Capítulo 5

SOFIA

Como suele pasar cada clase de me hizo eterna, me aburrí como nunca, pero creo que en parte se debe a que esperaba con ansias a que las clases terminaran para así prepararme para mi fiesta, había invitado a muchos chicos de la escuela, que si bien no éramos amigos cercanos si nos llevábamos bien, así que la noche apuntaba a que sería genial.

- Las clases se me hicieron eternas – le dije a mi amiga duarte el descanso, ambas nos encontrábamos en el jardín de la escuela

- Se te hicieron eternas porque ya quieres que acaben – me dijo mi amiga mientras me daba un pequeño empujón

- Lo sé, lo sé, si ves mucho el reloj el tiempo corre más lento

En ese momento puedo ver a Gael pasando frente a nosotras, al vernos nos saluda

- Hola chicas, las veo esta noche, y Sofía, feliz cumpleaños – me dice con una sonrisa y después se va y yo no puedo evitar sonreír como una boba

Gael es el chico del que he estado enamorado desde hace ya 1 año, que es el tiempo que lleva en la escuela, desde que llego me gustó y mucho, y aunque al principio no teníamos mucho acercamiento actualmente somos amigos y yo estoy en busca de algo más, y como no amarlo es amable, tierno y está buenísimo, así que estoy decidida a conquistarlo, cuando lo veo puedo ver como corazones salen de mi para ir hacia él, es algo que siempre me imagino cuando estoy con él, como si mi amor se manifestara y llegara hasta él, pero esta vez fue diferente porque mis corazones imaginarios se volvieron realidad, al verlos me espante y estos literalmente explotaron causando que me sobre exaltara, y no solo yo, también Gael se espantó ante las pequeñas explosiones y se fue rápidamente del lugar

- Olivia, ¿vistes eso? – le pregunte a mi amiga, mientras la cernía para llamar su atención

- ¿ver qué?, yo no vi nada, ahora déjame que me harás devolver mi almuerzo – me dijo mi amiga quitándole importancia a la situación, algo que me pareció raro, ya que sin importar que tan mínimo sea la que pase Olivia siempre me apoya

El almuerzo se acabó y volvimos a clases, en las cuales no pude ni concentrarme ni un poquito, y a diferencia de la mañana esta vez me pasaron súper rápido, mi cabeza repetía una y otra vez lo que paso con los corazones, ¿habrá pasado? o lo ¿habré imaginado?, esas dos preguntas rondaban una y otra vez en mi cabeza, si bien yo lo vi, y parece que Gael también, Olivia estaba a mi lado y no vio nada, talvez Gael no se sobresaltó por los corazones, talvez fue otra cosa la que lo espanto y estoy haciendo una montaña de un grano de arena.

Olivia y yo nos dirigimos a mi casa después de la escuela, ya es una tradición que ella nos ayude con los últimos preparativos de la fiesta, al llegar veo a la señora Maria arreglando la casa junto a unas personas que no conozco, así que asumo que mi mamá las contrato para ayudar, hablando de mi mamá, no la veo por ningún lado, lo cual es raro, ya que mi mamá suele pedir el día en el trabajo para ayudar en la casa, pero esta vez no esta

- Y ¿mi mamá? – le pregunto a la señora Maria

- Esta arriba, sube querida y recuerda ten la mente abierta – me dijo la señora Maria mientras me daba un abrazo

Confundida por sus palabras subí hasta la habitación de mi madre, sabía que la encontraría allí, pero lo que me encontré al entrar me traumatizo y me confundió en partes iguales, allí estaba mi madre sentada en el regazo de un desconocido mientras literalmente se devoraban mutuamente

- ¡MAMÁ! – grite al verla en semejante situación

Mi madre rápidamente se levanta del regazo del desconocido

- Sofía querida – me dice mi madre mientras empieza a jugar con sus manos nerviosamente, esa es una maña que yo también tengo y que solemos hacer cuando estamos muy nerviosas

- ¿Quién es él? – le pregunto mientras señalo al hombre que aún está sentado en la cama de mi mamá

En ese momento el hombre se levanta y puedo ver que es súper alto, y muy apuesto, no me sorprende que mi mamá haya caído en sus garras, debo admitirlo es muy guapo