Raúl.
Al día siguiente lo primero que hice fue buscar a Iraida, tal como lo imaginé estaba en el cafetín. Pude percibir su inquietud cuando me vió llegar.
—Buenos días — dije.
—Buenos días Raúl, saludó el grupo, pero ella ni pío. Sin embargo de manera aparentemente normal dije:
—Oye Iraida, ¿Puedes venir un momento por favor?. Pude ver sus mejillas encendidas.
—¿Es necesario?
—No es tan importante, pero si eres tan amable.
—Okey — y se levantó de la silla y caminó a mi lado. Se le veía nerviosa.
—La llevé cerca del polideportivo, a esa hora no había alumnos ni nadie por allí. En lo que observé bien que no hubiese nadie, la atraje hacia mí, la abracé y la besé muy suavemente, y le pregunté:
—¿Cómo estás?
—Bien, y ¿tu?
—No dormí, pensando en ti. Solo deseaba que amaneciera pronto para poder verte y tenerte así en mis brazos.
—Raúl por favor, ésto es un error, si nos ven por aquí, vamos a tener problemas, yo sé que tenemos que hablar, pero no aquí, te lo suplico.
—Okey ¿Nos vemos en tu casa? — te prometo que no pasará nada que tú no quieras.
—Está bien, está bien, pero por favor suéltame, suéltame.
—Si ya te suelto, pero antes te besaré profundamente para aguantar hasta la tarde. Y la besé, la besé tiernamente, con mucho cuidado como si fuese de cristal. A duras penas la solté. Ella salió apresuradamente para dirigirse a su salón de clases, y yo me quedé con mi corazón desbocado y una fuerte erección entre mis piernas.
Deseaba que pasaran las horas rápido para tenerla de nuevo entre mis brazos, y quién sabe dónde más.
Bueno, a las tres de la tarde salimos del liceo como si nada, al igual como lo hacen todos los alumnos.
Llegamos a su casa. De inmediato ella marcó el número del trabajo de su mamá para decirle que ya había llegado, y claro eso de alguna manera me alivió, ya que podíamos estar unas cuantas horas juntos.
No la dejé ni respirar, la besé hasta quedar sin respiración. Subimos a su habitación, parecíamos desquiciados, no parábamos de besarnos, nos desnudamos, y ésta vez si acaricié todo su cuerpo qué me tenía loco. Yo no sabía si lo estaba haciendo bien, o no, solo actuaba por instinto. Pero por recomendación de mis hermanos que dijeron que usará condones, yo con mucha vergüenza en la farmacia compré varios.Y fue realmente cómico cuando trate de ponerlo, no sabía cómo usarlo obviamente nunca lo había hecho, pero como pude me lo puse. Iraida no me veía, estaba apenada entonces le dije.
—Mi flaca, perdóname, yo no tengo experiencia en éstas cosas. Así que nos toca aprender juntos, No sientas vergüenza, seremos uno solo.
Ésta vez nos unimos, pero sentí su entrega muy diferente a la primera vez, menos tensa y más desinhibida. La sentí temblar debajo de mi, y apretaba su zona íntima haciéndome sentir un placer indescriptible. Yo tambien me sentí así cuando una gran explosión salió de mi como un volcán en erupción.
Me quedé sobre ella y sin aún salir, es más no quería hacerlo, pero unos minutos después lo hice para retirar el condón, precisamente eso me dijo Miguel Ángel, que evitara de que no fuese a derramarse dentro de ella. Ya que entonces no la estaría protegiendo.
Cuando ya estábamos más calmados, y aún desnudos la observé detenidamente, lo hice a propósito,
—Cariño, no sientas pena, no te avergüences de tu cuerpo que es bellísimo, y además me encanta verte desnuda. No me prives de ése hermoso espectáculo.
De una vez le pregunté:
—¿Quieres ser mi novia?
Levantó asombrada el rostro hacia mí,
yo la miré profundamente y volví a preguntar
—¿Quieres ser mi novia?
—No sé Raúl, estoy confundida.
—Pero mi flaca, intentémoslo, y veamos que resulta, si de aquí a unos meses vemos que ésto no resulta Pues bueno terminemos y ya ¿te parece? — Aunque yo estoy claro, estoy completamente enamorado de ti, no tengo la menor duda, por eso deseo que aceptes ser mi novia. Anda mi flaca, cariño mio, dime que sí.
—Está bien, pero no quisiera que nadie absolutamente nadie sobretodo en el Liceo se enteren.
—Si claro, pero no me has contestado mi pregunta
¿Quieres ser mi novia?
—Si, acepto ser tu novia amor mío.
—Ay gracias mi vida, mi flaca por aceptar ser mi novia. Te prometo con la mano en el corazón que te haré la mujer más feliz del mundo, y te amaré para toda la vida.
Nos besamos apasionadamente y volvimos a estar juntos, ésta vez ella me ayudó con el condón. Estamos progresando.
A partir de ese día en que me aceptó como su novio, todas las tardes de lunes a lunes estábamos en su habitación.
Así fue pasando el tiempo, mis hermanos estaban muy pendiente de mi relación con ella. Sobretodo que no vaya a embarazarla, y el único método que por ahora podríamos usar era los condones, porque anticonceptivos no, ya que tendrían que ser prescritos por un médico y quién la iba a llevar a consulta, siendo menor de edad.
Aunque mi hermano mayor Reinaldo, me indicó varias recomendaciones para en caso que no quisiéramos usar condón, pero tenía que aprender a tener mucho autocontrol para no derramarme dentro de ella, así también me indicó que buscara mucha literatura, y que no estaría mal que viera unas cuantas revistas XXX, que también eso me iba a ayudar, agradecí a mi hermano esos grandes consejos. Gracias a Dios lo tengo y actúa como el padre que no tengo.
Pasaron los meses, ya casi estaba por terminar el año escolar, por un lado me sentía contento porque dentro de poco comenzaría la universidad, pero por el otro lado ya no la iba a ver todos los días porque ahora tendríamos horarios totalmente diferentes.
Comencé a visitarla en su casa con más regularidad como amigos claro está, su mamá me veía con mucho cariño. Y un día sin son, ni ton, me preguntó: —Dime algo ¿A ti te gusta mi hija? — Pues aproveché el momento y le dije.
—Señora Victoria, pues le voy a decir la verdad, estoy profundamente enamorado de su hija, y aprovecho la oportunidad para qué me acepte como su novio.
—Lo sabía que te traías algo con ella. Bueno vamos a ver qué dice ella.
"«Iraida, puedes venir un momento»"
—Dime mami.
—Hija, le pregunté a Raúl que se trae contigo y me ha dicho que lo acepte como tu novio.
—¿Éstas de acuerdo?.
—Bueno, no sé, lo que tú decidas mami.
—Está bien, te acepto como su novio, porque no quiero que estén a escondidas por ahí. Pero eso sí, mucho cuidadito. Yo sé qué esas hormonas de los jóvenes están a millón, pero mucho cuidadito con una vaina pues, ya lo sabes, ella apenas acaba de cumplir 15 años. Te lo vuelvo a repetir, mucho cuidado. Porqué cualquier cosa y yo misma te corto esa tripa.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 30 Episodes
Comments
"Coro" 💕🎀🇻🇪💞✨
Hasta ahora, me ha encantado todo lo que he leído!
2024-07-05
2
Ana María Paci
mi escritora favorita, ya comencé con esta novela tuya. Va mi cariño.
2024-05-23
2
Solianny G. Larez
,🤭🤣🤣
2024-03-05
2