Horas.

Jonh.

Bueno, yo soy Jonh Walter, tengo 22 años y... no sé que más más decirles. Ah, es cierto... soy el mejor amigo de Julieta desde hace muchos años, bueno, mejor dicho desde toda la vida.

Crecimos y nos críamos juntos. Aunque cada uno tenía una vida social por aparte, había ocasiones en qué en la escuela pasábamos los recesos juntos y en nuestras casa era estar todo el tiempo unidos.

Cuando íbamos en secundaria yo tuve mi primera novia, la cual no me gustaba como tal pero pues, ahí estaba. Pero nunca la puse en primer lugar como a Julieta. Si a Julieta le salía un inconveniente yo siempre la ayudaba ya que sus papás eran y son muy estrictos. Lo contrario pasaba con mi novia; con ella Mmm... realmente no me importaba lo que hiciera o dejara de hacer.

Fue en esos momentos cuando supe que Julieta me gustaba, no sólo como una amiga o una hermana, sino como una chica. Su forma de ser era tan única; su rostro tan bello y su gran inteligencia tan asombrante que poco a poco y sin querer me fuí enamorando de ella.

Pero le tenía a miedo al rechazo, a qué me dijera: te quiero pero no te amo, o, eres solo una gran amigo. Mejor me fui por lo seguro y seguí con mi vida. Seguí teniendo más novias para quitarme de la mente la idea de que Julieta me gustaba, pero fue inútil, y cada vez que basaba a una chica veía el rostro de Julieta en ella.

Cuando cumplimos la mayoría de edad, empezamos a salir a varios lugares, entre estos antros. Ahí me pude dar cuenta de que le encantaba bailar al son de la música. Ya me había dado cuenta antes de que disfrutaba mucho la música pero jamás creí que amara bailar.

Pero, aún reafirmando mi amor hacia ella, jamás pude confesarme. Sin embargo, al menos la iba a tener cerca de mi... cuando se reveló ante sus padres por su desición de estudiar arquitectura, se vino a refugiar en mi departamento.

Me encantaba y encanta que yo siempre sea su primera opción ante todo y me tomé en cuenta. Con el tiempo, ella se quedó aquí, pagando renta la cual me negué en un principio pero, al ver qué consiguió trabajo, la tuve que aceptar.

Era muy agradable tenerla a mi lado. Ya no estaba solo en el departamento, me divertía con sus ocurrencias, tenía a alguien a quien regañar o que me regañara... en fin, me gustaba vivir con ella.

Pero, la idea de tenerla tan cerca y no poder decirle lo que siento me mataba, por lo que me alejé de ella poco a poco, para buscar con quién sacármela de la cabeza y del corazón.

Veía como su mirada cambiaba al verme; pasaba de una mirada feliz a una sin ánimo, y no entiendo por qué si solo me quiere como un amigo.

Como sea, yo ahora estoy en mi propio mundo y ella en el suyo, a pesar de vivir juntos. Lo bueno es que ella tiene a sus propios amigos que, en un inicio no me gustaba que fueran puros hombres, pero al ver cómo eran con ella supe que eran confiables.

En fin, espero que algún día me pueda olvidar de lo que siento por ella y solo tener una amistad.

Hoy teníamos que presentar unos planos para nuestra maestra, quién tuviera el mejor proyecto estaba exento de presentar el examen, por lo que mi equipo y yo le pusimos mucho esfuerzo a esto, aunque sé que vamos a perder porque Julieta siempre ha sido mejor que yo jajaja.

Ya casi es la hora de que la clase empiece y ella no aparece por ningún lado, por lo que voy con sus amigos y les pregunto:

- Oye Mike- él voltea- dónde está Juli?- así le decía de cariño.

- Es que se le olvidó el plano en su casa y fue por él, pero ya es casi que empieza la clase y no llega.

En eso escuchamos a Julieta gritar: YA LLEGUÉ!!!! HOY GANAMOS LAS BONITAS!!!!

Eso es algo que me gusta de ella, su actitud. Es seria cuando es necesario pero cuando está en confianza es tan divertida. Ella llega con nosotros pero notamos que se está sobando sus piernas.

- Por qué te sobas las piernas?- pregunté y su equipo se le quedó viendo.

- No, es que... ya iba llegando aquí y un carro me pasó a aventar un poco, PERO, antes de que empiecen a hostigar, no me lastimó mucho, solo me duele un poco el cuerpo.

- Pero Julieta, cómo no quieres que nos preocupemos, puedes tener un hueso fracturado!!!- la regañé por su poca consideración.

- Ya ya ya, pero no tengo nada, así que vamos adentro antes de que la maestra venga.

En ese momento llegó Erika, mi novia en ese momento. Su presencia no sólo incomodó a Julieta, sino también a los demás, ya que se dice que Erika es muy... promiscua, pero como solo la quiero un rato, me da igual.

- Hola mi amor, vengo a preguntarte qué vas a hacer ésta noche, es que quiero salir a un bar y sería perfecto si pudieras ir conmigo...

- Está bien, a las ocho en tu casa.

- Oki bebé- me dió un beso y se fue a su salón.

Al voltear ya no hay nadie a mi alrededor, por lo que me voy a mi asiento viendo de reojo como Julieta está un poco desanimada, a lo mejor es por lo del golpe del carro.

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