--JODETE, MALDITO ABORTO DE SATANÁS
Ese hijo de perra se comió mis barras de chocolate.
-¡Mamá, Jostin se comió mis chocolates!
Mi madre estaba en el jardín mirando sus rosas con vehemencia, ignorándome por completo.
-Mamá- me acerqué a la puerta corrediza – El cara de culo de tu hijo se comió mis chocolates- me estaba poniendo de malas
-Aime, no le digas cara de culo a tu hermano- me miró, por fin
-Mamá, no es justo que no le digas nada, cuando yo hago algo mal no tardas ni medio segundo en gritarme, en esta casa no hay igualdad.
-Exageras solo toma dinero de mi bolso y vete a comprar otra caja de chocolates, y ya dejen de gritar por favor- dejó el jardín en paz, pasó a mi lado y me agarró del cachete
-¿Es que ni siquiera le dirás nada?
Aún y si me dan mil cajas de chocolates no voy a estar contenta hasta que pongan en su lugar a mi hermano, o si no, yo voy a cobrar venganza, pero esto no se queda así. Y como mi madre sabe que no voy a estar en paz…
-¡Jostin!- lo llamó
Sonreí con malicia, esto lo voy a disfrutar.
-¿Qué?
Apareció después de unos segundos, con los audífonos en el cuello, ni siquiera nos mira por estar mensajeándose con su novia Amelia, personalmente es mucha mujer para un pendejo como mi hermano.
-¿Por qué te comiste los chocolates de tu hermana?- mi madre se dirigió a él con serenidad, o sea, ni siquiera le alzó la voz.
-Estaban en el congelador y no había un letrero que dijera “Propiedad de Aime”- Hizo un ademan con la mano para hacer énfasis en las tres últimas palabras
-¡Tampoco había un letrero que dijera “Trágatelos puto Jostin de mierda!
-¡Ya!- mi madre puso orden- Aime, no seas grosera porque eres una señorita y las señoritas no dicen peladeces. Y tú, deja de comerte los chocolates de tu hermana y ¡por favor! Compórtense como lo que son, unos J O V E N E S
-¿Quieres de vuelta tus chocolates?- preguntó Jostin
Dije que sí.
-Tendrás que esperar hasta que vaya al baño- se rio
Abrí la boca indignada.
-ERES UN MALDITO CERDO JOSTIN CARA DE CULO
-¡No le digas cara de culo a tu hermano y Jostin, deja de molestar a tu hermana, y ya dejen de pelear por el amor de Dios!
Cundo se me pasó el enojo de los chocolates, me bañé y me arreglé para salir con Paxton, me invitó a un lugar, no me quiso decir en donde, será sorpresa. Me puse un vestido negro de encaje, un poco descotado de la espalda, medias y unos zapatos negros brillantes que me regaló mi padre en mi cumpleaños. Me puse un poco de maquillaje y una loción que le tomé a mi madre de su buró, me encanta como huele. Por último, me hice un peinado despeinado, ¿Tiene sentido lo que acabo de decir?
-Mamá, ya me voy- dije en la salida
-¿A dónde vas?- apareció Jostin
-Con mi novio
-Siento pena por él, que gustos tan rebajados tiene- me sonrió como un niño inocente que acaba de hacer una travesura.
-Lo mismo digo de Amalia, le gustan los pendejos
Y me fui antes de que comenzara la trifulca rutinaria.
Ya quiero que Jostin se vaya a la universidad y me deje vivir tranquila.
Y de repente, me encontré algo inesperado en le camino hacia la casa de Jostin..
No sé cómo se le llama a esto que siento. No se si se le llama un pasatiempo, pero el simple hecho de mirarla hace que sienta un trémulo pálpito, muchas veces me siento confundida, ¿mi corazón estará confundido?
-Hola- ella me saluda con dulzura mientras salía de la tintorería “Los Hermanos Chihuahua”
Esto que siento no me viene apenas, esto le vengo sintiendo desde hace años.
Recuerdo la primera vez...
-Niños avancen con cuidado- decía ella
Yo, me sentía enamorada.
Era una mujer joven, hermosa y mi maestra del kínder.
Yo no sabía si estaba bien o era normal lo que sentía por ella. Me gustaba escucharla hablar, me gustaba su sonrisa, me gustaba su calidez. Yo era una niña inocente. Muchas veces que jugaba con mis amigos, de ese entonces, nos tomábamos de las manos haciendo una circunferencia y girábamos mientras cantábamos una canción infantil, mis amigos cantaban mientras toda mi atención estaba dirigida a ella. En ese entonces, en la inocencia de un infante, observaba la belleza femenina como algo divino.
Sentía algo por mi maestra y esos sentimientos los he sentido más de una vez en diversos momentos de mi vida. En ninguna ha sido con un hombre. Me da nervios hablar de esto...
-Hola, Greta- dije nerviosa, ella no sabe que me pongo así cuando se me acerca. Qué bonita casualidad encontrarla en mi camino.
-Te ves muy guapa, ¿A dónde vas?
-Paxton me invitó a salir
Sé que a Greta y a Darien no les cae bien mi chico.
-Oh, que bien. Ah, yo vine a recoger un abrigo de mamá, hoy tiene una cena romántica con Jonathan y quiere lucirse- dijo a la vez que puso los ojos en blanco.
Me reí un poco.
-No creo que regresen hasta mañana, seguramente se van a desfogar en un hotel- dijo- En fin. Me tengo que ir, ya casi anochece, suerte en tu cita.
-Gracias, Greta. -
Me agarró de un hombro y se despidió de mi con un beso en la mejilla, un gesto común para ella y del cual yo no me acostumbro, pero es muy lindo.
La gente trata de reprimir sus emociones, como si estuviera mal reaccionar de forma natural ante la vida, pero parece que esta chica no tiene problemas con eso. Yo si.
Llego a casa de Paxton. Él abre la puerta, me doy cuenta de que sigue con la pijama e inmediatamente se apresura a besarme, un gesto tan desagradable. Me lleva al interior de la casa sin dejar de estrujarme. Supuse que no había nadie, me siento una presión en el pecho, lo que estoy sintiendo no me gusta, pero hago el esfuerzo para hacer que me guste, entramos en su cuarto, cierra la puerta y me recargo en ella, él se quita la playera, lo miro, es guapo, tiene un cuerpo esbelto y eso tiene que gustarme, me besa de nuevo esta vez con euforia, lo tomo del cuello y mi corazón está a punto de desbocarse. No sé en que momento escuché un gemido. Me agarra de las piernas, que por cierto estaban tan temblorosas que dudaba estar en pie por más tiempo, me lleva hasta su cama y procede a quitarme el vestido, ni siquiera se inmuto en él, no notó los zapatos, no notó el olor del perfume, en nada, es más, en el tiempo que llevo aquí no ha dicho una sola palabra. Ni siquiera me dijo “guapa”, o “nena que bien hueles”, es un idiota de lo peor, y no sé por qué estoy dejando que me bese el cuello, estamos a punto de tener sexo y no me ha mirado a la cara, QUE ESTÁS HACIENDO, me enojo. Lo empujo hacia atrás. Puso cara de indignado.
-¿Qué pasa?- dijo con la voz más irritante que haya escuchado
-¿Para esto querías que viniera?- Lo miré con recelo. Me estaba enojando
-Por favor, Aime, si lo estabas disfrutando- contestó el muy patán.
-Claro que no- no quería dar explicaciones, pero no me estaba gustando su manera de besar, tan urgido estaba que me dejo babeada del cuello y además su asqueroso olor a sudor me estaba empezando a fastidiar
Me levanté de la cama y me puse el vestido, la emoción del momento se acabó.
-No te vayas, nena- se notaba lo desesperado que estaba para acostarse conmigo.
-No me vuelvas a molestar- dije enojada
Al parecer, además de indignado, también estaba molesto, su plan no le Salió como esperaba. Frunció el entrecejo mirándome con odio
-Eres una maldita perra provocadora. Seguramente vas a irte de zorrita con tu disque amigo Darien, ¿cierto?
No lo miré, pero estaba sintiendo un nudo en la garganta, estaba a punto de darle una patada en el pito para que deje de decir tantas estupideces.
Pero me reí de él, sentí pena y lastima.
-Sabes, Paxton. Puedes desfogarte diciéndome zorra. Porque la verdad me da igual lo que diga un pendejo desesperado como tú, y vas a desear no haberme faltado al respeto.
Cerré la puerta de un portazo y pude escuchar “No se va a quedar así” y también que me dijo Puta y unas cuantas groserías más.
Me fui lo más rápido que pude de su casa, llegué a la mía.
Subí las escaleras, entré a su cuarto y lo abracé. Lloré, él me abrazó y se dio cuenta de que tarde menos de lo esperado, que el maquillaje estaba arruinado y que el vestido estaba al revés y le llegó el olor a sudor, el perfume no dejó rastro de su partida. Me sentía sucia, decepcionada. Le conté todo, incluso de lo estúpida que fui.
-Tranquila, de esto me encargo yo. No te volverá a molestar.
Y lloré aún más.
Jostin no dejaba de abrazarme. Me dijo que todo estará bien.
Lo quiero, no quiero que se vaya a la universidad.
....
GRETA
La cena romántica de mi mamá y Jonathan fue un éxito, y tal como me lo imaginé llegaron a la mañana siguiente. Mi mamá estaba tan de buenas que me llevó a la escuela.
-Adiós, cielo-
-Adiós, mamá
Al entrar en la escuela, noté algo que me puso de buenas. Paxton, tenía el ojo morado y el pelo corto, parece que quiso jugar al peluquero, porque le salió horrendo.
-Alguien me dio el gusto de ver a ese idiota con el ojo morado- dijo Darien
-Tenía el pelo más largo que yo, míralo ahora, está pelón- dije
-Se le ve una carita de desolación, debió haberse metido en problemas grandes al dejarlo como pordiosero.
-Hola tontos- dijo Aime
-¿Ya viste a tu novio?- dijo Darien con aires de suficiencia,
-No es mi novio y si ya lo vi, que pena por él- dijo Aime sin importancia
Darien y yo nos miramos completamente confundidos.
-¿Ya no es tu novio?
Aime hizo un gesto negativo y a Darien se le iluminaron los oj
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