Capítulo 3

PAMELA

Hoy es un día especial para mi pequeña, hoy cumple 16 años, como todos los años preferiría estar en casa ayudando a la señora Maria con los preparativos de la fiesta de mi hija, pero por primera vez desde que empecé a trabajar en las empresas Mootii Falfalaa, no me dieron el día libre, pero siendo sincera no tengo porque quejarme, si bien no me dieron el día libre, el señor Uriel me dijo que me podría ir temprano, que solo me necesitaban medio día, y al parecer al fin conocería a mi jefe, desde que empecé a trabajar aquí, hace ya 15 años, nunca vi a mi jefe, quien es nada más ni nada menos que el dueño de la compañía, sinceramente nadie lo conoce ya que es muy celoso de su intimidad, en la empresa la única persona que lo ha visto en persona es el vicepresidente, que es el señor Uriel, ni yo lo he visto y eso que soy su asistente personal o algo así, “asistente personal del presidente”, es lo que decía mi contrato, pero desde que llegue literalmente solo me pagan por tomar café, comer en la cafetería, y engrapar papeles, enserio cada tanto viene la secretaria del señor Uriel y me da hojas para engrapar y ya, es todo lo que hago, y me pagan demasiado por eso, en realidad siento que es injusto, pero no puedo renunciar, ya que mi contrato es por 20 años, y si lo incumplo o quiero renunciar, bueno ni en toda una vida podría pagar lo pactado en este, sinceramente cuando entre me deje llevar por la paga que no pensé mucho al firmar, y si bien cualquiera me diría, “Pamela, si te pagan por hacer nada, ¿Por qué demonios quieres renunciar?”, yo lo veo injusto, pero poco puedo hacer, pero ahora que al fin aparecerá el presidente ya haga algo más que engrapar

Llego temprano a la oficina, si bien mi entrada es a las 9 de la mañana hoy decidí llegar un poco más temprano y arreglar un poco la oficina para recibir a mi jefe

- Veo que llegaste temprano – oigo la voz del señor Uriel, al darme la vuelta puedo ver que está parado en la puerta

- Si, así es, decidí venir a arreglar un poco la oficina antes de que llegara el jefe – le conteste

- No tenías que molestarte, arreglar este lugar no es tu trabajo – me dijo mientras se acercaba

- Y ¿Cuál es mi trabajo?, ¿engrapar? – le dije yo mientras levantaba un ceja, en el tiempo que he estado aquí me he hecho amiga de Uriel con quien tengo una relación muy cordial, y si bien alguna vez pensé el tener algo con él, esa idea fue borrada el día que me entere que estaba casado

- De vez en cuando también desengrapas – me dijo el muy cínico

- Jajaja, que gracioso – le dije

- Lo sé, soy un cómico, y dime ¿Cómo está tu hija? – me pregunto, y es que Uriel siempre pregunta por Sofía, le tiene mucho aprecio, a pesar de que solo la ha visto en pocas ocasiones

- Bien, esta emocionada con lo de su fiesta – le dije

- Seguro que es así, bueno la razón por la que vine a verte fue para decirte que el jefe llega a las 10 de la mañana y que quiere verte en la sala de juntas que está en el piso 11 – me comunico mi amigo

- ¿ya hablo contigo? – le pregunte, aunque la respuesta era muy obvia

- Hable con él en la mañana, bueno me retiro tengo trabajo recuerda sala de juntas nivel 11, a las 10 – me recordó, y después se fue

La verdad me quede con la duda, ¿Por qué el jefe querría verme en ese lugar?, el nivel 11 ligeramente es la sala de juntas, esta es enorme, prácticamente un salón de fiestas, y solo se usa en ocasiones especiales, pero quien soy yo para juzgar a mi jefe, como llegue temprano debo de esperar a que sean las 10 así que ocupo la mañana en engrapar unos 4 documentos que había en mi mesa y en llenarme de café hasta que al fin llega la hora, debido a que solo algunas persona tienen acceso a ese piso paso por la oficina de Uriel quien me da su llave y me dirijo hacia allí, debo de admitir que me sentía un poco nerviosa, pero debía controlarme, llegue a lugar y cruce el pequeño pasillo que separaba el elevador de la sala de juntas, al entrar me quede muda, de todo lo que me imaginaba que podía ser mi jefe, lo que vi no era lo que me esperaba