Mago

Carol

Estaba sentada en la cama con Max delante mío sujetando mis manos, lo escuchaba hablar y sentía que me iba a explotar el corazón... no sabía si llorar, reírme, matarlo o besarlo, todo eso pasaba por mi cabeza mientras más me explicaba más me enojaba

- Dime que es broma... por favor dime qué ni tú ni Patrick son tan idiotas... dime qué es una mentira para que crea que no te gusta Alma... dime cualquier cosa menos que lo que acabas de decir es cierto -

Quise soltar sus manos pero no me dejó, me miraba a los ojos y tomaba aire ... su mirada era abatida y triste, conocía tanto... demasiado a Max, sabía que no mentía.

- Lamentablemente no lo es, pero antes que descargues toda tu furia, deberías considerar a mi favor que ya estábamos separados -

Cerré mis ojos para no reír de él... Max siempre buscaba algo de dónde aferrarse para que mi enojo fuera más leve... era igual a Andrew o viceversa

- Ni siquiera sé cómo reaccionar... me sentía tonta, patética e insignificante cada vez que los veía juntos...lloraba porque te habías enamorado de alguien más y resulta que era mentira... es así? o te faltó algún detalle más? -

Pregunté de lo más sincera porque realmente me parecía hasta estúpido lo que habían hecho y que todos los hombres supieran menos nosotras, Max me miraba como pensando que decir, porque ser dulce no era su fuerte...

- Si ...pero antes que nada deberías considerar todos los aspectos positivos -

Hablaba de lo más serio y hasta convencido

- Hmm que según tú cuáles serían? -

Lo mire con los ojos entrecerrados esperando que como un mago sacara un conejo de la galera, porque para eso era un experto

- Uno: No hay manera que ella sea mejor que tú, en nada de nada... Dos : está vez no te traicione, fue bastante después que nos separamos, Tres: nunca me pareció más atractiva ni más hermosa que tú, Cuatro: si Alma no hubiese inventado un supuesto embarazo no estaríamos hablando, Cinco : y el más importante de todos nunca me enamoré de ella, ni me gustó y nunca deje de amarte -

Habia soltado mis manos y contaba enumerando con sus dedos de lo más serio...

- Tienes cinco segundos para salir de mi habitación antes que te asesine... y sabes que no es broma-

Le dije entre enojada y dolida... en su afán de ayudar a nuestros amigos no se dió cuenta el dolor que causó

- Piccola escucha en serio...-

Comenzó a decir pero con solo mirarlo entendió, me conocía de memoria y sabía que tenía que hacer

- Mejor voy a la cocina a llevar todo esto... deberías darte un baño caliente y volver a la cama-

Se puso de pie recogiendo lo del desayuno rápido para no darme tiempo a correrlo de casa. Me estaba duchando y debía estar loca porque recordaba sus palabras y reía sola de su desfachatez, por qué lo peor de todo era que el estaba convencido que era así, volví a la cama y escuché que estaba en la sala viendo televisión, deportes obviamente, todo que implicará una pelota o un balón le encantaba.

- Carol... despierta debes comer algo-

Escuchaba la voz súper ronca de Max y como acariciaba mi cabello

- Creí que ya te habías ido a tu casa...no te dije que te fueras? -

Le dije sin abrir los ojos porque realmente estaba disfrutando de su contacto

- Me dijiste que me fuera de la habitación...y eso hice, ahora vamos a almorzar -

Sinceramente Max era un caso perdido o al menos siempre me ganaba

- Dime que no cocinaste... en serio, tus intenciones son buenísimas, pero dime qué no usaste mi cocina -

Virtud de Max: cocinaba increíble, Defecto de Max: luego de cocinar parecía que había explotado la bomba de Hiroshima en la cocina.

- No... no lo hice, fue Esther...-

Me senté de golpe en la cama de lo más asombrada

- Te volviste loco??!!! hiciste venir a Esther aquí? voy a matarte Hamilton en serio...-

Lo miraba para poder entender que rayos le pasaba por la cabeza

- Ves cómo te despiertas rápido? hablé con ella hace un rato, no le pedí nada, solo cocino para ambos y me lo envío -

Me dijo riendo de mí, me cargo en brazos y me llevó a la cocina donde ya estaba todo listo en la mesa, realmente se estaba esforzando a lo grande

- Puedo caminar Max...no necesitas cargarme, porque no fuiste por Andrew? -

Le pregunté una vez que ya estábamos en la mesa y el servía para ambos

- Tu padre lo llevaba a pescar, hablé para ver a qué hora regresaba y tu madre me dijo que Gianni lo traía cuando regresaban-

Max amaba a mi familia y mi familia amaba a Max, por eso jamás supieron nuestros problemas reales, jamás les dije algo malo de Max, solo que nos separamos por problemas de convivencia, como toda familia de Italianos éramos muchos, Valentino: Mi hermano mayor tenía 36 años, casado hace menos de un año, seguía Lía, con 33 años, llevaba más de una década de novio pero decía que jamás iba a casarse, ella y Valentino trabajaban en el viñedos de mis padres y antes de mis abuelos y por eso vivían en Italia, Luego estaba Gianni tenía 31 años, trabaja aquí con mi padre, hace mas de diez años mi familia abrió una representación del viñedo en Nueva York para su comercialización y cada vez crecían más ...por eso pude estudiar y quedarme aquí y por último yo...según mis hermanos la paracaidista de la familia, porque nadie me esperaba, aquí me decían Carol... pero mi nombre era Carolina Fraquellis, mi familia si tuviese que definirla en una sola palabra era "Grandiosa", Max les decía los locos Adams o los locos Fraquellis, porque era imposible no reír con cada uno de ellos.

- Gianni va a darte una paliza cuando te vea... tienes tiempo de irte antes que llegue -

Le dije mientras empezaba a comer, Gianni era fuerte y atlético pero jamás podría darle una paliza a Max

- Gianni es un mafioso! quiere que le devuelva una camiseta que el me regaló y cada vez que me ve dice que va a romper mis piernas! -

Se defendia como si fuese un niño... según mi hermano se la presto, según Max se la obsequio pero ambos querían esa camiseta

- Ya devuelvela! cada vez que se cruzan hablan de lo mismo! -

Años llevaba esa discusión, se abrazaban, bromeaban y hasta salían juntos, pero cuando salía el tema de la camiseta ninguno daba el brazo a torcer, así que los ignorabamos

- De ninguna manera! es una camiseta original del Inter!! el me la regaló y dijo que traería otra cuando viajara! -

Max no iba a ceder... era la persona más terca del planeta

- Compra una original en una casa de deportes y la devuelves ...-

Fue lo peor que pude decir porque tuve que soportar el monólogo de Max de porque no seria la misma. No quise volver a la cama, así que me fuí al sofá a ver una película, me sentía realmente agotada y mal, me recosté en el sofá y antes que me diera cuenta Max ya había traído una manta para cubrirme, tomo asiento apoyando mi cabeza en sus piernas, al parecer no pensaba moverse de mi casa

- Voy a ver un " Ángel enamorado " deberías irte a hacer tus cosas, gracias pero puedo cuidarme sola -

Max odiaba con todo su ser esa película, incluso sin haberla visto completa jamás, yo no tenía ganas de verla en este momento, pero quería que se fuera... en parte, por otra parte me sentía feliz de tenerlo en casa.

- Excelente... muero por verla-

No podía ser más irónico pero ya se le había puesto algo en la cabeza así que iba a soportar cualquier cosa. Me sentía muy mal así que me dormí a los diez minutos, ni sé cuánto tiempo paso, solo escuché el timbre de la puerta y ahí desperté porque Max apoyaba mi cabeza en un cojín para ir a abrir la puerta, no me hizo falta levantarme porque desde donde estaba veía quien era ... mi hermano y Andrew.

- Mamá por poco no hace los arreglos para tu funeral, sabes que jamás debes decir la palabra " enfermedad" delante de ella, le faltaba llorar-

Me saludaba mi hermano y dejaba un beso en mi frente, yo me había sentado y ya tenía a Andrew en mi regazo que no pensaba moverse de ahí

- Yo no le dije nada... no pensaba llamarla, aquí el listillo abrió la boca -

Dije señalando con mi dedo a Max, el cual cambio de tema y de inmediato empezó a hablar con Gianni de lo más animados y reían no sé de qué

- Te levantaron el castigo? o vienes porque te encanta que mi hermana te haga sufrir? -

Mi hermano siempre bromeaba que Max me soportaba y que estaba loco

- Ni una cosa ni la otra... Max es mi ex y en segundos tu serás mi ex hermano ! -

Le dije de lo más molesta, en ese momento Andrew bajo de mi regazo para buscar no se que... pero salió corriendo y chocó con una silla

-Stronzo!!! -

Grito como si nada... Max giro su rostro a verlo y comenzó a reír sin siquiera decile nada

- Andrew!!!! eso no se dice! es grosero! y tú no te rías! -

Me puse pie para regañar a Padre e hijo, mientras mi hermano reía de lo mas tentado

- Ahh no seas aburrida... nadie le entiende...-

La defensa de Gianni era patética

- El tío dice así -

Andrew en su inocencia ni sabía que significaba

- Tampoco es para tanto... solo dijo estúpido -

Max seguía ríendo y ayudaba a Andrew a ponerse de pie

- En tu idioma significa eso... Gianni deja de enseñarle groserías!! -

Lleve la mano a mi frente porque me sentía algo mareada

- Vuelve a la cama amargada, se te ve horrible, Max el miércoles llegan Valentino y Lía, hay cena en casa, vines? -

Gianni lo invitaba y yo quería matarlo, no era así... desde que nos separamos a pesar que se veía a veces con ellos nunca más fuimos juntos

- No puede se junta con sus amigos-

Interrumpí apresurada pero volví a sentirme mareada, y al parecer se notó porque en dos segundos Max me cargó en brazos y Andrew reía de lo más feliz

- Si puedo, iré encantado... dame un segundo ya regreso-

Me dejó en la cama junto a Andrew que venía con nosotros

- Voy a hablar con tu tío... no dejes que mamá se levante si? -

Mi pequeño asíntio de lo más serio como si fuese una misión especial y de inmediato se acostó a mi lado para contarme como le salía todo lo que hizo en casa de mis padres, dormí el resto del domingo, por la noche cenamos los tres juntos realmente era muy agradable, me sentía feliz, miraba a Max y Andrew reír y era de lo más hermoso, hasta que el timbre sonó y Max fue a abrir la puerta, regresó de lo más enojado

- Tu vecino siempre viene a esta hora?

Parecía que quería asesinar a alguien, resople y me levanté para ir a abrirle, conocía a Max debió cerrarle la puerta en la cara

- Josh es un amigo simplemete y no estás en posición de quejarte -

Le dije con media sonrisa, iba a abrirle a Josh mientras escuchaba como Max soltaba sapos y culebras. Estaba en la sala conversando con Josh que me contaba como había terminado la cena y reía de sus burlas sobre mi huida

- Regreso enseguida... tengo llave-

Apareció sin siquiera mirar a Josh, es más nos sorprendió a ambos que lo mirábamos en silencio de lo más asombrados, estaba por salir, se detuvo y vino hasta mí, dejo un beso en mi frente y luego se fué... ni siquiera sabía a dónde

- Siempre es tan simpático porque parece que quisiera asesinarme -

Decía Josh alzando sus cejas de forma graciosa

- No le hagas caso, es así con todo el mundo -

Mentí descaradamente porque Max si quería asesinarlo y porque era de lo más simpático con la gente que le agradaba

- Hmm supongamos que es así... volviste con él o que paso? porque antes no lo dejabas pasar -

Me preguntó de lo más intrigado, algo que ni yo sabía responder o qué iba a hacer, así que le dije que estábamos llevándonos mejor por Andrew, y me dió una mano porque estaba enferma... no es que quisiera mentirle, de hecho jamás lo hacía, prefería guardar silencio, pero el tema de mi relación con Max era muy complicado, incluso Josh pensaba que nos separamos solo porque nos llevábamos mal.

- Mm se dice que volver con un ex, es como ducharte y volver a colocarte la ropa sucia... no sirve, por algo es "Ex"-

Me decía simulando comillas al aire

- Ajá...suena lógico, incluso si Valery entra por esa puerta en este mismo momento buscándote? -

Le pregunté de lo más irónica, porque el me había confesado que fue su único amor

- Buen punto Carol abogada... pero voy a abstenerme de responder -

Se puso de pie riendo para marcharse

- Sigue haciendo reposo, mañana te llamo para ver cómo sigues, si necesitas algo solo me avisas-

Se despidió como siempre de lo más alegre y le prometió a Andrew que en la semana irían juntos a pasear a Budy.

Me había acostado con Andrew a mi lado al que no pude llevar a su cama porque según él su papá le ordenó cuidarme hasta que regresara, pero estaba tan cansada que no me puse a pensar dónde había ido solo me dormí. Desperté porque escuché la alarma de un teléfono que no era el mío...es más note que desde el viernes por la noche debía seguir en mi bolso, quise levantarme pero el brazo de Max me sujetaba de la cintura

- Duerme ... no irás a ningún lado-

Dijo sin siquiera abrir sus ojos, si su voz era ronca normalmente por la mañana era aún más y me encantaba

- Debo llevar a Andrew al colegio y debo o mejor dicho debemos ir a trabajar -

Otra vez quise levantarme y no me dejó solo me acomodo más contra él

- Yo llevaré a Andrew, volviste a tener fiebre anoche, así que no irás a trabajar, te quedarás en esta cama hasta que regresé para almorzar con Andrew -

tomó aire y se estiró un poco antes de abrir sus ojos, y cuando los abrió me quedaba como una imbécil perdida en ellos

- Que te paso anoche? por qué te fuiste así? -

Le pregunté hasta con temor porque me recordó a esos momentos que le agarraba ansiedad y salía a beber a cualquier bar

- Necesitaba ropa y estabas con el vecinito, fui a casa y regresé para ducharme aquí, pero cuando llegué tu dormías y Andrew no... así que lo lleve a su habitación, me duche, te dí el medicamento para tu fiebre y me dormí en dos segundos -

Escucharlo me dió un alivio increíble, sabía que no mentía...porque sino me hubiese dicho " a dar una vuelta"

- Y dormiste toda la noche?-

Pregunté revisando con mi mirada su rostro, pero me relajé al verlo sonreír

- Toda la noche de corrido, descansé genial -

Se puso de pie no sin antes dejar un beso en mi frente, y ahí estaba yo como toda una babosa mirando su cuerpo, dormía en boxer así que siempre me había gustado ver su espalda cuando estiraba sus brazos cada mañana al salir de la cama.

- Voy a darme una ducha, luego preparo el desayuno antes de despertar a Andrew -

Me decía con toda la naturalidad del mundo como si ya viviera con nosotros, me levanté despacio y ví que estaba en ropa interior... odiaba que Max me conociera tanto... sabía que a mí no me gustaba dormir con pijamas así que debió quitarme la que llevaba para andar dentro de casa, me cambié y fui a hacerles el desayuno antes que el osara tocar mi cocina.

- Dije que te quedarás en cama ... porque jamás me haces caso? -

Max apareció en la cocina casi listo, hasta había rasurado su barba que tanto me gustaba, se ponía sus pantalones y zapatos de vestir, pero se dejaba una playera puesta y solo después de desayunar se la quitaba para ponerse su camisa, por qué? nunca lo supe

- Porque es mi cocina mis reglas... mi casa mis reglas -

Terminé de poner todo en la mesa y se me acercó sonriéndo tan hermoso que mi fuerza de voluntad ya estaba por el piso, solo se acercó un poco más y ya no pude contenerme más ni el tampoco, solo me puse de puntillas de pie y nos besamos sin decir nada más

Dios como extrañaba a Max... cómo amaba a este hombre... todo el mundo podía llamarme loca por esto pero era lo que yo quería, nadie sabía lo hermoso que era este hombre en realidad porque escondía todo... pero yo sí, y no me importaba otra cosa en este momento que él y lo que me hacía sentir

- Te amo Piccola, te amo demasiado -

Me susurraba con sus labios pegados a los míos y volvía a besarme casi sin déjame respirar

- Ahora si son novios papá y mamá?-

La voz de Andrew nos hizo separar ríendo, siempre le dije que papá y mamá eran amigos.

- Mamá es la mujer de papá y tú mi hijo despeinado y a medio vestir...vamos a lavar esos dientes y a cambiarte -

Le dijo Max sin darle tiempo a preguntar más nada, porque Andrew estaba algo dormido pero cuando una respuesta no le convencía demasiado era muy insistente

- Entonces si vivirás otra vez con nosotros? -

Escuchaba a Andrew preguntar de lo más contento mientras Max lo llevaba al baño

- Cuando mamá me de permiso-

Escuché la respuesta de Max que lo dijo más bajo y Andrew le decía que debían comprar bombones así me iban a convencer... Me quedé en la cocina con una sonrisa estúpida en mi rostro... no sabía cuánto iba a durar esta vez la felicidad, pero estaba dispuesta a disfrutarla y cuidarla, solo rogaba con todo mi ser que está vez Max pudiera reponerse, porque sino por más que yo quisiera no podría hacer mucho más, y definitivamente sería nuestro fin.

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