Capítulo 13

...Isabella Rivera...

Mati vino a verme y yo no pude decirle la completa verdad. Tengo miedo, más bien terror, de que me deje y que decida no esperarme.

Siento de todo cuando lo veo, mi corazón palpita desesperado y el calor me invade de sólo pensar en todo lo que hemos compartido en éste tiempo.

Mi deseo de ser esposa de éste bello caballero no hace más que aumentar pero cuando casi lo logro y estaba en una burbuja de inmensa felicidad siento que todo se evaporó y me encontré de cara a la realidad, una en la que soy infeliz y nadie puede ayudarme.

Mi corazón se estruja y me duele sentirme tan desdichada cuando tendríamos que estar pensando en nuestra boda. Lo beso con todo el amor y la tristeza fundiéndose en nuestros labios y lo abrazo intentando refugiarme de todo lo que está mal en mi vida ahora.

El desconcierto en su voz es notorio y aunque me pregunta que me ocurre no logro articular palabra por varios minutos. Me seco las lágrimas aún sabiendo que mi maquillaje es un desastre que no tiene arreglo.

Tomo su mano y lo invito a sentarse a mi lado, tomo una gran bocanada de aire y decido finalmente hablar y decirle la dolorosa verdad.

-No podemos casarnos- pronuncio con dificultad sin perder de vista la desilución que siente en éste momento

-¿Por qué no? ¿Qué sucede amor? Puedes confiar en mí

-Estoy casada hace tres meses pero no sé cómo sucedió, yo ni siquiera lo conozco y te juro que no es verdad- hablo apresuradamente mientras el desconcierto en su voz es aún más evidente

-Amor explícame con calma, podemos solucionar todo. Si me dices la verdad se que esto podemos aclararlo, recuerda que soy abogado

-Yo jamás me casé, es verdad. Me pidieron que vea un juez para resolver esto cuánto antes pero él me dijo que debo convivir con mi esposo falso por seis meses y luego si no funciona nuestro matrimonio disolverá el matrimonio

-Esto es muy extraño amor pero no puedes estar con el seis meses, al menos ¿Vive aquí?

-Si amor pero mañana debo viajar con él. Estaba empacando cuando llegaste- las lágrimas que con éxito contenía vuelven a fluir

-¿Adónde irán?

-No lo sé, según se es de trabajo pero no tengo idea ni a qué se dedica, no lo conozco ni me interesa conocerlo, parece un vagabundo- lo recordé y me dió asco

-¿Que haremos amor?

-Debemos esperar seis meses, ¿Me esperarás?

-Seis meses no son nada si la recompensa es tenerte a mi lado toda la vida amor- sonrió triste y me abrazó

-Por eso te amo, sabía que entenderías. ¿Me escribirás?

-Yo también te amo Bella y no dudes de que te escribiré como cada día y que a cada hora estarás en mis pensamientos- sus palabras tan hermosas alegraban mi triste corazón y me llenaban de esperanza

Más tarde él se fue y de inmediato unas empleadas comenzaron a desinfectar la sala bajo la supervisión de mi madre.

-Mamá ¿Todo esto es necesario? Él es limpio pero en cambio mi supuesto esposo un vagabundo y parece caerte mejor

-Sebastian parece buena persona, en cambio éste... mejor me reservo el comentario- se fue dejándome con la palabra en la boca

La incredulidad que tenía era demasiada, no podía mi madre haber dicho aquello. Un vulgar vagabundo le agrada más que un respetado abogado. Éste día cada vez se tornaba más incomprensible y desalentador.

Fui a terminar de empacar cuando mi padre entró a mi habitación con un pequeño bolso lleno de dinero que me entregó.

-Esto es para que compres lo necesario durante el viaje princesa

-Papá tengo tarjetas de crédito

-Sobre eso... las cancelé por seguridad y mandé a instalar un programa en tu teléfono para que nadie pueda rastrear tu ubicación y así protegerte

-Parece que estás de acuerdo con ésta estupidez, yo creía que había justicia en éste país pero no es así

-Es la orden de un juez, no acatarla sería violar la ley. Tienes que madurar hija

-Ire a ducharme papá, mañana debo levantarme a la madrugada por culpa del vagabundo maldito que le agrada a mamá

Él se retiró intentando no reírse mientras que yo fui a sumergirme en la tina llena de sales aromáticas. Debí prender varias velas para relajarme y poner música suave. Presentía que no conocería la paz en mucho tiempo...

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