FOTOS DE LOS PERSONAJES.

...Irma....

Ojalá yo me pareciera un poco más a Maribel. Ella es tan fuerte, tan decidida. Yo soy sólo una tonta enamorada. Una estúpida que no se valora.

Si regresó a Nueva York seguro volveré a caer en los brazos de ese idiota. Creó que debería quedarme aquí para siempre.

Días después.

Mi teléfono no dejaba de sonar, era el imbécil de Danilo.

— ¡¿Qué quieres?!

— Huy, parece que alguien se levantó de mal humor está mañana. — Maldito idiota, todavía tiene el descaro de decir que me levanté de mal humor.

— Sólo dime qué quieres y déjame en paz.

— ¿Cuándo vas a volver?

— ¿Porqué?, ¿me extrañas?. — Había un poco de entusiasmo en mi voz.

— Tienes los diseños de está temporada, los necesito, vuelve lo más pronto que puedas. — Claro, los malditos diseños son lo único que le importan.

— ¿Qué pasa si te digo que no volveré?

—¿Tanto te cuesta verme con otra?. — No necesitaba verlo para confirmar que tenía una estúpida sonrisa en el rostro.

— Claro que no, ya te superé. Cómo tú mismo lo dijiste, la pasamos rico pero fue sólo sexo. — Hasta decirlo por teléfono me cuesta trabajo.

— Cuándo regreses me lo dices en la cara, quiero ver qué ya no te enciendan mis besos. — ¿Acaso el imbécil me está retando?.

— Bien, cuando regrese te voy a demostrar lo mucho que he cambiado. — Colgué el teléfono y ahogué un grito en la almohada. ¿Cómo se supone que haré éso?, no podré. No podré. Ni volviendo a nacer podría hacer eso. Tal vez debería disfrazar a alguien y que ella se haga pasar por mi. Claro que gran plan, ¿cómo le haré para que alguien se vea, se comporté y hablé exactamente igual a mí?

— Irma necesito hablar contigo. — Mi hermana entró sin tocar.

*¿Maribel?, claro, ella es idéntica a mí, y lesbiana, es perfecta. El problema es que ella no se prestaría a mi juego.*

— Irma te estoy hablando..

— Dime lo que necesitas. — No podía dejar de observar que a pesar de la ropa si somos idénticas, no necesitaría disfrazarla, y hasta la voz es igual.

— La empresa de mamá atraviesa un momento difícil, necesito dinero para salvarla. — Claro, el dinero y mi madre son lo único que le importa. Pero ya que eres tan fría conmigo, seré igual contigo.

— ¿Y que quieres?, ¿un préstamo?

— Te devolveré todo en cuanto levanté la empresa.

— Voy a invertir pero tengo una condición.

— La que quieras. — Ese lo que quieras fue música para mis oídos.

— Quiero que vayas a Nueva York y te hagas pasar por mi. — Ningún amigo cercano sabe de la existencia de mi hermana. Y eso sólo puede significar el éxito de mi plan.

— ¿Es broma verdad?. — Maribel se veían perpleja.

— No, yo me quedaré y cuidaré de mamá, mientras tú vas y vives mi vida.

— ¿Porqué quieres que haga eso?

— Si no quieres también puedes pedirle el dinero a papá. Estoy segura de que no te lo va negar.

*Por favor Dios mío, que siga siendo la chica orgullosa de hace seis años.*

— Ya te dije que no tengo uno. Haré lo que dices.

— Eso es prefecto. Sólo necesito que piensen que eres yo, debes vestirte cómo yo, caminar cómo yo y actuar cómo yo. En algunas ocasiones y con ciertas personas.

— ¿Por cuánto tiempo?

— Sólo hasta que Danilo piense que soy inmune a sus encantos.

— ¿Danilo es el idiota de la foto?

— Si.

Saqué mi celular y le mostré fotos de todos mis amigos. Le conté de mi relación con Danilo, cómo empezó y cómo terminó, ella no hizo más que regañarme.

(Foto de Danilo)

Foto de Maribel.

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