Amargada

Carol

Miércoles por la mañana, tuvimos la primera audiencia del juicio contra Iván, salió muy bien y aunque le insistí a Max que podía ir sola, no hubo manera, había decidido que me iba a acompañar en cada momento y si había alguien terco en este mundo era Maxwell Hamilton... así que respiré hondo y lo dejé hacer lo quería, era la mejor manera de no discutir, solo le advertí que si se ponía por demás posesivo no iba a acompañeme más. Por la tarde trabajamos los dos en la empresa, aunque Alex nos ayudaba organizando de otra manera porque solo veníamos por la tarde el trabajo se acumulaba y este tiempo sería muy difícil para todos.

- Segura podrás con eso? puedo pedirle a Sam que te ayude... tampoco puedes andar como una loca de aquí para allá -

Me preguntaba Alex de lo más comprensivo, porque todos nos estábamos esforzando, Blanca trataba de cubrir lo que más podía a Santiago, pero había cosas que aún no manejaba así que Max tenía que estar pendiente de ayudarla, más lo que se sumaba a diario y solo llevaban el y Alex, por eso debía tratar de tener todo lo legal solucionado para alivianar la carga de ambos

- Puedo... tranquilo, solo deberías tratar de poner al tanto a Sam, alguien deberá ir a Londres y quién sea que vaya, en este momento yo no podré acompañarlos-

Sabía que Alex en el primero que iba a pensar para cerrar esos contratos sería Max, era genial para negociar porque era por demás elocuente y sabía explicar cada detalle a la perfección, se había recibido en finanzas y se especializó en Logística, eso hacía que fuera práctico y rápido, el y Theo siempre eran los que más habían viajado en su momento, pero yo sabía que si Alex le pedía en este momento sería un problema.

- Lo sé... mi primera opción eran tu y él, después pensé en ir él y yo y que tú quedes a cargo junto a Theo, Santiago tardará un poco más en regresar... no sé, quizás se pueda ir más adelante y vayas con Theo... no lo definí aún -

No me molestaba porque sabía cuan importantes eran esos contratos, pero debían ser mínimo tres días y no me sentía muy cómoda con Andrew. Ya era casi la hora de irnos así que salía de la oficina junto a Alex cuando nos encontramos con Alma preguntando por Max, y al parecer traía en una funda un saco o un traje de él, para que decir que me puse furiosa, solo sonreí como si no me importará

- Tranquila, yo me encargo -

Me susurro Alex al oído que se adelantó a saludarla, al parecer recién llegaba, así que Alex le decía que Max estaba ocupado pero podía dejarle el recado con él

- Ay no... no te molestes, solo el día de la gala se olvidó su saco, y como necesitaba hablar con el decidí venir en persona -

Hablaba tan amable tan dulce que no podía ni siquiera decir que hacía algo para hacerme sentir mal, todo en ella tenía un propósito pero sabía ocultarlo muy bien. Max salió en ese momento para irnos, y se quedó mirando un segundo haciendo ese gesto de molestia que jamás se preocupaba por disimular

-Maxi... justo le preguntaba a Alex por tí... necesitaba hablar contigo -

La odiaba sin dudas... su voz era tan tranquila y melodiosa, la miraba pensando quién podría decirle que no? si era la delicadeza andando.

-Si me disculpan, debo irme, que tengan buenas tardes-

Lo dije lo más amable posible, tratando de disimular el odio que me brotaba desde adentro, para que mentir ... yo no era una santa niña, al contrario de eso debía controlar mis reacciones a diario

- Carol... un segundo, nos vamos juntos a casa de tus padres -

Max me tomo del brazo para detenerme y me hablaba de lo más comprensivo

- Yo me voy a casa de mis padres, tu... Maxi, tienes cosas que atender, solo hazte cargo tranquilo -

Juro que trataba de disimular pero era más fuerte que yo... Max la ignoró deliberadamente y me llevo de la mano a mi oficina, cerrando la puerta apenas entramos

- No tengo nada que atender... ya hablamos sobre ella, sabes que no me cuesta nada dejarla parada ahí -

Me miraba a los ojos y se lo veía molesto, y si era cierto a Max no le costaba nada ignorar algo que le incomodaba, jamás le importaba lo que el resto opinaba.

- Lo sé ... pero va a regresar una y otra vez, y la verdad no sé que pretendo que hagas, porque sé que no me mientes, pero no quita que me moleste verla aquí...así que solo fíjate que quiere y nos alcanzas después en casa de mis padres-

Apenas termine de hablar Max me abrazó y suspiro

- Vamos... si quiere algo que lo diga en frente tuyo, solo te voy a pedir un favor... Aléjate de Alma, deja que yo me ocupe de ella,... puedes confiar en mí? -

Me quedé en silencio un momento pensando en sus palabras, no tenía porque no creerle, pero no dejaba de incomodarme, además Max era demasiado compasivo, a veces cuando la gente le mostraba tristeza o sufrimiento por naturaleza trataba de ayudar, y a mi entender Alma era una experta en verse como una pobre mujer desvalida.

- Mientras se mantenga alejada de mí yo haré lo mismo... ahora terminemos esto de una vez quiero ir a ver a mis hermanos-

Apoyó sus dedos en mi mentón para levantar mis rostro y mirarme directamente a los ojos

- Piccola... entiende, no hay ninguna mujer en este planeta más importante que tú... te lo ruego, aléjate de ella-

Me besó y en ese beso no solo sentí la necesidad que teníamos ambos, sino también preocupación.

- Gracias por el saco, debo irme, necesitas algo más ? -

Habíamos salido de la oficina y Max le hablaba de los más frío a Alma, me tenía de la mano prácticamente detrás el el, como si me cubriera con su cuerpo.

- Oh es que quería aclarar lo del mal entendido de la conversación que tuvimos en la gala, no quiero que creas que ..-

Max levanto su mano y no la dejo terminar de hablar

- Para mi no hay malentendido, tengo mis seguridades, como te dije estamos apurados, que tengas buenas tardes-

Alma lo miraba asombrada, Max tomó el saco de su mano y se giró a ver a Walter que se iba

- Oye Wal, es tuyo hermano... tendrás que adaptarlo un poco -

Le dió el saco sin darle tiempo a nadie a decir nada y me saco de allí casi corriendo, Walter estaba feliz, yo lo miraba asombrada por su reacción

- Estás loco?? es un Armani de colección! cómo lo regalas así?!-

Le decia mientras íbamos a su automóvil, además Max tenía el doble o más de espalda que Walter.

- No lo quiero, tengo otro... ni se donde anduvo ese saco después de la cena -

Solo me largue a reír a veces Max era como muy supersticioso por así decirlo. Apenas llegamos a casa de mis padres parecía una locura ... era entrar a otro mundo, regla número uno, solo se hablaba en Italiano, por eso Max tuvo que aprender y Andrew lo manejaba con facilidad, segundo los saludos eran efusivos, abrazos, besos en ambas mejillas, todos hablaban fuerte y reían de todo, y por sobre todo sentarse a la mesa y comer todos juntos entre bromas y risas, pero en esta ocasión además de que estaba Valentino y Lía, Max volvía a ir conmigo y Andrew... así que todo era más efusivo que de costumbre.

Después de cenar estábamos en la sala por tomar un café, Andrew y Pam jugaban por la casa y nos divertimos conversando con las anécdotas de Valentino sobre Isabella, su esposa que no había podido acompañarlo está vez por cuestiones de trabajo

- Y tu Lía? llevas doce años junto a la mascota, te vas a casar o solo piensas adoptarlo? -

Gianni siempre se burlaba de Fabio, era el novio de mi hermana, un hombre muy amable y paciente, al contrario de ella que era energética y efusiva, se amaban desde adolescentes, pero para Lia el matrimonio era solo un papel que no necesitaba.

- Deja a Fabio en paz! demasiada paciencia te tiene, me voy a casar después de tí imbécil! -

Todos reían porque Gianni era algo mujeriego, pero se escudaba en qué era joven para sentar cabeza

- Si Max se casó con la amargada... todos podemos casarnos aquí-

Gianni se burlaba de mí y Max reía de lo mas tentado

Solo lo mire un segundo y disimuló tratando de ponerse serio

- Y luego se divorcio... te faltó ese detalle-

Le dije a mi hermano con mi rostro rojo de furia.

- Porque es un hombre inteligente... por eso lo queremos tanto -

Gianni era imposible, los hombres de mi familia lo eran

- Y así mismo está aquí... al parecer la amargada como tú dices tiene bastante poder, así que cierra la boca Gianni, porque las mujeres de esta familia manejamos todo a voluntad! -

Lía choco la mano conmigo y miro a Max esperando que dijera algo pero solo río y asíntio con su cabeza

- Una mujer Italiana es la cabeza de la familia... son unas damas en público y unas Leonas en privado... por eso su madre manda-

Dijo mi padre como si nada y mi madre se levantó riendo quitándole la copa de vino

-PAPA!!!!!!-

Gritamos los cuatro al unisono mientras Valentino decía que esa información no le interesaba en lo absoluto, luego como siempre Gianni y Max empezaron la eterna discusión por la bendita camiseta, así que salí al patio un poco para tomar aire e ignorarlos

- Que pasa hermanita? todo bien con Max? recuerda que siempre puedo hacerlo desaparecer, aunque lo quiera como a un hermano -

Valentino vino a mi lado trayendo una copa de vino para cada uno y sonriendo como siempre

- Oh si... es que la verdad la bendita camiseta me hace doler la cabeza -

Tome la copa y le sonreí, feliz de que estuviese aquí

- Hmm está noche solucionare eso, pero no soy tonto Carol, además hablé con Max cuando se separaron, pensaste que iba a soportar verte sufrir sin que él me diera una explicación? eres mi paracaidista favorita, jamás voy a dejarte sola -

Paso su brazo por mis hombros para pegarme a él, Max nunca mencionó nada que habían hablado, pero no me extrañaba de mi hermano... siempre cuido de mí de cerca o lejos.

- Así que ya lo sabes?... estoy cagada de miedo, lo amo con locura y se que me ama, quiero por sobre todas las cosas estar con él, pero ya había pasado un año, lo extrañaba si... pero quizás me estaba acostumbrado a estar sin él, ahora estamos... no juntos como antes, pero estamos, y si no funciona esta vez? no sé si podré reponerme -

Ambos nos mirábamos, pero como siempre me sonreía de lo más comprensivo

- Es lógico lo que sientes, pero no vas a renunciar a tú felicidad por miedo no? eres una mujer demasiado fuerte para él tamaño que tienes -

Reímos los dos y me apretó más contra él

- Te voy a contar un secreto... todo este tiempo Papá, Gianni, y yo estuvimos siempre en contacto con Max, sabemos todo, y sabemos cuánto te ama y cuánto se esfuerza, de otra manera no lo dejaríamos acercarse a tí... ayúdalo bambola ( muñeca ) eres la única que puede hacerlo, demasiadas culpas y dolores lo agobian, pero es un excelente hombre, solo tiene que superar sus miedos, por lo demás es uno de los mejores hombres que he conocido en mi vida ... no te rindas, no está en tu naturaleza -

Mire a mi hermano entre asombrada y emocionada, si... definitivamente mi familia era grandiosa, y como dije... amaban a Max y él a ellos. Antes de irnos, Valentino le trajo una camiseta a Gianni autografiada por no se que jugador, pero la felicidad de mi hermano era tremenda

- Quédate con la camiseta Mula!!! ya tengo una mejor!!-

Reía feliz Gianni y se burlaba de Max que automáticamente ya quería esa también, lo que él no sabia que Valentino me había dado en secreto una para que le diera a Max en casa.

- Gracias a la virgen y a Valentino!! no quiero escuchar más discusiones, recuerda Gianni, se la regalaste delante de todos! -

Lía lo amenazaba delante de todos, mi padre y Valentino reían y mi madre decía que si volvían a pelear por lo mismo iba a quemar las dos camisetas.

- Fiore tu hijo no es normal... definitivamente -

Le decía Max mientras la saludaba para irnos y yo trataba de despegar a Andrew se mi padre

- Ninguno de los cuatro lo es... son especiales y únicos, y tú también sino no formarias parte de nuestra familia -

Mi madre como siempre tan cariñosa lo trataba como a un hijo, mientras mi padre le recordaba que el sábado irían todos los hombre a pescar antes que Valentino se marchará, amaba ver cómo Max se sentía feliz con todos ellos. En el camino de regreso era tarde y estaba cansada al igual que los niños así que nos dormimos mientras Max conducía a mi casa, me desperté cuando se detuvo en casa pero lo escuché maldecir, me acomode en el asiento tratando de enfocar mi vista, Max se veía muy enojado

- Piccola quédate aquí con los niños... no bajes si no te digo -

Me dijo de lo más serio, tome su brazo y le pregunté que sucedía

- La puerta de tu casa está entre abierta, necesito que te quedes aquí y cuides de ellos sí? mantén las puertas trabadas, enseguida regreso -

No me dijo más nada, dejo un beso en mi frente y bajo...miraba atenta cada paso que daba, sabía que no iba a pasarle nada, Max sabía lo que hacía pero aún así me daba miedo, demoró casi media hora, subió y medio media sonrisa pero se lo veía muy muy molesto

- Vamos a mi casa, está todo revuelto... y antes que preguntes no fué un robo, están todas las cosas de valor, esto es sobre ese maldito juicio...vinieron a buscar información, cuando rayos vas a admitir que tengo razón Carol? te dije... no debiste tomar ese caso...-

Estaba pensando muy preocupado, tanto así que me abrazó fuerte y me decía que no sabía que iba a hacer conmigo.

-Esta bien, pero debo buscar mi ropa, la de los niños... sus cosas para la escuela, no voy a huir de mi casa Max... no van a asustarme, hoy o que es tarde pero necesito volver a mi casa -

Me miró negando con su cabeza y poniendo el automóvil en marcha

- Y yo soy terco? Los dejó en casa y vuelvo por las cosas, aunque sean unos inútiles voy a llamar a la policía para denunciar esto. Se que quiere ir despacio Carol... y lo entiendo, pero debes pensar en volver a vivir juntos, no solo porque lo deseo más que nada, sino porque es más seguro para tí y Andrew -

No respondí y me quedé mirandolo mientras conducía y con una mano revolvia su cabello... estaba nervioso y ansioso... notaba como trataba de controlarse, si dudas estaba resistiendo, dejarnos en casa y volver solo, no sería buena idea... rogaba que Esther estuviese allí para dejar a los niños, sabía que si salía solo de casa en ese estado nos seria la mejor situación en este momento, era demasiado para él, su padre, su preocupación por el juicio y por nosotros, su hermana, Alma ... el trabajo, y como siempre jamás se quejaba.

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