La llamada.

POV Juli.

Han pasado varios días ya y he estado esperando a que el Señor Peter me llame y me di cuenta que yo jamás le di mi número, pero tampoco puedo andar de resbalosa pidiendo el número o llendo hasta su empresa a buscarlo. Eso no es apropiado.

Pero en todos estos días no he dejado de pensar en esos hermosos niños que me enternecen el corazón, y a quien quiero engañar en el papá de esos niños también. Yo creo que yo también podría gustarle a Él, pero quien sabe... Y si yo soy la que está ilusionada sola?

Que terror... en serio me aterra la idea de que puedo estar ilusionándome y que en un golpe de realidad Él esté con una persona que sus hijos quieran y que sea la "chica perfecta" de la sociedad.

Bueno si hay algo rescatable de todo esto, es el hecho de que ese hombre daría la vida por sus hijos, cosa que se me hace perfecta de Él. Yo sueño con poder ser madre en algún momento de mi vida y aunque todos dicen que estoy muy joven, a mi si me gustaría, porque siempre he creido que la maternidad mientras más adultas son las personas más dificil es, porque cuando el niñ@ que tanto se deseo pero tanto se pospuso necesite ir a jugar a correr la mamá va a estar cansada. Es mi opinion muy personal.

Pero volviendo al tema anhelo para mis hijos un buen padre, y eso es mi trabajo buscar al mejor para mi y el o l@s bebés que pueda tener más adelante, y éste hombre es un excelente ejemplo de lo que yo estaría buscando.

Estaba en casa disfrutando de todo mi tiempo libre y pensando en buscar el empleo que prefiera, cuando suena mi celular...

Hola? Señor Peter... Si bien gracias a Dios... Me parece perfecto, usted pasa por mi? Ok está bien, gracias. Hasta luego... Colgué la llamada y me encontré jugando con el borde de mi camiseta y sonriendo como boba, reaccioné y me senté asustada al borde de mi cama, me metí a bañar y al salir duré un buen rato buscando que ropa sería la más apropiada para ir a la cita con el Señor Peter.

Me decidí por un pantalón un tanto holgado color vino con una blusa blanca, mi cabello lazio y unos tenis color vino y el borde de la suela blanca. Mi maquillaje fué súper sencillo, mi máscara de pestañas, un poco de rubor y mis labios color vino mate, junto con un pequeño clutch blanco con cadena dorada. me gustó lo que veia, ya estaba lista para que cuando pasara por mi no tuviese que esperar mucho.

Si algo nos enseñó mi adorado padre fué la puntualidad, y así somos nosotras, puntuales respetando el tiempo de los demás!

...Peter...

...Había dejado pasar los días para no ser muy desesperado, aunque sinceramente no es mi gusto esperar, no podía ahuyentarla con mi carácter tan dominante y posesivo como lo soy!...

Esperé hasta que sentí que era momento.

Marque su número con un nudo en mi estómago por el susto que tenía. En mi vida es primera vez que me siento asi, y todo por esta pequeña y sexy mujercita a quien cada vez le encuentro más cosas para enamorarme.

Un timbre, dos timbres y Hola? escuche su suave y dulce voz, me recosté sitiendo la paz que ella me brinda aún sin saberlo. Señorita Julianna le habla Peter Adams. Hola Señor Peter, como ha estado? Bien gracias a Dios, Señorita quería preguntarle si sería posible que nos veamos para hablar sobre lo del tema de los niños, me parece perfecto me contesta, me sentí de maravila y sonreí usted pasa por mi? me pregunta y eso me hace sentirme aún mejor. Si claro que si, yo la recojo. No se preocupe por eso, Ok está bien gracias me dice, hasta luego señorita. Hasta luego. Fin de la llamada.

Me sentía feliz, hoy la volvería a ver. Pase al cuarto que tengo en mi oficina. me refresque, me quité el nudo de la corbata, me quité el saco del traje y subí mis mangas hasta los codos elegantemente.

Mi primo Daniel entró y comenzó a decirme: Primo, te tienen cogido de las pelotas y no es cualquier mujer, Nooo es la hija de los psicologos. Lo miré queriendo matarlo por su comentario tan inadecuado, pero lo deje ahi parado en medio de la oficina diciendo no se que otras estupideces. Salí lo más rápido que pude hacia una floristería para comprar 2 ramos de rosas, uno blanco y uno blanco y rojo. Hago todo esto tratando de llegar a tiempo. No me importa tener que esperar por ella, pero tampoco quiero pasar por irresponsable.

Llego a casa de los Doc y veo que la Doc Willier está allí parada esperando por mi. Le entrego el ramo de rosas blancas solas y le pregunto por mi bebé, y me dice que adentro esperando por mi. Vuelvo al auto y saco el otro ramo, el blanco ySwño rojo y a paso firme se lo voy a entregar y la veo que está parada de espaldas a mi, casi me muero... Como el dia de la disco esa ropa le queda de infarto! Me encantaría quitarsela toda y dejarla desnuda frente a mi para comerme ese cuerpo tan delicioso que se carga. aunque cuando aclaré mi garganta y se volteó me dió la vista mas perfecta, sus labios en un color vino que quería besar, sin mucho maquillaje, neutro, con su rostro angelical y esa sonrisa, esa que tanto me gusta. Señorita, para usted... Le entregué el ramo de rosas y me miró con sus ojitos brillantes y mordiendo su labio inferior, ¡gracias! Me dijo con un leve sonrojo en sus hermosos y regordetes cachetitos... Esos simples gestos me prendieron y casi casi hago un espectaculo frente a ella. Debí controlarme y contar ovejitas inexistentes mientras ella me avisaba que iba a colocar las flores en agua para poder marcharnos.

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