Capitulo 5

-¿Que se supone que debo hacer ahora?... No podré convencer a mi padre a que me deje tranquila, se que no va a darse por vencido con esto.

-tok tok!!!

-Adelante

Respondió Mara cuando su asistente entró a la oficina.

-Presidenta el jefe del equipo de publicidad está aquí ¿lo hago pasar?

Preguntó la asistente de Mara.

-Si si dile que entre.

La asistente salió de la oficina mientras entraba Mario para entregar y explicar un poco lo que había preparado con su equipo.

-Estos son los documentos.... Aquí puede ver como es.....

Después de unos minutos Mario se acercó a la silla de Mara mientras está no prestaba atención a lo que sucedía.

-Presidenta ¿pasa algo?

Mara levantó la mirada y vio a Mario muy cerca de ella.

-¿Que tu... Cuando entraste?

Preguntó Mara apresuradamente mientras buscaba a su asistente. Mario frunció el ceño y se acercó aún más a Mara.

-Creo que no se siente bien presidenta, será mejor que la acompañe a casa.

-¿Que?

Respondió Mara sonrojada al sentir a Mario tan cerca de ella.

-No necesito que nadie me acompañe, mi chófer me espera abajo todos los días así que es ridículo lo que dices.

-Pero se ve mal, no creo que sea seguro para usted llegar sola a casa.

Insistió Mario, observando las reacciones de la presidenta.

-No lo necesito, por favor vuelve al trabajo.

-Muy bien entonces deje que termine de explicarle lo que hemos preparado.

Respondió Mario.

-Bien te escucho, trata de ser breve.

-Bien jefa.

Después de que Mario terminó su explicación Mara se levantó despedirse.

-Está perfecto, presentenlo mañana delante de la reunión.

-Si muchas gracias presidenta

Mario volteo por última vez observando el rostro de su jefa y salió de la oficina.

"Quizás ayer la intimide demasiado" pensó Mario mientras volvía a su cubículo.

-Presidenta ¿se irá antes?

"Qué raro ella siempre es la última en irse de la empresa"

-Si me iré ahora así que por favor encargate del restó.

Ordenó Mara a su asistente con un tono amable.

-Si presidenta no se preocupe, yo me encargaré de todo.

-Gracias, entonces me voy.

Mara salio de su oficina y camino lentamente hasta que llegó al bar en el que solía beber cuando se sentía sola, o angustiada.

-¿Lo mismo de siempre señorita?

Preguntó el camarero.

-Si por favor.

El camarero la miró divertido y luego le entregó la copa.

-Gracias.

Dijo Mara mientras este la miraba justo frente de él.

-¿Pasa algo?

-Oh bueno señorita quería eh... A usted pedirle su número.

Mara lo miró molesta

-No le doy mi número a desconocidos

-¿Que pero como pudo ser diferente el otro día con ese otro sujeto?

Respondió rápidamente el hombre del bar enojada.

-Creo que no es de su incumbencia

Este molesto por ser rechazado salió del bar refunfuñando mientras Mara seguía bebiendo.

Después de un tiempo en el bar ella. se tranquila.

Mientras tanto Mario entró al bar y se encontró con la presidenta sonriendole gentilmente y observando las rojizas mejillas de Mara.

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