3. Juramento de amor

Mía

No puedo creer lo que pasó, Dios!!!!, me desconozco, me dejé llevar por completo por el deseo y aunque lo disfruté muchísimo, eso no puede volver a pasar, cumplí una de mis fantasías eróticas, que era tener uno de esos en mi boquita y además fue el de Damon, debo decir que estoy más que satisfecha, la verdad quería seguir, quería que se comiera mi cosita con esa boquita que tanto me gustó probar y que rematara con fuertes embestidas, quería que esa deliciosa lengua me hiciera delirar, pero el cese del agua que caía, me hizo regresar a la realidad, por cierto, no sé qué tiene la lluvia que en vez de enfriarte te calienta, porque yo parecía un volcán a punto de erupcionar y Damon estaba igual o peor, me da un poco de lástima haberlo dejado así, iniciado, pero la cordura regresó a mí y no era correcto lo que estaba haciendo, además si llegaba más tarde, me ganaría una reprimenda de mis padres.

Ahora lo que me preocupa, es como lo voy a mirar a los ojos nuevamente, esta situación es nueva para mí y no sé como actuar, además, sé que cuando lo vea la calentura regresará a mi cuerpo, pues se quedó con ganas de más, ¿cómo podré disimular eso?

Con todos esos pensamientos en mente, me fui a dormir y los sueños eróticos no se hicieron esperar, en mi sueño, Damon me llevó a una habitación llena de rosas rojas y la cama tenía un gran corazón hecho con pétalos de las mismas, Damon comenzó a desnudarme y vertió crema de chocolate en ambos de mis pechos y los chupó, luego con el mismo chocolate trazó un camino por mi abdomen llegando a mi monte de venus y lo llevó a su boca con besos y mordidas suaves, luego llegó a mi zona húmeda y ... Sonó la bendita alarma de mi celular, arrastrándome de los brazos de Morfeo y de paso de los de Damon.

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Damon

Llego a la U, buscando a mi hermosa Mía, ahora si le puedo hacer honor a su nombre, ahora es mía, faltó un poco para que lo fuera completamente, pero con lo que pasó me bastó para confirmar lo que siempre he sabido, esa niña no solo me gusta, estoy enamorado de ella, nunca antes había estado tan necesitado de ver a alguien como me pasa con ella, si pudiera, le pediría de una vez que se casara conmigo, pero aún somos muy jóvenes, no tengo nada que ofrecerle más que mi amor y de amor no se vive, mis padres tienen dinero, pero yo quiero ganar mis cosas con mi propio mérito, tendré que esperar a formar mi propio imperio, para ponerlo a sus pies, porque ella se merece todo, puedo ser su esclavo si así ella lo quiere.

He tomado prestada una rosa del jardín de mi vecina, para dársela a mi niña, no sé si a Mía le gusten estas flores, pero no sé que más regalarle, creo que necesito un curso intensivo en el arte de conquistar.

La veo llegar y comienzo a caminar en su dirección, pero Andrea, su amiga, me gana, llegando primero a su lado, es una pesada, así que desisto de la idea de hablarle, creo que tendré que esperar hasta que estemos en el laboratorio, porque esa amiga es como un chicle, nunca se le despega, no la deja ni a sol, ni a sombra.

La veo desde lejos y está tan hermosa como el primer día en que la vi, la diferencia es que ahora no es tan inalcanzable, siempre pensé que no se fijaría en mí, pero la forma en que respondió a mis besos y mis caricias, me demuestran que no le soy del todo indiferente.

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Mía

Ya es hora de ir a hacer aseo al laboratorio y no sé como voy a hacer para no saltar a los brazos de Damon, o peor aún, no sé como actuará Él, no creo que lo que pasó ayer haya sido importante para el chico popular, yo debo ser una conquista más, las mujeres le sobran, ¿por qué le va a interesar alguien como yo, sin experiencia?

Llego al laboratorio y ya está ahí, se ve extraño, parece estar nervioso, pero, ¿por qué estaría nervioso?, si alguien tiene seguridad en sí mismo ese es Damon Williams, tal vez, cree que le haré un drama y que le exigiré que se case conmigo y por eso está así, pero por supuesto que no, yo tengo las cosas claras, sé que él es un hombre dispuesto a darle placer a la mujer que lo necesite sin tomarla en serio y mucho menos a alguien como yo.

Damon

Por fin ha llegado la tarde, ella llega al laboratorio, yo ya la estoy esperando, con un trozo de pastel de fresa y la rosa, pero tengo miedo de lo que vaya a pensar, ¿creerá que soy un acosador?, sería entendible si piensa así, que conozca sus gustos es un poco extraño, pensé en comprarle otro sabor para no ser tan evidente, pero es que este es su favorito y después de mirar varias opciones, terminé por comprarlo, decido dárselo y ella está bastante sorprendida, pero me lo agradece, también tomo un trozo para mi y le doy un vaso con leche, (que es con lo que suele acompañar el pastel) y otro para mí, nos sentamos a comer y hablamos un poco antes de comenzar con el aseo.

Me muero por volver a besar esos labios rojos, pero no quiero asustarla, voy a ir con calma, aprenderé a conquistar a una mujer, no será fácil pero tendré que hacerlo si quiero que esta maravillosa chica me dé una oportunidad.

Estamos en total armonía, cada movimiento suyo lo veo como si danzara, parece una bailarina de ballet con sus movimientos delicados y precisos, creo que sus labios tenían alguna droga, porque no paro de pensar estupideces, me he vuelto adicto a ella, la necesito para respirar, para vivir y para sentir, ¡oh Mía!, ¿qué has hecho conmigo?, no puedo parar de mirarte, estoy anonadado con tu belleza, me has embrujado sin proponértelo y has hecho de mí un completo tonto enamorado, puedes hacer conmigo lo que quieras, seré tu más fiel servidor.

De ahora en adelante solo tengo ojos para ti, ninguna otra mujer besará mis labios, ninguna otra mujer estará en mis brazos y sobre todo, ninguna otra mujer entrará en mi corazón, yo, Damon Williams, te hago un juramento de amor.

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