Capítulo 9

SAMUEL

El desayuno fue un existo y por primera vez pude pasar el tiempo con mi familia, pero como la vida es cruel ahora tengo que romper este hermoso momento

- Tenemos que hablar – les dije a ambas, la verdad no tuve que decir nada más, ellas ya sabían a que me refería, Pamela nos guio a mí y a Sofía hasta la sala de estar donde nos acomodamos, ambas se sentaron juntas en un sillón de 3 plazas y yo lo hice frente a ellas

- Adelante, habla – me animo Pamela

- Antes que nada me gustaría pedirles que no me interrumpieran, lo que les voy a decir es muy delicado e incluso algo inverosímil por lo que les pido que confíen en mí, les demostrare que todo lo que les diga es real – ambas se vieron entre si y asistieron con la cabeza – bueno lo primero que debo decirles es que mi nombre es Samuel Sorcier el rey de los brujos

- Jajaja – empezó a reír Sofía a lo que su madre la vio mal

- Perdona eso, adelante continua – me dijo Pamela

- Como decía soy el rey de los brujos, fui coronado a mis 22 años después de la muerte de mi padre, aunque suene increíble la magia existe, esta ha existido siempre, con el paso del tiempo hemos tenido que ocultarnos debido al rechazo de las personas sin magia, es por eso que se creó el mundo de la magia, 4 grandes magos que recibieron la bendición de la naturaleza crearon un mundo paralelo a este, que es donde viven todos los magos, el mundo mágico cuenta con 4 grandes reyes, descendientes de aquellos grandes magos, ellos son los encargados de gobernar sobre los magos en ciertos territorios, como en cualquier monarquía un rey suele tener consejeros, quienes también soy llamados los duques de la magia, la cantidad de duques en cada reino depende de su primer rey, ya que fue este el que los eligió y desde ese momento el titulo se ha heredado en esas familias, el reino del norte tiene 5 duques, el del sur solo 4, el del oeste cuenta con 6 duques y el del este, que es mi reino son 3, sus familias fueron elegidas hace casi 1000 años y aún continúan es su puesto hasta ahora, y allí es donde radica el problema uno esos duques decido que quería ser rey y traiciono a mi padre, esa fue la razón por la que tuve que irme, es una tradición que cuando un príncipe cumple 18 años debe de presentar a su prometido ante el pueblo, pero yo no tenía a nadie aun y los matrimonios arreglados no es algo que se practiqué en la actualidad por lo que mis padres me dejaron salir al exterior para así encontrar pareja, fue allí donde conocí a Pamela y me enamore de ella, mi intención siempre fue presentarte a mis padres y así poder casarme contigo pero mis padres me dijeron que aún era pronto para regresar y que disfrutara mi estadía en el mundo sin magia, la verdad no sospeche nada. Todos los reyes nacen en una fecha específica y esa es el 31 de octubre, y al concebirse un hijo una marca aparece en sus padres, esto solo aplica para la familia real debido a la bendición de la naturaleza, es por eso que siempre supe de tu embarazo, no podía estar más feliz, cuando iba a decirte la verdad y a pedirte que vinieras conmigo, se me comunico que alguien había atacado a mis padres, y que mi padre había muerto y madre estaba malherida, así que me fui sin decir nada, al llegar a mi hogar Uriel y Héctor, quienes son mis amigos y también son 2 de los duques actuales, me dijeron que esto había sido un atentado contra la familia real, al principio no les creí, quería creer que era un evento aislado, así que buscamos a los cúlpales para hacerlos pagar pero solo una semana después atacaron nuevamente a mi madre quien se estaba recuperando y también me atacaron a mí, allí supe que mis amigos tenían razón y no era una coincidencia los ataques, nuestras dudas se disiparon cuando casi 2 meses después atrapamos a uno de los culpables, este confesó que planeaban derrocar a la familia real para hacerse con el poder, pero a pesar de todo no logramos sacarle quien era el líder, a lo largo de estos años hemos desarmado ya varios grupos de aliados de esa persona además de que tenemos un sospechoso, que es el duque que les mencione, pero aún no tenemos pruebas, y sin pruebas no podemos hacer mucho.