Capítulo 1

En el palacio del señor de los demonios existía una leyenda con poca antigüedad, pero muy poderosa. Esta leyenda decía que en el palacio del emperador Rulan Van habia una esposa.

Esta esposa era una dama distinguida e importante. Muy hábil pues se decía que se escondía de todos aquellos que no fueran su marido.

Durante el día se escondía en la torre más alta del castillo para mirar el vasto y oscuro territorio demoníaco de su amado mientras que, en las noches, ambos esposos se encontrarían para pasar las horas.

Esta leyenda no era creída por muchos, solo por algunos. Lo curioso es que aquellos que no la creían eran aquellos que trabajaban de manera externa en el palacio, tales como guardias y sirvientes menores. Incluso algunos soldados o demonios habitantes. Otros demonios que tenian mas fe en esta clase de cosas eran también las personas más acercadas a la familia real, los subalternos de Rulan Van, sus sirvientas de alto rango, las matronas, las sirvientas personales de la realeza y la misma raza demoniaca de la elite.

Sin importar cuál sea la verdad, a muchos realmente no les importa. Los demonios no suelen ser especialmente preocupados, pero se toman los asuntos como el odio o el amor demasiado enserio. Esto solo preocupaba a las personas más allegadas al señor emperador.

Naturalmente esto solo era una leyenda, entre muchos demonios no era nada que les interesara.

Claro que, como toda leyenda, ha surgido especialmente de un hecho especial, un suceso desconcertante, pero llamativo. Este hecho era que el emperador Rulan Van pasaría sus largas noches en sus aposentos hablando y hablando. Su voz profunda y baja hablaba con un tono de tanto cariño que hacia que uno se le enchinara la piel.

No había una voz respondiendo de regreso y ninguna sirvienta tenia permitido el acceso a esta habitación así que se asumió una cosa: “Nuestro emperador en realidad tiene alguien con quien es cariñoso y afable. Me pregunto ¿quién será esta persona?”.

Esta persona de la que hablaban, aunque fuera tomada como una criatura mitológica en realidad existia y se hallaba durmiendo sobre una cama.

Dentro de los lujos de la habitación de Rulan Van había una amplia y espaciosa cama con un pequeño y delgado cuerpo en ella.

La persona recostada no era especialmente hermosa, mas bien, estaba en un estado muy deplorable. Sus ojos estaban hundidos en amplias ojeras, su piel era de un color tan pálido que era enfermizo, sus labios estaban agrietados y secos, tenía unas facciones cadavéricas demasiado marcadas en el rostro y un largo cabello que se extendía a lo largo de la almohada, largo y bien cepillado.

Cualquiera que viera a esta persona no pensaría en que sería la amada esposa de Rulan Van.

Más bien parecía un enfermo terminal del mundo humano. Sin embargo, este enfermo terminal abrió los ojos por primera vez en décadas.

La vista no era especialmente buena, ligeramente borrosa, aunque lo que habia para ver era dificil de procesar de todas formas.

Había formas y contornos de todo tipo, un dosel amplio de un color tan claro como el agua que se extendía sobre su cabeza y mantas del color de la luna cubriendo una figura extremadamente delgada.

El resto de la habitación tenia muchos colores claros con demasiados detalles.

Sillones y sofás cocidos con intrincados bordados, cortinas con perlas brillando como estrellas, adornando una ventana a través de la cual se divisaba una oscuridad infinita y vasta.

Este panorama es realmente precioso, hace a uno pensar que la escena es sublime y delicada, excepcionalmente preciosa como un diamante.

La persona en la cama no tenía un pensamiento por un momento, la mente estaba en blanco, pero lentamente parecía haber una energía en su interior que comenzaba a fluir.

Un momento después unas preguntas aparecieron en su mente:

“¿Dónde estoy?¿Qué hago aquí?”

Al tratar de abrir la boca para hablar se dio cuenta de que se sintio extremadamente seca, como si no bebiera agua en años. Frunció el ceño delicadamente y se preguntó si esto era normal.

Esta persona en la cama no era otra que MuJin Shin en un estado deplorable, mover sus manos resultaba tan pesado que dolía, y abrir y cerrar los ojos ya era una tarea laboriosa. Añadido a esto, su cuerpo esta tan deteriorado y delicado que era imposible explorar la situación actual.

Afortunadamente no pasó mucho tiempo antes de que la puerta se abriera y entrara a una persona.

Esta persona que entro era alta y delgada, tenia un aspecto elegante y sombrio, tambien era muy guapo. Su rostro era refinado y delicado, su piel era pálida y brillante.

Este hombre, con un par de ojos tan negros como el abismo más profundo y con unos labios sumamente delgados y brillantes estirados en una sonrisa perfecta, se acerco lentamente.

—Me alegra mucho que despertaras al fin —dijo. Su voz era tan suave y profunda que se sintio como una delicada caricia al oido.

Este hombre vestía abrigos con pieles oscuras y una capa de invierno, su semblante era majestuoso y al caminar sus suaves risos rebotaban suavemente.

Al verlo, MuJin quería hablar con urgencia y trato de abrir sus labios, pero nada salió de ellos.

—No te fuerces —tranquilizo el hombre, se acercó a la cama y se sentó a su lado.

Una de sus manos salio de entre su capa y en ella habia una botella de brebaje. Con suavidad toco el rostro de MuJin con sus palidos dedos largos y delgados. Con su pulgar abrió sus labios y vertió el brebaje dentro de su boca.

MuJin realmente no pudo hacer más que dejarlo pasar a su garganta y tragarlo con mucho esfuerzo.

—No hables, shhh. En un momento te sentirás mejor, tesoro mío.

Estas palabras fueron extremadamente dulces, dichas con una voz tierna. MuJin pensó que esta persona no podía tener buenas intenciones.

Poco a poco sintió que su cuerpo se recuperó y cuando pudo sentir que podía mover sus brazos y piernas lentamente trato de sentarse. El hombre a su lado lo ayudo con mucho cuidado, poniendo su mano en su espalda para darle soporte y otra en su pecho para cuidarlo. Bajo sus palmas este cuerpo estaba ligeramente calido y en su corazon se sintio muy feliz.

MuJin Shin se molestó por este acto y en cuanto se pudo sentar, con una mano les dio un manotazo a las manos de este hombre, alejandolas.

—Rulan Van… ¡bastardo! —gruño MuJin con una voz ronca y lastimada, en sus ojos un mirada que reflejaba absoluto odio y desprecio.

Rulan Van, el hombre sentado en esta misma cama junto a él, ladeo su cabeza y sonrió con una expresión juguetona.

—“Bastardo” no es un apodo para un esposo ¿por qué no intentas con un “mi amor”?

El corazón de MuJin se volvió frío y se abalanzo para atacar a este hombre con un golpe de puños.

...…...

El golpe de MuJin había fallado terriblemente. No solo este golpe, todos los golpes anteriores que trato de insertar en el perfecto rostro de Rulan Van fueron esquivados por mucho.

Rulan había sido delicado y juguetón protegiéndose a sí mismo y evitando que MuJin hiciera demasiados esfuerzos, cuando noto que MuJin comenzaba a fastidiarse y jadear de cansancio, tomo sus muñecas y lo obligo a acostarse en la cama.

—Tesoro mío, si seguimos jugando así, tengo miedo de que te lastimes. Vamos a parar el juego ¿bien?—dijo Rulan Van con una voz y un rostro preocupados.

—¿Quién mierda está jugando? ¡Suéltame maldito, suéltame! Juro que te daré la paliza de tu vida. En este momento te voy a destrozar, ¡voy a hacerte pedazos grandísimo hijo de…!

Antes de poder continuar ocurrió un hecho que lo hizo callar repentinamente. Rulan Van inclinó su cuerpo contra el suyo, no demasiado para aplastarlo, pero lo suficiente para que sus pechos se toquen. Entonces, con esta fuerza sobre MuJin, Rulan Van que tenia el control, bajo su rostro y sus labios se robaron las palabras de MuJin.

“¡Pero que mierda!”

La presion era suave y fria, un poco incomoda, pero fresca. MuJin trato de moverse y forcejear, pero estaba aprisionado. Cunado penso en patear, un toque humedo presiono sus labios.

La lengua de Rulan Van se escurrió entre sus labios, allanando su boca sin su consentimiento. Esto era absolutamente humillante para MuJin.

“¿Por qué está pasando esto? Suéltame, suéltame maldita sea." Pensó MuJin.

Este beso comenzó a volverse forzado y MuJin tuvo que ceder al descubrir que su fuerza recuperada por el brebaje fue absorbida. Una corriente caliente recorrió su cuerpo y después se esfumó, corriendo hasta sus labios y cruzando la línea fuera de él. Rulan le estaba quitando sus fuerzas.

Cuando no tuvo más fuerza, Rulan Van finalmente se separó. Sus labios estaban brillantes y su mirada se volvio juguetona.

—No quería que este primer beso fuera de esta manera, pero fue bueno —dijo—. Deberías descansar, no pelear. Cuando duermas un poco vendré.

Diciendo esto dio un pequeño beso en la frente de MuJin y salió de la cama.

MuJin se quedó atónito mirando el techo del dosel, sus fuerzas se habían ido y su posición era incomoda. Rulan le hizo el favor de acomodarlo y después salió de la habitación.

MuJin no tenía fuerzas para hablar ni moverse así que lo dejo ayudaría hasta que se fue.

Quedándose solo de nuevo se preguntó en que problemas se había metido.

“Pero… si yo ya estaba muerto… ¿No sería este el reino de los muertos, ¿verdad?”

Pero Rulan Van no era un emperador de la muerte, por lo tanto, esto era improbable, Lo que es aun peor.

Si Rulan Van se metió con el mundo de los muertos ¡Esto absolutamente está mal, muy mal!

Si estaba vivo no podía estar bien, y si estaba en el reino demoníaco no podia estar a salvo. Había cientos de demonios queriendo matarlo, definitivamente necesitaba salir.

“Necesito salir de aquí”

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Autor quiere decir algo: Lo que sea que escriba lo escribo porque me gusta escribir, si a usted le gusta por favor deje un comentario, me haría muy feliz también ♡

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