesgos y cosas que pueden ponerla en peligro ¡No quiero que le pase nada malo!-. Mi hombre besa mi cabeza y me aprieta en un abrazo. -¡No te preocupes, es pequeña y torpe, pero sabe lo que hace, es demasiado inteligente, persuasiva, astuta y tiene un carácter de los mil demonios, ¿Crees que alguien quiera meterse con una persona tan malvada como ella?- Ambos reímos. -¡Tienes razón! ¡Te amo!-. Nos fundimos en un cariñoso beso.

Bajamos a la cocina para buscar el desayuno. -¿Saben? ¡Deberían poner aislante acústico en esa habitación, son demasiado ruidosos!-. Dice mi hermanita en tono de reproche, aún con un bocado de pan en la boca y haciendo pucheros.

Dante pasa junto a ella y le empuja la cabeza hacia adelante. -¡Metiche! Tápate los oídos si no te gusta-. Estos dos disfrutan pelear en cualquier momento. -¡Ni con los audífonos a todo volumen puedo tapar tus gritos!- Imita a Dante con voz de burla.- ¡Oh bebé, así, no pares! ¡Dámelo amor, dámelo! ¡Así, así, así, ah, ah me gusta!¡Destrozarme el c…!-. Cubro la boca de mi hermana con la mano para evitar que siga con sus tonterías.

Intervengo. -¡Basta ustedes dos! ¿Tienen que pelear todo el tiempo?- Ambos se molestan. -¡El/ella empezó!- gritan al mismo tiempo y no puedo hacer más que suspirar y sentarme a desayunar, no sin antes jalar del brazo a Dante para que haga lo mismo.

Sophie/Tamy

La peor noche que he pasado en mucho tiempo, estoy segura de que los vecinos también lo escucharon todo, hoy que salí rumbo a la escuela , me encuentro con algunos en el ascensor y me miran de forma extraña, yo me limito a sonreír e intentar ser invisible.

Ya que casi no dormí tengo que pasar a comprar un café para poder aguantar todo el día. -¿Jaja, te fuiste de fiesta anoche?¡Debiste quedarte en casa a reposar la resaca amiga, te ves muy mal!- Es lo primero que dice Sam, uno de mis dos únicos amigos. -¡Créeme que hubiera preferido eso a tener que escuchar a mi hermano y su novio mientras se apareaban como animales salvajes durante toda la noche!- apoyo mi cabeza sobre el escritorio.

Al salir de la escuela le pido a Sam que me acompañe a comprar un regalo de cumpleaños para Dante, se ha convertido en una persona incondicional y especial en mi vida que quiero darle algo muy significativo. -¿Qué te parece un reloj?- los miro. -¡No lo creo, el idiota es más, más, no se, es raro!- Solo reímos, cuando nos dimos la vuelta para ir a otra tienda, a lo lejos veo dos rostros familiares. -¡Maldición, no puede ser!- Tomo a Sam del brazo y lo arrastro hacia las escaleras. -¡Oye, ¿Qué pasa? ¿Viste a un extraterrestre?!-. Me dice intentando volver. -¡No seas tonto! Recordé que abajo vimos algo que es perfecto para Dante, vamos!-. Bajamos las escaleras lo más rápido posible y nos alejamos de esas personas.

Terminé comprándole una navaja suiza, así que al menos será útil para algo. -¡Hola Mei! ¿En serio? ¡No lo sé, sabes que Sophie odia esas cosas!-. Sam atiende una llamada, por como suena debe ser Mei y efectivamente es ella, quien ahora pide hablar conmigo. -¡Que pasa Mei! ¿Una fiesta? ¡Bien, envíame la dirección, vamos en camino!-. Sam me mira con una mezcla de confusión y sorpresa. -¡Vamos, no quiero regresar tarde!-. Buscamos un taxi y salimos de ahí.

Estamos en la fiesta y Sam anda perdido bailando con todas las mujeres del lugar. Busco a Mei y la veo pelear con su novio. Ella se queda sola y me acerco. -¿Todo bien?- Voltea y suspira cuando me ve. -¡Todo bien, creo!¿Ya te aburriste? ¿Te quieres ir?- Está mujer puede leer mi mente a la perfección. -¡Suficientemente raro que vinieras, pero me alegra que lo hayas hecho!-. ¿Segura que estás bien? ¿Me puedo quedar si quieres?-. Ella me mira y sonríe. ¡Estoy bien, tranquila! ¡Ve a casa, ve con cuidado y avísame cuando llegues! ¿Ok?- Asiento y salgo de ese lugar. Al final vine para salir lo más pronto posible del centro comercial.

Llego a casa y Santi y Dante me esperan en la sala. -¡Tenemos un problema!- Soltamos los tres a la vez.

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