Capítulo 12

Desde tempranas horas de la mañana, Ana se dispuso a levantarse para preparar el desayuno y arreglarse antes de dirigirse a la escuela. Mientras tanto, Chris se encontraba en un estado menos que óptimo, ya que su boca se sentía seca y experimentaba un fuerte dolor de cabeza.

Tras levantarse, Chris se encaminó hacia el baño para realizar su rutina matutina, que consistía en lavarse los dientes y el rostro. Luego, se dirigió a la cocina con la intención de prepararse algo de comida, pero al llegar, se percató de que su abuela ya estaba ocupada preparando el desayuno.

Chris se aproximó a su abuela con gratitud y la abrazó afectuosamente antes de tomar asiento a la mesa, donde también se encontraba su abuelo. Compartieron un desayuno familiar, y una vez que todos terminaron, Chris tomó la responsabilidad de lavar los platos. Después, se dirigió al baño para tomar una ducha y alistarse para ir a la escuela.

En ese mismo momento, Chris planeaba encontrarse con Ana para dirigirse juntos a la escuela. Sin embargo, mientras se dirigía hacia la casa de Ana, observó a Thom y Ana saliendo juntos de la vivienda de esta última. Ambos parecían estar disfrutando de una conversación animada y riéndose alegremente. Thom y Ana no se percataron de la presencia de Chris, quien observó la escena a pocos metros de distancia antes de seguir su camino hacia la escuela.

Al llegar a la escuela, Chris se reunió con algunos de sus amigos, incluyendo a Ángel, Gabriel y Diego, quienes le comentaron sobre el tiempo que había pasado sin verlo. Tamara también se encontraba en la entrada y se unió a la conversación.

La sorpresa se reflejó en los rostros de los amigos de Chris cuando Tamara reveló que conocía a estos chicos desde su época de preescolar, y que ellos la cuidaban. Esto dejó a Chris intrigado, ya que desconocía la conexión previa entre ellos.

Antes de profundizar en la conversación, Chris propuso que se dirigieran a la cafetería, a lo cual todos accedieron. Juntos se dirigieron al lugar, donde encontraron una mesa lo suficientemente grande para acomodar a todos. Unos minutos después, Ana y Thom ingresaron a la cafetería.Chris, emocionado por verlos, los saludó efusivamente, mientras Thom respondía amigablemente y Ana simplemente los siguió hacia la mesa. Chris les invitó a unirse a ellos en la mesa, y ambos aceptaron la oferta.

La conversación continuó animadamente, y en un momento dado, Ana recibió una llamada telefónica de Mar. Se levantó de la mesa para tomar la llamada fuera de la cafetería. Mientras Ana se ausentaba, los amigos de Chris le preguntaron a Thom sobre su conocimiento de los amigos de Chris. Thom explicó que los había conocido gracias a Ana, quien se le había acercado en su primer día de clases. La conversación continuó con naturalidad, hasta que Ana regresó.Ana parecía frustrada tras la llamada de Mar, y expresó su enojo debido a que nadie había respondido a las llamadas por la mañana para trabajar en el proyecto en casa. Responsabilizó a Chris por esta situación, ya que su tardanza había retrasado el proyecto.

Chris se disculpó sinceramente, mencionando que había tenido problemas para dormir y se había acostado tarde. Ana y Thom aceptaron su disculpa, y la tensión entre ellos pareció disminuir. La disculpa de Chris no solo hacía referencia a la situación actual, sino que también aludía a los conflictos previos entre ellos.

Juntos, decidieron dirigirse al salón de clases para enfrentar la tarea pendiente: terminar el proyecto. Mar, quien se encontraba sola y frustrada con la situación, los recibió en el salón. Mar les explicó que el trabajo estaba casi terminado, pero requería algunos ajustes finales, como la inclusión de imágenes y la modificación de los colores en los títulos y subtítulos del archivo. Preguntó si Chris sería capaz de completar el archivo del proyecto para el día siguiente.

Chris aceptó el desafío y prometió tener el proyecto listo para el día siguiente. Además, se comprometió a enviar el archivo por correo electrónico para que todos pudieran acceder a él.

Finalmente, la maestra ingresó al salón y comenzaron la última clase del día. Ana, quien había estado actuando con cierta dureza hacia Chris, comenzó a darse cuenta de que quizás había sido demasiado severa. Chris estaba dispuesto a hacer las paces y mejorar su relación con Ana, a quien realmente le gustaba. Comprendió que era el momento de cambiar su actitud y dejar de ser frío con ella. Las horas pasaron y las clases continuaron hasta llegar a la última hora del día. La maestra decidió darles tiempo libre, lo que indicaba que era hora de salir de la escuela.

Ana percibió que era el momento adecuado para hablar con Chris y arreglar las cosas mientras caminaban juntos hacia casa.

—¿Nos vamos? —preguntó Ana, esperando que Chris aceptara su compañía.

Sin embargo, Chris parecía tener otros planes en mente. Se excusó y mencionó que llevaría a Tamara a su casa. Esto dejó a Ana en una posición incómoda, ya que tanto Thom como Mar estaban ocupados, y ella no tenía compañía para el viaje de regreso a casa.

—Él se acaba de ir con Mar —dijo Ana, intentando encontrar una solución a la situación.

Chris se disculpó nuevamente, pero parecía que estaba tratando de evadir la conversación. Ana decidió no presionarlo más y aceptó su disculpa. Por otro lado, Chris esperaba pacientemente a Tamara, quien finalmente se acercó a él. Le dio un cálido abrazo, y juntos emprendieron el camino hacia su casa. Mientras caminaban, Tamara aprovechó la oportunidad para hacerle una pregunta a Chris.

—¿Estás saliendo con Ana? —le preguntó Tamara, con curiosidad en su voz.

Chris, sorprendido por la pregunta, respondió rápidamente: —No, para nada. Solo somos amigos.

Tamara pareció satisfecha con la respuesta y comentó que había creído que estaban saliendo. A pesar de su respuesta, Chris no pudo evitar reflexionar sobre todas las experiencias compartidas con Ana y cómo se sentía realmente hacia ella.

Finalmente, llegaron a la casa de Tamara. Chris se despidió de ella con un beso en la mejilla y observó cómo entraba a su casa. Sin embargo, Tamara vio otra oportunidad para acercarse a él y lo abrazó, colocando sus brazos alrededor de su cuello. Lentamente, acercó sus labios a los de Chris y lo besó apasionadamente.Chris, sintiéndose atraído por Tamara, correspondió al beso. Después de un momento, Tamara se separó de él, se despidió y entró a su casa. Chris, por su parte, se apresuró a llegar a su hogar, ya que estaba tarde y se encontraba lejos de su destino.

Al llegar a casa, encontró a sus abuelos ya durmiendo. Se dirigió a la cocina y se preparó la cena. Después de la cena, lavó los platos y subió a su habitación. La tarea pendiente era terminar el archivo del proyecto, por lo que se sumergió en su trabajo hasta altas horas de la noche. Finalmente, exhausto, se quedó dormido. A la mañana siguiente, Chris se levantó temprano y realizó su rutina matutina, que incluyó una ducha y el envío del archivo del proyecto por correo electrónico a sus compañeros de clase. Luego, bajó a la cocina y compartió un desayuno en familia con sus abuelos, quienes elogiaron la sazón de su abuela.Una vez que terminaron de desayunar, Chris ayudó a su abuelo a lavar los platos y luego se dirigió a su habitación para prepararse y recoger su mochila. Mientras estaba en su habitación, escuchó el sonido de su teléfono móvil, que indicaba una llamada entrante.

—¿Bueno? —contestó Chris al teléfono.Era Tamara, quien había llamado para coordinar su encuentro.

La conversación fluyó con naturalidad, y Chris registró su número de teléfono, asegurándose de no cometer el mismo error nuevamente.

—Muy bien, entonces ¿vendrías por mí? —preguntó Tamara.

Chris aceptó con gusto la invitación y le prometió que estaría en camino después de preparar sus cosas. Se despidió de sus abuelos y salió de casa para dirigirse a casa de Tamara.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***