Capítulo 4

PAMELA

No creí que lo volvería a ver, desde ese día en que me dejo, no creí que volvería aparecer en mi vida pero allí estaba frente a mí, el hombre que alguna vez ame y del que seguramente sigo enamorada, frente a mí estaba Samuel, quien era nada más y nada menos que el padre de mi hija.

Conocí a Samuel cuando tenía 17 años, él era nuevo en la cuidad y se había convertido en mi vecino, desde allí todo fue perfecto, Samuel desde un principio demostró su interés en mí, y como evitarlo yo también estaba interesada en él, y como no hacerlo era un hombre joven, pues solo es 2 años mayor que yo, independiente, ya que a sus 19 años parecía vivir solo, y apuesto, con su casi metro noventa de estatura, de piel blanca, cabello negro y hermosos ojos grises Samuel era el chico más atractivo que había conocido en mi vida, nuestra relación duro casi todo el tiempo que estuvo en la ciudad, dos años, pero un día sin decirme nada se fue, mis padres siempre estuvieron en contra de la relación, ya que decían que alguien como Samuel solo jugaba conmigo, al parecer tuvieron razón, él nunca me involucro con su familia, y parecía venir de una familia adinerada, talvez si solo jugaba conmigo, solo 1 mes después de que se fuera me entere de que estaba embarazada, mis padres no se lo tomaron muy bien y cuando me negué a deshacerme de mi bebé, ellos me corrieron de casa, de no ser por la señora Maria no sé qué hubiera sido de nosotras

- Hola para ti también cariño – me dijo Samuel mientras se acercaba a mí y de la nada me abrazo – no sabes cuánto te extrañe – me dijo para después besarme

Yo estaba en shock, para cuando reaccione no dude en empujarlo lejos de mi le di una cachetada con todas mis fuerzas

- Auch, que agresiva, pero no diré nada porque quizás me lo merecía

- ¿Quizás te lo merecías?, me abandonaste maldito, claro que te lo merecías – le grite muy enojada

- Yo no las abandone, yo siempre estuve allí con ustedes

- ¿de qué…? ¿con nosotras? – allí me di cuenta de que Samuel hablaba en plural, pero yo nunca tuve la oportunidad de decirle que estaba embarazada, así que ¿Cómo lo supo?

- Si con ambas, cuando me fui yo ya sabía que estabas embarazada, así que planeaba pedirte matrimonio con la mayor brevedad posible, pero las cosas se complicaron.

- Si claro, ahora vas a decirme que aún me amas pero que algo impidió me volvieras – le dije muy enojada, ya que no solo me había abandonado a mí, sino también a su hija

- Aun te amo, y si, algo me impidió volver, no podía acercarme a ustedes, pero aun así las ayude en todo lo que pude y además siempre tenía a gente cuidándolas

- ¿de qué hablas? – le pregunte por que ahora si estaba confundida

- Como segura ya te habrás dado cuenta no hay nadie más aquí, y se supone que deberías ver a tu jefe hoy – me dijo con una sonrisa, y allí lo comprendí

- Tu eres mi jefe, el dueño de la empresa – dije realmente impactada

- Así es, cuando mi nana me dijo que querías buscar trabajo no dude en decirle que te recomendara venir aquí, así podría ayudarte económicamente sin necesidad de que trabajaras, aunque sabía que no te quedarías quieta así que tuve que inventar algo – me dijo de la manera más calmada posible

- ¿tu nana? – le pregunte, aunque ya tenía respuesta, fue la señora Maria la que me recomendó probar suerte en las empresas Mootii Falfalaa

- Si mi nana Maria, cuando me dijeron que tus padres te habían echado de casa al saber de tu embarazo le pedí de favor que te cuidara, ella es como una segunda madre para mí y sabía que podía confiar en ella – me contesto mientras se volvió a acerca a mí y me tomo de las manos – Pamela yo te amo, y no hubo día en estos 16 años que no pensara en ti, pero por tu seguridad y la de mi hija tuve que irme, pero ya volví y no pienso alejarme de ustedes

- ¿Por qué te fuiste? – esa era la pregunta del millón, debería saber la razón, de esa respuesta dependía todo, yo aún lo amaba, siempre lo hice, y el saber que aunque en la sombras él siempre nos cuidó hacia que mi enojo y resentimiento hacia él disminuyera, pero se fue y nos dejó, así que de esa repuesta dependía si lo perdonaba a no