1. Castigados

Hola mis apreciados lectores, esta vez les traigo una nueva historia donde encontrarán amor, odio, intriga, pasión, envidia, etc., voy a narrar la historia de Mía y Damon una pareja de universitarios que se admiran, se gustan y se desean, pero ninguno sabe lo que siente el otro, hasta que un no tan inesperado accidente hace que sus vidas se crucen directamente, llevándolos a conocerse un poco más a fondo, ok, tal vez muy a fondo en el sentido literal de la palabra, pero como nunca falta el envidioso que no puede ver a los demás felices, les complican la vida y sin más que añadir, démosle la bienvenida a nuestra querida Mía.

Mia

Todos somos el villano en un cuento mal contado y así fue como yo, la niña más bien portada de toda la carrera, terminé siendo la puta de la facultad... ¿Cuál fue mi error? Sencillo, meterme con el idiota, estúpido, pedante, pusilánime, imbécil, guapo, sexy, bueno... no, buenísimo en la cama, pero ¿qué tonterías estoy diciendo?, perdón me desvié un poco del tema, con el troglodita de Damon, el chico más sexy y el más deseado de la universidad, que no tiene nada bueno que ofrecer, aparte de ese gran miembro, que hace maravillas, debo decir que esa deliciosa boca también hace cosas espectaculares.

Todo se remonta seis meses atrás, un viernes, estábamos en el laboratorio de química; en uno de mis experimentos Damon, ¿ya les dije que es el chico más sexy de la U?, ese chico que todo el tiempo se las da de gracioso, se acercó y agregó su mezcla a mi mezcla, y por supuesto, hubo una explosión muy fuerte, por suerte no hubo heridos, pero sí castigados, Damon y yo, la chica que jamás, jamás de los jamases había recibido siquiera una llamada de atención en toda mi etapa escolar y todo por ese maldito imbécil, nos dejaron toda la tarde limpiando el laboratorio y no solo la tarde, el castigo fue por tres meses, durante esos tres meses tendríamos que quedarnos todas las tardes haciendo aseo en el laboratorio.

El primer día yo estaba furiosa, lo quería matar, en toda la tarde no le hablé, al segundo día me llevó un helado para disculparse y fui cediendo un poco.

El jueves de la semana siguiente, cuando salíamos nos agarró un aguacero que nos dejó empapados y sobre su camiseta blanca, pude notar lo bien trabajados que estaban sus músculos, tenía bien marcada la tableta y esa sexy V, que me hizo sentir un cosquilleo en determinada parte de mi cuerpo de solo imaginarme como sería desnudo, cuando estaba perdida en mis pensamientos, Damon se acercó y me agarró como un demente, me besó, me apretó sobre su cuerpo y pude sentir ese gran bulto que estaba emergiendo, el beso cada vez era más demandante, tocó uno de mis pechos sobre mi ropa y no pude retener un gemido rebelde que se escapó sin control, yo necesitaba más, así que metí mis manos bajo su camiseta y toqué ese torso que me había hecho sentir como si tuviera una laguna en mi entrepierna, Damon dio un leve golpe en mi cadera, yo muy obediente salté a su cintura y entramos a la casa abandonada, por cierto no les había contado que vivimos en el mismo barrio, así que como salíamos tan tarde de la U, yo acepté que me acompañara hasta cerca de mi casa; y de camino, estaba esta casa abandonada, que nos sirvió para escamparnos cuando la lluvia se desató en medio de nuestro viaje.

Después del paréntesis continúo, entramos a la casa abandonada yo moria por sentir su cuerpo sobre el mío, necesitaba ver su cuerpo desnudo, además que este sería el primer miembro que vería en la vida real, bueno, antes había visto el de mi primo Tomás, cuando le cambiaba los pañales, pero ese no cuenta, la única experiencia con aquel órgano masculino eran las películas que veía a solas en mi habitación, ya había tenido mis momentos de placer, pero que te lo produzca un hombre... y no cualquiera, el más guapo de la U, es otra cosa, le quité su camiseta y me quedé embobada mirando el tatuaje de un dragón que cruzaba desde su pecho, hasta su espalda, él quitó mi blusa y bordeó mi sostén con su dedo, haciendo un roce sobre mi piel, ¡oh Dios, como lo disfruté!, besó la parte de mis pechos que quedaba fuera del sostén y luego desabotonó mi jean bota campana y lo bajó hasta mis muslos con sus manos y terminó de quitarlo con su pie, sin dejar de besar y mordisquear mi cuello, se apartó un momento y me observó completamente, me giró y me dio un beso en mi espalda, me dio una nalgada y luego mordió mi hombro, me alzó y me sentó en el mesón de la cocina, quitó mi sostén y atacó a cada uno de mis botones rosados, juro que estuve a punto de correrme, sentí su mano en mi prenda íntima y comenzó a estimular mi punto sensible y ya no pude aguantar más, arqueé mi espalda y dejé que fluyera, mientras pronunciaba su nombre en medio de jadeos, tuve la mejor sensación de mi vida, hasta el momento, porque luego vendrían más.

Luego les contaré más de lo que pasó durante estos seis meses, pero sí, efectivamente caí en sus garras, me dejé llevar sin pensar en las consecuencias, confié en él y me falló de la peor manera, mi vida no volvió a ser la misma desde ese desafortunado día, hasta mi familia se vio afectada por esa absurda relación, pero me las pagará, Damon se va a arrepentir de haber jugado conmigo, de utilizarme, eso lo juro.

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Hola mis maravillosos lectores, primero que todo, quiero agradecerles por leerme y por apoyarme. Por favor dar me gusta al final de cada capítulo, si creen que lo merezco.

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