Capitulo 2

A la mañana siguiente, un muy resaqueado Maximiliano se despertaba, con dos hermosas jóvencitas al lado de su cama, no recuerda como, pero las llevo a su apartamento para desfogar un poco la molestia que sentía por culpa de su difunto abuelo. El sonido de su celular terminó de despertarlo – Alo, dijo con voz ronca y soñolienta. – Donde demonios estás? Dijo al otro lado de la línea su padre Enrique en un tono muy molesto. – que pasa? Respondió Maximiliano, - el abogado nos citó en la empresa hoy,¡¡¡para revisar el nombramiento de la señorita esa y la transferencia de acciones y bienes tu como presidente actual tienes que estar aquí!!  ¡¡¿Dónde estás?!! Volvió a preguntar Enrique. A lo que Maximiliano respondió – voy en camino, voy en camino. Y colgó el teléfono.

Una hora más tarde Maximiliano llegó al Grupo Lombardi y se encontró con su papá y su tío Felipe quienes se encontraban con el Abogado Robledo, - necesito que convoquen a una Junta Directiva para dentro de dos días, dijo el Abogado Robledo. – ¿Y eso, para qué? Preguntó Maximiliano.

– Pues para proceder con el nombramiento de la Srta. Camila como presidenta del Grupo Lombardi y el nombramiento de usted Joven Maximiliano como vicepresidente.

 – Abogado, no puede pretender que aceptemos esta farsa como si nada, no podemos permitir que todo el trabajo y esfuerzo de mi padre y de la familia Lombardi, caigan en manos de una desconocida, dijo Enrique, intentando persuadir al Abogado. – yo solo sigo las ordenes que me dejó el Abuelo Máximo dijo el abogado, - vamos abogado, cualquiera sea la cantidad que te haya pagado el abuelo, podemos darte más si nos ayudas a que no se cumpla el testamento, dijo Maximiliano. A lo que el abogado respondió – Con todo respeto joven Maximiliano, pero ahora comprendo por qué su abuelo no quiso dejarlo a usted como presidente del Grupo Lombardi. Al escuchar esto Maximiliano frunció el ceño y se paró a servirse un trago.  Sres., por favor la junta directiva para el día Jueves a las 09:00 am, pido la presencia de todos los accionistas de la empresa, así como de los altos ejecutivos del Grupo Lombardi, dijo esto antes de salir de la Sala de reuniones.

-        ¡Papá no podemos permitir esto! Dijo Maximiliano sentado junto a su padre, se suponía que yo asumiría la Presidencia del Grupo Lombardi, no me importa compartir parte de las empresas con los hijos de mi tío Felipe, pero yo iba a ser el CEO del Grupo Lombardi, concluyó.

-Lo sé hijo, tenemos que pensar en algo, esa niña no nos va a vencer, dame tiempo para buscar alguna opción con los abogados, algo se nos ocurrirá, mientras tanto tienes que mantenerte al tanto del Grupo, no puedes dejar que esa niña haga lo que quiera con las empresas de la familia, dijo Enrique.

- No te preocupes padre, esa niña querrá renunciar antes de poder hacer algo, haré su vida imposible aquí en la empresa, nunca le voy a perdonar haberme quitado la presidencia, dijo Maximiliano con una mirada fría.

Mientras tanto en la Villa del Patriarca Lombardi – Srta. La junta directiva será el jueves a las 09:00 am para que usted tome posición de lo que le heredo el abuelo, dijo Tomas mientras le acercaba una taza de café a Camila. – De acuerdo Tomás, dijo Camila mientras daba un sorbo a su taza de café, ¿tu irás conmigo cierto? No puedes dejarme sola. Dijo Camila dándole una mirada suplicante a Tomás. – Por su puesto señorita, si usted así lo desea, yo estaré a su lado. Dijo Tomás sonriendo.

- Sabes Tomás, estuve pensando que esta casa es muy grande para nosotros solos, solo somos tú, nana y yo. ¿Quería saber si puedo invitar a unas personas a quedarse con nosotros?, pregunto Camila con cara de inocencia.

- Srta. Está ahora es su casa usted puede hacer lo que quiera con ella e invitar a quien usted quiera, pero si no es mucha molestia puedo preguntar a quien piensa invitar? ¿Sus amigos ya volvieron del extranjero? Preguntó Tomás. Camila había vivido desde que tenía 10 años con el Patriarca, razón por la cual Tomás la conocía muy bien, la había visto crecer y conocía a sus amigos, sus manías y costumbres, cuando llegó a la Villa del Patriarca se volvió como una hija para todos.

- Uhmm, muy pronto lo sabrás! Dijo Camila con cara de coqueta y volviendo a leer su revista.

- Tomás solo sonrió y dijo, de acuerdo señorita, pero me avisa con tiempo para preparar todo para sus invitados, y salió del Despacho del Patriarca.

Camila agarró su celular y marcó un número con algo de temor, mientras esperaba que contestaran tomó un sorbo de su café, - Alo? Se escuchó al otro lado de la línea. – ¿Hola, uhm Julián? – Si…quien habla? Respondió él. – Hola, soy Camila, ¿Camila Paredes me recuerdas? Del testamento del Abuelo Max dijo ella con algo de pena. – ajaja claro hola, Camila, dime a que se debe tu llamada, necesitas algo? Dijo el muy amablemente.

– pues sí, me gustaría invitarlos a cenar a tu mamá y a ti a la Villa del abuelo esta noche, que dicen?, Julián hizo silencio no sabía que responder, ella se ponía más nerviosa, tenía miedo de que la rechazaran, Julián le dio la impresión de que era diferente a los demás Lombardi. De pronto la voz de Julián interrumpió sus pensamientos y dijo - Claro que sí, ahí estaremos, ¿quieres que llevemos algo? Preguntó muy amablemente. – no, no es necesario, solo su presencia. Los espero a las 7:00 pm, dijo feliz y colgó. Salió feliz del Despacho para avisarle a Tomás que tendrían invitados para la cena, pero no especificó quienes.

Se acercaba la hora de la cena, de pronto el timbre de la Villa sonó, Tomás fue a abrir la puerta y vio a Julián, - joven Julián que sorpresa, dijo en verdad sorprendido, y seguido vio a la Sra. Sofía, lo cual lo sorprendió aún más. Sra. Sofía bienvenida, no sabía que ustedes eran los invitados especiales de la Srta. Camila, dijo Tomás con absoluta felicidad mientras los guiaba a la sala de estar.

En ese momento Camila bajaba de las escaleras, - Julián! Sra. Sofía Bienvenidos!! Dijo Feliz y corrió a abrazarlos acto que sorprendió a Julián, pero no rechazó el abrazo. Acto seguido abrazó a Sofía y ella también le correspondió el abrazo – Gracias por tu invitación, querida dijo Sofía mientras le sonreía. – gracias a ustedes por aceptar, respondió Camila muy contenta.

- Traje esto, espero sea de tu agrado, dijo Julián mostrando una botella de vino. – Claro joven Julián, por favor permítame, dijo Tomás recibiendo la botella, la pondré para la cena, pueden ir pasando al comedor dijo Tomas m mientras se retiraba a la cocina. - Por favor, vamos dijo Camila, guiándolos al Comedor.

Mientras la cena transcurría, conversaban muy amenamente y reían, Camila se sintió nuevamente en familia como cuando el Abuelo vivía y eso la hizo sentir muy feliz. – puedo preguntarte algo?  Dijo Julián. – Claro dijo Camila con una sonrisa mientras tomaba un sorbo de vino. -Como conociste al abuelo? Dijo Julián. Tomás que estaba parado a un lado se quedó mirando a Camila observando cual sería m su respuesta.  Julián notó la tristeza en la cara de Camila y en seguida se arrepintió de haber preguntado y dijo – Disculpa si te incomodé, solo quería saber dijo excusándose.

No me incomoda dijo Camila, es solo que fue hace muchos años, dijo intentando sonreír, Conocí al abuelo cuando tenía 10 años dijo Camila luego continuó, mamá acababa de fallecer y mi papá nos abandonó antes de que yo naciera, el abuelo me encontró cuando me escape de una casa adoptiva, estaba perdida caminando por la carretera cuando el abuelo paso en su auto y me vio, recuerdo que detuvo el auto y me preguntó si estaba perdida y le dije que No, el se ofreció a llevarme con mis papás, pero le dije que no tenía, entonces Tomás se bajo del auto y me subió con el abuelo, y desde ese día el abuelo se hizo cargo de mi. Siempre me decía que le recordaba a su hija, y yo siempre le preguntaba donde estaba su hija y el abuelo solo me decía que la perdió hace mucho tiempo. Entonces entendí que ese día el destino había hecho que me encontrará con el abuelo, el había perdido una hija y yo había perdido a mi mamá, desde ese día nos hicimos compañeros inseparables, siempre cuidó de mi como si fuera su propia hija, finalizó Camila, aguantando las lágrimas.

Julián le tendió un pañuelo, a lo que ella lo recibió y se secó las lágrimas, y dijo, - sé que tal vez el abuelo no fue el mejor padre para usted señora Sofía y abuelo para ti Julián, pero él siempre hablaba de ustedes, siempre los recordaba y estaba pendiente de ustedes, aunque no me crean el estuvo siempre pendiente de ustedes. Tal vez el quiso compensar conmigo, lo que no pudo hacer con ustedes, siempre decía que ya era tarde para compensarla a usted Sra. Sofía, pero el en verdad los amaba. Tomás observaba conmovido la escena y dijo, el Sr. Máximo siempre quiso lo mejor para ustedes y trato de protegerlos de la Familia Lombardi.

Por eso me gustaría proponerles algo, dijo Camila. – que cosa, pequeña? Pregunto Sofía con calma. – me gustaría que usted y Julián acepten vivir aquí en la Villa, en verdad ustedes tienen mas derecho que yo a vivir aquí, mientras ella decía eso Tomás la miraba sorprendido no se esperaba eso. Camila continuó – esta villa es muy grande para nosotros 3 (dijo señalando a Tomás, Nana y a ella) y creo que el abuelo estaría feliz de que ustedes vivieran aquí. No se preocupen les prometo que tendrán su privacidad y no me meteré en sus cosas, solo que la casa es muy grande y me siento muy sola, en verdad me gustaría que aceptarán dijo Camila poniendo ojitos de gato.

Sin embargo, recibió una respuesta que no esperaba – No, dijo tajantemente Julián, su tonó de voz la sorprendió un poco ya que parecía molesto, hasta su madre Sofía se sorprendió.

– hijo, que pasa? ¿Por qué te alteras así? Dijo Sofía.

– no puedes pretender mamá que simplemente aceptemos venir a vivir aquí y se olvide todo el pasado. Camila entonces comprendió, Julián estaba resentido. – Hijo, eso no tiene nada que ver, quien nos está haciendo este ofrecimiento es Camila, dijo Sofía. – No mamá, no lo acepto dijo Julián y salió del comedor hacia la puerta de entrada. – Hijo, dijo Sofía. – Me permites hablar con él dijo Camila, mientras se paraba y salía tras Julián.

Julián, espera, dijo Camila mientras intentaba alcanzar a Julián. A lo que él respondió – mira si piensas que puedes ser como el abuelo y comprar nuestro apoyo con esto te equivocas, nosotros ni siquiera tenemos poder en la familia Lombardi.

– Julián de que estás hablando? Dijo muy confundida Camila, discúlpame si te hice tener esa idea, esa no era mi intención dijo Camila, mirando a Julián con tristeza, lo cual enterneció el corazón del joven, sin saber por qué se sintió muy mal por haber sido el causante de esa mirada. Julián sintió un deseo enorme de acercarse a ella y abrazarla, pero se contuvo y solo dijo – Disculpa, no fue mi intención ponerte triste, es solo qué…y no termino de hablar.

– Julián, disculpa si te ofendí con mi ofrecimiento, en verdad no quise ofender a tu madre o a ti, yo solo sentí que el día de la lectura del testamento tú y yo fuimos los únicos que nos sorprendimos y no teníamos ningún interés de por medio. Sentí que podíamos ser amigos dijo esto agachando la cabeza. A lo que Julián no resistió más y la pegó a él y la abrazó.  – Discúlpame, no quise hacerte sentir de esa manera, y la abrazo más a él.

-Julián, no te voy a mentir, tengo miedo de todo esto, me siento sola el abuelo era mi única compañía y sé que lo que se viene delante de nosotros será muy difícil, por eso me gustaría tener compañía y tener alguien en quien confiar y pensé que podrían ser ustedes mi nueva familia. No quise comprarlos ni nada por el estilo no pienses eso, tal vez no fue la forma, yo solo quise devolverle a tu madre algo de lo que le correspondía y que estoy segura el abuelo hubiera querido, dijo Camila mientras ocultaba el rostro entre los brazos de Julián. Mientras ella decía esto, Julián recordó las palabas de su abuelo en la carta “… También quiero pedirte que por favor cuides de Camila, es una jovencita buena, dulce e inocente que se robó mi corazón desde que la conocí, no me mal entiendas no en ese sentido, me recordó mucho a mi  hija, la hija que perdí porque no la supe valorar y por eso decidí hacerme cargo de ella, es una jovencita maravillosa y estoy seguro de que será una mujer maravillosa no me molestaría que la consideres para tu esposa. Pero si no sucede eso, solo te pido que por favor la cuides y la apoyes, luego de la lectura del testamento tus tíos y primos trataran de deshacerse de ella y hacerle daño, por favor protégela ya que yo no podré estar ahí para hacerlo.”. Entonces Julián la aparto, tomo su rostro entre sus manos y le dijo, - de acuerdo, acepto vivir aquí con mi madre, pero que quede claro que es por ti, no por el abuelo Máximo, dijo esto último sonriéndole.

Cuando Camila escucho que Julián aceptó no pudo evitar sentirse Feliz, tan feliz que dio un salto y lo abrazo enganchando sus brazos en su cuello y diciéndole, - Sí, sí, sí, ¡¡¡te prometo que no te arrepentirás!!  Dijo muy feliz. No había notado que estaba muy cerca de Julián y el joven no pudo evitar envolver sus brazos alrededor de ella. – vamos a dentro le diré a tu mamá y a Tomás para que prepare todo!! Mientras lo jalaba hacia dentro de la casa.

Ninguno se había dado cuenta que desde afuera en un Lamborghini negro Maximiliano había observado toda la escena de afecto entre Julián y Camila.

Tomás!! Tomás!!, entro Camila corriendo como una niña, jalando a Julián tras ella, al comedor donde se encontraba Tomás y Sofía esperando. – Si señorita, dijo Tomás. -Tomás prepara las habitaciones mañana mismo se mudan aquí la Sra. Sofía y Julián!! Dijo muy feliz dando brincos de felicidad. Sofía se quedó muy sorprendida, su hijo no era de los que cambiaban de opinión tan rápido, así que intuyó que algo tenía que ver Camila en ese cambió de actitud de su hijo. ¿Pero mañana? ¿Tendremos tiempo para preparar todas las cosas para mañana? Pregunto Sofía. – Solo traigan su ropa y algunas cosas de valor para ustedes aquí estarán cómodos dijo Camila, mientras abrazaba a Julián. Acto que no dejaba de sorprender a Tomás y a Sofía.– Julián solo sonreía tímidamente.

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