Capítulo 19: ¿Vivir juntos?

...*Secretaria Moore*...

Viajar en autobús es lo más incómodo que he hecho en toda m vida

los asientos eran duros como rocas, el baño era extremadamente pequeño y había un olor que me provocaba náuseas (puede ser que esas náuseas no fueran causadas por el olor, sino por mi bebé)

aún así, el autobús sólo cargaba con cinco pasajeros, así que pude "relajarme" en cierta parte

había viajado demasiadas horas sentada y gracias a eso, me dolía el trasero y no sentía las piernas

cuando el autobús se estacionó en donde debía, todos los pasajeros (incluyéndome) nos preparamos para bajar

me levanté de mi asiento, y, al cargar mi maleta para bajarla del autobús, sentí que algo se desprendió dentro de mí

hubo un ligero dolor

era como un dolor menstrual, pero no duró mucho, solo fueron un par de segundos

no le tome importancia y baje por completo la maleta del autobús

el clima de Ohio era fresco

el cielo estaba cubierto por nubes de color gris y el aire que soplaba era tan frío que la piel se me enchinaba

el frío y los nervios de estar en un nuevo Estado hicieron que me dieran ganas de ir al baño

caminé a la primera tienda que vi por el lugar y entre en ella

si o si necesitaba orinar

mire a mi alrededor y me di cuenta de que acababa de entrar a una tienda de conveniencia

--Buenas noches -salude a la cajera- ¿Tienen baño aquí?

--Si, pero el baño que tenemos solo es para el personal de la tienda

--¿Y no puede hacer una excepción conmigo? -cuestione- realmente necesito usarlo

--Lo siento pero no puedo -se encogió de hombros

--Por favor - supliqué- Necesito entrar a ese baño a orinar o mi vejiga va a explotar

la chica suspiro

sabía que la estaba poniendo en una situación difícil

era ayudarme o seguir las reglas de su trabajo

pero aun así, en ese momento solo deseaba una cosa, entrar a ese maldito baño

--Esta bien -aceptó- Pero no se demore ahí dentro

--En serio muchas gracias -le sonreí- Me acaba de salvar la vida, pero, ¿cree que pueda dejarle la maleta aquí?

la joven asintió y yo sonreí

deje la maleta a un lado del mostrador y me fui directo al baño

descargar la vejiga era la mejor sensación del mundo

no había nada más placentero que poder orinar después de tanto tiempo

cuando salí del baño, me dirigí hacia la sección de malteadas y me preparé una

debía consumir algo de la tienda como agradecimiento

--Muchas gracias por dejarme usar el baño -le agradecí a la empleada mientras le entregaba la malteada para qué la cobrará

--No hay de que agradecer -dijo- Son dos dólares de la malteada

[$2 dólares\= $39.06 pesos mexicanos]

saque mi carrera y le entregue mi tarjeta de crédito

--Gracias por su compra -me sonrió

tome mi maleta con la mano derecha y mi bebida con la izquierda

le sonreí por última vez a la joven y salí de la tienda

una pequeña gota de agua se deslizó por mi rostro

levanté la vista y miles de gotitas más cayeron sobre mí

lo que me faltaba

había comenzado a llover

de inmediato regresé al interior de la tienda para comprar un paraguas

--Disculpe señorita -le habla a la chica- ¿Aquí venden paraguas?

--Lamentó decirle que no -respondió

¿por qué el universo siempre estaba en mi contra?

nada me salía como quería

suspire mientras veía como las calles se llenaba de agua

no había otra opción

tendría que caminar bajo la lluvia hasta encontrar un hotel para dormir y refugiarme

la gente me veía como una loca

y como no, si literalmente estaban viendo como una mujer caminaba bajo un diluvio como si no pasará nada

algunas calles ya sobrepasaba el nivel del agua y otras tantas eran demasiado resbalosas

estaba empapada

tanto mi cabello como ropa goteaban a más no poder

hacia un frío horrible, tanto que no sentía ni la nariz

por más que mirará por las calles, no lograba encontrar algún hotel para hospedarme

de pronto las luces de un auto me apuntaron directo al rostro

eran tan fuertes que tuve que entre cerrar los ojos

aquel auto se estacionó justo a un lado de mí

eso había sido extraño, pero no le tome importancia

inesperadamente, la ventana del asiento del copiloto empezó a bajar

mire de reojo y logre ver a un hombre de traje

--¿Qué haces aquí? -escuche

en cuanto escuche aquella voz gire la cabeza con prisa y mire hacia el interior del auto

--Vicepresidente...-fue lo único que salió de mis labios

tenía dos preguntas

¿qué carajos hacía en Ohio?, y, ¿cómo logró encontrarme en un Estado tan grande?

--¿Sabías que no es bueno mojarte en tu estado? -preguntó- Será mejor que subas

bufe

claro que no me subiría a su auto ni aunque me pagará

sujete mi maleta y comencé a caminar de nuevo

detrás de mi logré escuchar la puerta del auto abrirse

genial

ahora venía detrás de mi

--¡¿Acaso no piensas obedecerme?! -grito con todas sus fuerzas- ¡Debes hacerme caso, soy tu jefe!

me detuve en seco y luego me gire para verlo

--¡No, claro que no! -grite como respuesta

el ruido de la lluvia y los truenos era tan fuerte que, aunque no quisiera gritar, era necesario hacerlo

--¡Usted ya no es mi jefe!

--¡Pero soy el padre de tu bebé!

sus palabras me dejaron muda

¿en serio acababa de decir eso o solo fue mi imaginación?

antes de que pudiera reaccionar, el vicepresidente corrió hacia mi dirección y cuando estuvo a escasos centímetros de mi, me dio un cálido abrazo

--Estas demasiado fría -escuche que dijo- Las calles están muy vacías y obscuras, no quiero que les ocurra algo

me quedé estática

--Me preocupan -hablo de nuevo- Tú y el bebé me preocupan demasiado

el vicepresidente se alejó de mi y luego colocó sus manos sobre mis mejillas

--¿Te volviste loca?, ¿por qué huiste de esa manera?. No sabes lo preocupado que me tenías

se veía realmente aliviado de haberme encontrado

--Sube al auto por favor -pidió

asentí

subir al auto del vicepresidente era lo mejor que podía hacer en esos momentos

la lluvia cada vez caía más fuerte y mi cuerpo no resistiria mucho a continuar bajo una temperatura tan fría

el vicepresidente me tomo de la mano y me llevo hasta su auto, en donde me abrió la puerta para que subiera

--Gracias -dije subiendo

mi jefe colocó la maleta en los asientos traseros y luego también subió

--No podremos regresar con esta lluvia -comento- Tendremos que pasar la noche en un hotel y luego irnos a primera hora del día

--No me quiero ir -dije

--¿Qué dices?

--He decidido que viviré en Ohio, así dejaré de causarle problemas con su prometida

--No me casaré con Aura -me miro- Me casaré con otra mujer

--¿Y quién es esa mujer? -pregunté curiosa

--Tú -respondió

--Qué tonterías dice -reí nerviosamente

--También quiero que te vayas a vivir conmigo

--¿Ah? -lo miré sorprendida

--Si te vas a vivir conmigo podré cuidar de ti y del bebé -coloco su mano sobre mi vientre- No quiero que nada malo les pase

--Vicepresidente yo...

--Por favor Roma, vete a vivir conmigo...

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