Capítulo 20

Antonio: algo así, tengo algo importante que decirte.

Gabriela: ¿porque pones esa cara? No me asustes Antonio

Antonio: Ricardo se va mañana a Nueva York lo transferí como CEO para la sucursal de esa ciudad y ya no te va a molestar más con el tema del divorcio 

Gabriela: ¿y el acepto irse a Nueva York a cambio de dejar a su hijo de lado, y tú por qué haces esas cosas sin consultarme? 

Antonio: necesitaba un CEO para esa sucursal y además fue el quien me pidió, así que yo no tuve nada que ver, lo del divorcio esta de anteojo o te ha vuelto a molestar con algo

Gabriela: pensándolo bien no he sabido nada de él en días, espero que sea muy feliz para que no me moleste más nunca en su vida.

Antonio: vamos a buscar a nana y a Fer deben estar muriendo de hambre.

Cuando llegamos a la habitación nos encontramos una sorpresa, Fer y nana estaban profundamente dormidos, al parecer pidieron servicio a la habitación, cenaron sin nosotros y se durmieron, por lo que nosotros hicimos lo mismo.

Al día siguiente nos quedamos en la piscina del hotel hasta el mediodía, almorzamos y nos devolvimos a casa.

Ya Ricardo se fue y la situación entre Gabriela y yo no podía estar mejor, en las mañanas llevábamos a Fer a la guardería, luego la dejaba a ella en el trabajo y yo me iba a mi oficina, algunas veces almorzábamos juntos y los fines de semana la pasábamos en casa, en la piscina o salíamos a pasear, así pasamos unos tres meses, que fueron lo mejor del mundo y no los cambio por nada.

Narra Gabriela 

De verdad que este momento de mi vida se llama felicidad, llevo varios meses viviendo con Antonio y todo es tranquilidad, amor y familia, nunca había visto a Fer tan alegre, se la lleva muy bien con Antonio y nana lo tiene super consentido. 

Hoy Antonio me dijo que tenía un evento y que lo esperara en mi casa, que quería que viera algunas cositas que había cambiado en mi casa. 

Al salir el chófer me llevó a buscar a Fer a la guardería y me dejó en mi casa, ahora tengo plantas en el frente de mi casa y me gusta el ambiente que le aportan.

Entro y me doy cuenta que no fueron unos arreglitos cambio toda mi casa, tengo muebles nuevos, cocina renovada con electrodomésticos a estrenar, el piso fue cambiado y mientras estoy revisando cada lugar de mi casa escucho que Fer me llama gritando.

Cuando voy veo su habitación y aunque pareciera imposible es más hermosa que la de la mansión, abro el closet y hay muchísima ropa nueva, mi hijo salta de la felicidad y me da un abrazo para ponerse a jugar con todos los juguetes que hay en la habitación.

Me entra la curiosidad por saber cómo estará mi habitación y voy a mi cuarto y está hermosa, esta renovada, la cama es inmensa, han pintado las paredes con un gris claro y le han puesto detalles en rosa pastel.

Estoy enamorada de mi habitación, bueno de toda mi casa, busco el teléfono y lo llamo pero no me contesta, debe estar ocupado y le envío un mensaje: amor acabo de ver la casa y todo esta hermoso, ni en un millón de vidas hubiera soñado con tener mi casa de esta manera.

Luego pasa más de una hora y me contesta: no te voy a poder buscar hoy, que descanses.

Que mensaje tan seco, pienso, ceno con mi pequeño y nos acostamos a dormir, al día siguiente llega el chófer y Antonio no está, dejó a Fer en la guardería y me deja en la oficina.

Le escribo a Antonio y no me contesta los mensajes, lo llamo y tampoco me contesta, a eso de las 10 tocan la puerta de la oficina y es mi secretaria con un ramo enorme, yo me emociono, claro eso es por lo de anoche y yo fastidiándolo toda la mañana, cuando veo la tarjeta lo único que dice es “Lo Siento”.

No entiendo que sucede, le mando unos mil mensajes más y nada, al terminar la jornada el chófer me pasa buscando y Antonio nada que aparece.

Al día siguiente, fue prácticamente lo mismo, me llegó otro ramo de flores y nada que aparece Antonio, fui hasta la central y no me quiso atender, eso llego al límite, me parece mucha cobardía de su parte.

Fueron pasando los días y cada día llegaba un ramo nuevo, fui a pagar las tarjetas de crédito y estaban pagadas, fui a cancelar la guardería de Fer y estaba cancelada por un año, dos veces a la semana iba una persona a limpiar la casa lo cual, ¿adivinen? Estaba pagado.

Pero de Antonio no sabía nada y no me iba a arrastrar detrás de él para que me prestara atención, así que voy a pasar página y seguir mi vida, mientras tanto cada día sigo recibiendo ramos pidiéndome disculpas.

Se que dije que no lo iba a hacer, pero por lo menos una vez al día le mando un mensaje, algunos para saber cómo está y otros insultándolo y diciéndole hasta del mal del que va a morir.

Han pasado dos semanas y estoy en casa cuando tocan la puerta de mi casa, al abrir es nana con un monto de cajas, la hago pasar y la abrazo.

Nana: hola mi niña ¿cómo has estado?

Gabriela: no sé cómo responder esa pregunta nana, Antonio ha pasado de mí, tengo un montón de días que no se nada de él, a veces quiero asesinarlo y otras estoy con una tristeza intensa.

Nana: hija no puedo decirte nada, pero él te envió esta carta antes de irse a Alemania nuevamente y preferí venir yo personalmente a entregártela.

Gabriela: por lo menos aún quedan personas valientes en este mundo, hay nana ¿porque no ha querido verme?

Nana: lee la carta a lo mejor ahí te da todas las respuestas que buscas

Gabriela: y todas esas cajas ¿que son?

Nana: las cosas de Fer que estaban en la casa y las que te había comprado Antonio para ti, allí hay ropa, juguetes y otras cosas que el había guardado para ti.

Nana y yo nos quedamos hablando un rato más y luego quedo con el montón de cajas en la sala, así como la carta en la mano, la pongo en una esquina y espero hasta que Fer se duerma, me sirvo una copa de vino y me voy a mi cuarto a leer la carta. 

Hermosa:

Espero hayas recibido mis flores y te sigo pidiendo disculpas una y otra vez, espero que en algún momento me perdones por lo que te voy a decir ya que es algo que debí hablar contigo hace mucho tiempo, pero por cobarde me callé.

Gabriela me voy a casar dentro de poco y no puedo romper el compromiso, ya había dado mi palabra antes de volver a verte en esa cafetería, cosa que de verdad me cambió la vida, pero para mejor.

Se que debí decirte esto hace mucho tiempo, pero todo lo que vivimos en estas últimas semanas fue lo mejor de toda mi vida, cada día era mejor que el anterior.

Mi futura esposa vino a buscarme y tuve que volver con ella a Alemania para culminar con los preparativos de la boda, así que sigo pidiéndote perdón una y otra vez hasta el último día de mi vida.

Anexo te envío los documentos de la casa que te gustó cuando fuimos a la playa, sé que no hay manera de compensar el daño que te estoy haciendo, pero quiero que sepas que me hiciste el hombre más feliz del mundo en poco tiempo.

Te Amo y te amaré hasta el último día de mi vida

Antonio 

Al terminar de leer la carta llore a más no poder y me quede dormida. 

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