11. La confesión

...-En la mansión de Santiago Mancini-...

Santiago trajo a Ashley a su mansión en la montaña, La cual se encontraba situada en una de las zonas más importante y alejada de la ciudad, estaba rodeada de frondosos árboles y arbusto de bambú, Sin duda alguna Santiago sabía mantener el equilibrio entre el trabajo y la vida con solo ver el paisaje. También claramente se podía escuchar los ladridos de unos perros.

Ashely estaba aterrada, como los ladridos eran fuertes presentía que eran grandes y agresivos, "Si salgo viva de está juro que me las vas a pagar maldito lunático de mierda. También pensó por un momento que si se hubiera portado más sumisa podría controlar mejor a Santiago, así que si la soltaba de momento tendría que manejar ese papel.

Ashely no decía una sola palabra y solo suspiraba pesadamente, cuando pestaño ante sus ojos aparecieron dos pit bull terrier americano de color negro, quienes corrieron hacia ella. Quien se encontraba cerca de la alta valla de hierro que rodeaba el terreno, por lo que no tenía escapatoria, al ver que los perros mostraba los dientes ferozmente decidió enfrentarlo y mirarlo con firmeza.

Santiago apareció en la terraza del segundo piso y la miro con tranquilidad como si no estuviera pasando nada, "Piénsalo bien ¿No prefieres estar conmigo?".

Ashley, ¡No!, prefiero ser la comida de tus animales, pero te aseguro que si algo me pasa no se va a salvar, ni tu dinero te va a pudrir en una cárcel.

Santiago solo sonrió ante su amenaza, la ignoró solo pregunto, ¿Estás segura? Hay dos perros frente a ti.

Ashely sabía que para salir de hay necesitaba bajar la guardia un poco por lo que cambio de posición.

Ashely, de verdad no le parece muy ruin su chantaje, ¿como puede un hombre como usted rebajarse antes alguien como yo?. Recapacite por favor y déjeme ir.

Santiago, Sabes te voy a compartir mi lema de vida, Los fuerte se aprovechan de los débiles, Obviamente tu eres débil por eso lo debiste de pensar muy bien antes de atacarme públicamente y no retractarse. "Además lo creas o no hago estos por qué me gusta y no pienso rendirme".

Ashely enmarcó las cejas y lo miro con un poco de sospecha antes su confección. Había conocido muchos hombres que solo quería aprovecharse de ella y sabía que eran capas de todo tipo de cosas con tal de acostarse con una mujer por lo que le contesto: "Otras mujeres también pueden acerté sentir bien y satisfacerte, y no creo que usted tenga problema en conseguirla".

Santiago, Ahora mismo tu está enfrente de mi ¿por qué debería buscar otra?.

Ashely, No me entregaré a usted incluso si muero.

Santiago, Te doy tú último oportunidad, así que esperó lo pienses bien de nuevo, sería una pena que te conviertas en su almuerzo.

Ashely en el fondo sabía que Santiago solo estaba haciendo todo eso para asustarla, el no sería tan estúpido de matarla ya que salieron juntos del periódico a la vista de todos los empleados. Por lo que seguiría defendiendo su dignidad a cualquier costo, no cedería ante su chantaje de convertirse en una de sus amantes de turno, ella después de lo ocurrido con Rodrigo solo buscaba un hombre que la respetara y confiara en ella y aceptará a su hijo por encima de todo.

Ashely, Pues lamento informarle señor Mancini que no lo haré, y es mi última palabra no me convertiré en su amante.

Santiago se sintió impotente ante la situación era la primera vez que tenía que recurrir a chantajes y amenazas para conseguir una mujer y aún así ser rechazado.

Santiago entre cerro los ojos y sonrió con maldad: "Bueno tu lo quisiste así, Demonio y Cerbero, ¡ATAQUEN!".

Tan pronto como ordeno los perros se abalanzaron a correr sobre Ashely, Quien en su instinto de sobrevivencia escaló un poco más la valla para que los perros no la alcanzará sin embargo no iba a resistir mucho en esa posición por lo que estaba muy asustada.

Santiago se dió la vuelta y se adentro a la sala del segundo piso y ordeno a Hugo observar la situación, ya habían transcurrido 10 minutos y Hugo miraba aturdido la situación que sucedía abajo, todo le resultaba aterrados era la primera ves que una mujer fuera capaz de ignorar al presidente de las industrias Fairphone y la verdad que la situación estaba afectando a su amigo quien no estaba midiendo las consecuencias.

Por otra parte Santiago ya se había calmado y sabía perfectamente que Ashley no resistiría más tiempo, y tampoco era su intención lastimarla, solo quería asustarla un poco para tenerla en su control absoluto, se dirigió a la terraza y silbo a los perros para que se detuvieran.

Santiago, Silbido "Fiu Fiu Fiu"

En cuanto los perros escucharon el sonido levantaron las orejas, y agacharon la cabeza y adentraron al bosque dejando a Ashley sola.

Ashely se encontraba aterrada ante la situación quería salir lo más pronto de las garra de ese hombre por lo que mejor era acceder un poco antes sus chantaje.

Santiago, Ashley

Ashely, Aquí estoy, ¿Que más quiere hacerme?

Santiago, La verdad no estoy muy seguro ¿debería intentarlo con serpientes?.

Ashely abrió la boca y los ojos dando una reacción de miedo ya que, sabía que Santiago era un hombre capaz de eso y más.

Santiago al verla en ese estado se rió de lado encontró su punto débil.

Santiago, Parece que ahora sí estás dispuesta a intentarlo.

Ashely suspiro sabía que era inevitable seguir envitándolo: "Lo que tú digas", Dijo ella con un poco de sarcasmo.

Santiago le susurro algo a Hugo y volví a entrar al segundo pisos, escapando de la vista de Ashley.

cinco minutos después Hugo apareció y se acercó a Ashley y le dijo: " Señorita Lombardo por favor venga conmigo"

Ashely, No hasta que me diga que es lo que se propone el maníaco de tú jefe, ¿Quiere que sea alimentos para la serpientes?

Hugo, Créame Señorita Lombardo, que no hay serpientes en la mansión.

Ashely, Su palabra para mí no tiene valor, por lo tanto no lo seguiré a ningún lado.

Hugo, suspiro avergonzado la verdad no entendía el comportamiento de su amigo desde que conoció a está chica había perdido los canales y estaba actuando de forma extraña, no estaba razonando y sin contar que era la primera ves que traía a una mujer a la mansión, por lo que se puso a meditar y llegó a una conclusión, ¿Santiago había perdido la cabeza por esa chica?, Aunque era algo extraño, también tenía sentido, ya que era muy hermosa, y sobre todo distinta con las que siempre frecuentaba, pero lo que si era seguro que si seguía actuando así, solo lograría alejarla más.

Ashely al ver que el joven no le respondió nada y estaba pensativo fue directa al punto.

Ashely, ¿Que es lo que quiere Santiago?, si me responde eso te prometo que te seguiré sin poner objeciones.

Hugo, Créame Señorita Lombardo que yo tampoco se lo que quiere el presidente.

Ashely suspiro frustrada y lo siguió prefirió no poner más resistencia y se dijo así misma como dice el dicho "Al mal tiempo es mejor darle con prisa".

Hugo la condujo hasta la habitación principal. Tan pronto como entro al lugar Ashley, lo recorrió con la mirada noto que el diseño era discreto pero mantenía su toque lujoso. Y los acabados en maderas añadían un toque ecológico y natural al lugar.

Habitación de Santiago.

Hugo, por favor tome asiento señorita Lombardo. Salió y cerro la puerta tras de el.

Por alguna razón Ashley, sintió temor y corrió hasta la puerta e intento abrirla, pero fue inútil se dió cuenta de que estaba cerrada por fuera.

En ese momento una voz masculina se escuchó detrás de ella: " Si yo fuera tú, No siguiera insistiendo en abrir la puerta, ya que te e traído aquí con éxito ¿crees que te dejaría ir?, ¿por qué? mejor comencemos y hagamos algo que nos relaje a los dos, creeme que es inútil intentar escapar de mi así que mejor no sigas perdiendo tú tiempo".

Ashely se puso fría tras escuchar su confesión y giro lentamente hasta encontrarse frente a frente con Santiago, quien cuando lo observo se dió cuenta que el hombre solo llevaba un boxer puesto, ademas era un hombre extremadamente atractivo y tenía el cuerpo esbelto, cien por ciento tallado por los dioses griego, era de piel trigueña y sus músculos estaban todos perfectamente definidos, además se le notaba que tenía un buen paquete, por lo que no pudo evitar Sonrojarse hasta las orejas era la primera ves que se encontraba en una situación así con un hombre ya que después de lo que pasó nunca pudo estar con ningún hombre.

Santiago.

Mansión de la montaña Santiago.

Palabras de Autor: Será que Ashley cede antes los encantos de Santiago déjame en tu comentario tu opinión y los invito a seguir conmigo está hermosa historia.!

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