Capítulo XVIII: La fuerza desconocida.

Samantha.

Definitivamente, fue el peor Samhain que pude pasar. Los humanos felices en sus fiestas de Halloween, vistiendo sus disfraces, bebiendo y comiendo. Yo, enterándome del engaño en que me han tenido toda mi existencia.

No me gusta montar escándalos, ni llorar frente a los demás. Enterarme de los detalles de la profecía, hizo que muchas cosas cuadraran en mi mente, partiendo por las constantes vigilias de mis padres y parientes; mis rápidos avances en la escuela de magia, mis habilidades para dominar el tiempo, mis pesadillas que desde que me establecí en este mundo, aumentaron, pero cuando no hago brujerías desaparecen.

No estoy enojada con Paris y Endora, tampoco los odio, simplemente me siento decepcionada. De haber sabido mi porvenir, hubiera comprendido tantas acciones y palabras que me parecían inútiles o absurdas.

Me quedo en el bosque, abrazando a un gran árbol, acompañada por los espíritus del bosque; ellos en forma de ánimas me abrazaron, fue confortante sentir su apoyo, aspirar el aroma de las poderosas yerbas medicinales, me trajeron calma y armonía.

Percibo un equilibrio en mi magia; sin embargo, auguro una presencia maligna a escasa distancia, es casi medianoche, las fuerzas oscuras aún tienen tiempo para actuar, en plena libertad. Si anda en este lugar es porque conoce la existencia de un portal a Halltown y espera que yo me escape abriéndolo. Lo escuchó burlarse de mí, echándome en cara los secretos que me ocultaron, acabo de encontrar el sentido de las palabras de Agnes, este sujeto ha estado vigilando cada uno de mis pasos.

Una nube negra se avecina al árbol donde me estoy refugiando. Es obvio que trata de hacerme sentir miedo. No sé cómo responder, en mi cabeza hay tantos pensamientos, que no consigo concentrarme para conjurar un hechizo; la nube me rodea y me cuesta respirar.

Escucho como se burla de mí, ahí reconozco que se trata del mismo hombre que aparece en mis sueños, desde la infancia. Sentir su risa me llenó de coraje, de pronto recordé las lecciones básicas de la escuela de hechicería: las plantas protectoras contra la magia oscura, útiles en cualquier momento de emergencia. Cojo unas de lavanda, las fusiono con mi mano.

–Madre, que tú y tus espíritus me otorguen la protección. La poderosa lavanda se convierta en mi escudo... ¡Escúchame, madre!– pronuncio el hechizo para obtener las fuerzas de la naturaleza.

Casi sofocada por la negra nube, observo a mi adversario, sacudo mi nariz y lanzó la magia contra la oscuridad. Instantáneamente, la luz de la luna volvió a iluminar el bosque, reina la tranquilidad; aparecen los espíritus para abrazarme, escucho una música espiritual, esas que me transportan a los campos celestiales de Halltown. Mi cuerpo se mueve por sí solo al son de la tonalidad, danzo en libertad junto a las hadas del bosque, bailamos en ronda, damos vueltas sin parar, flotamos en el aire, teniendo a la pálida luna otoñal custodiando nuestra celebración.

Este Samhain inició con tristeza y revelaciones impactantes, se agregó un corto enfrentamiento con el enemigo y, acabó en una fiesta en medio de la noche, acompañada de las amistosas hadas y los fieles espíritus de la naturaleza.

*

Vuelo en mi escoba a casa, antes que el amanecer haga su manifestación. Imagino que mamá y papá me estuvieron esperando, deben ansiar una plática de reconciliación o algo parecido. Aterrizo en el techo del segundo piso, traspaso la pared y estoy en living.

–Me tenías preocupado, Sam. Pude notar que tu magia se estremeció y mira– Clow apunta con su pata– tu amuleto está iluminado ¿Te enfrentaste a ese hombre oscuro?

–Intentó encerrarme en una nube maligna. Estaba débil, sin ánimo y con mi psique confusa, casi no conseguía respirar... mi salvación fueron unas hojas mágicas de lavanda.

–¿Lo venciste con un hechizo de hojas de lavanda?– el guardián Clow se espantó.

–Es lo que dije.

–Tus poderes crecen ¿Lo notaste? Creímos que la profecía se cumpliría, en un futuro distante, no tan de prisa– de un salto se ubicó en los brazos de la bruja– Observa, el amuleto está brillando, es una prueba que tu magia se estremece.

–Nunca había derribado a un brujo con yerbas mágicas. A propósito, ¿Dónde están Paris y Endora? ¿Se cansaron de esperarme?– me pregunto por si dejaron algún mensaje

–Tus padres y Madame Agnes volvieron a Halltown. Ellos vinieron a revelarte la verdad, no a lastimarte. Lo único que quieren es que estés a salvo.

–Me protegieron por bastante tiempo, incluso se les pasó la mano. Yo puedo cuidarme sola, también estás tú, pequeño gato hechicero y Serverus– me siento en el sillón, Clow se echa en mis piernas– Libro, Severus, ven a mí.

Mi viejo libro vuela, en dirección a la mesa de noche estilo victoriano de mi sala de estar. Le ordeno abrirse, consultando información sobre el individuo que me atacó; las hojas avanzan con rapidez, un canal de luz se abre, el gato se pone a la defensiva. El fiel Serverus para en una página...

–"Él está cerca, muy cerca, escondiendo su identidad". Mi clarividencia no falla, da en el blanco todo el tiempo. Es él...

Veo mi reloj y son casi las 8 de la mañana. Si él está en una forma mortal, prestará oído a mi llamado en el viento mañanero. Con un objeto suyo entre mis dedos, muevo mi mano haciendo semicírculo, soplo mis dedos para que mi voz se oiga más clara

–¡Ven a mí! A ti te llamo, ¡Ven, atiende mi orden!

*

A media tarde, me dispuse a corregir unos exámenes que me entregó el profesor Dashwood. Encendí la chimenea, preparé una infusión de yerbas y empecé mi trabajo. Leía con atención, teniendo mi amuleto encendido por el embrujo que manifesté en la mañana; mi mente se mantenía entre la revisión de las evaluaciones y la visión de él luchando por no ceder a mi llamado.

Volví a hablarle a través del viento, con mayor insistencia...

–No niegues el clamor ¡Ven hasta a mí! Resistirte no servirá... sigue la voz del viento.

Pasada una media hora, consigo visualizarlo en su camino hasta mi casa, viene a toda prisa. Yo continuo en mis deberes, casi termino de revisar para pasar a estudiar para el examen de antropología histórica.

Suena el timbre de mi puerta. Él ha llegado. Lo doy un frío recibimiento, me doy cuenta los nervios que siente al estar en mi presencia, pido que me acompañe a la sala de estar, de manera que conversemos en paz.

–Seré breve; lo que me hiciste no lo olvidaré, aguanté tu presencia más de lo debido. Pero ya no más, no podemos compartir el mismo espacio, debes abandonar esta casa en el corto plazo– veo como la confusión se muestra en su cara.

–Yo ya lo olvidé. Quedó en el pasado, borrado para siempre...

–Todo lo que hacemos, conlleva consecuencias a las que hay que enfrentar. Es una lección ancestral para todos los seres. Para mañana en la noche, debes sacar todas pertenencias de mi casa– repito la solicitud, al parecer él no ha escuchado bien.

–No es justo. Ante todos, me humillé para disculparme ¿No crees que estás exagerando? Tú y yo habíamos hecho un trato.

– Conmigo no se juega, si pensaste que podrías humillarme y salir ileso, te equivocaste. Nada queda impune bajo el sol. Es necesario que te vayas de esta casa, para siempre y permanezcas lejos de mis vista.

–¿Te intimida mi presencia?– inclino mis cejas por su arrogancia– Ya veo, hay desconfianza en tu corazón.

Ella y él guardaron silencio, hundidos en los brillantes iris del otro. Ignoraban de qué naturaleza era esa fuerza, que los unía sin explicación lógica, se presentía igual a una necesidad de estar juntos a cada momento. ¿Sería la magia o el incontrolable amor que se ancla en los corazones?

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play