Capítulo 18

Salimos de la habitación y lo dejamos en su mundo de dinosaurio, el se acercó a mi y me besó con una pasión que me hizo temblar, yo me separé suavemente y le dije: tenemos algo de que hablar, ¿cierto?

Antonio: Primero vamos a cenar

Gabriela: y Fer necesita comer

Antonio: ya nana le traerá la comida y estará pendiente de él

Gabriela: lo estas consintiendo mucho

Antonio: es solo un detalle para él y para ti, tu cara se iluminaba cuando veías la felicidad de tu hijo

Me llevó al jardín hasta un pequeño toldo al estilo árabe, todo estaba hermosamente decorado, había pequeñas velas que mostraban un camino de luz y la mesa estaba puesta con candelabros y muchísimas flores, había flores por todo el lugar, parecía que reinaba la primavera en todo el lugar, me ayudo a sentar y luego se sentó él.

De la nada aparecieron algunos mesoneros que nos sirvieron vino, el hizo un brindis por nosotros dos y luego sirvieron la cena, la comida estaba divina, cada cosa estaba en su punto, de verdad todo era perfecto,

El hombre que me acompañaba era perfectamente hermoso y varonil, el ambiente totalmente hermoso, la comida deliciosa, pero tristemente debía interrumpir tanta maravilla, ya que él sabía que teníamos una conversación pendiente.

Antonio: ya comimos y se que tienes un millón de cosas que te están pasando por la cabeza, las cuales me quieres decir, comienza

Gabriela: como te atreves a darme trabajo luego de que expresamente te había dicho que no quería, te lo dije bastante claro que me gusta ganarme las cosas por mi esfuerzo

Antonio: y así lo hiciste, el Sr. Alfredo me entregó tu currículo y me dio muchas referencias positivas acerca de tu trabajo, de lo cual puedo decir que se quedó corto, pero tienes el perfil que estaba buscando para ese cargo y decidí contratarte.

Gabriela: y ¿qué es eso de la clausula de los dos años? ¿Porque no puedo renunciar entes de ese tiempo?

Antonio: eso es para protegerte ya que no sabía si debías ir a juicio por la potestad de tu hijo y con eso podrías justificar tus excelentes ingresos por un mínimo de dos años, lo cual espero que sea por más tiempo ya que como profesional eres excelente

Cada cosa que había hecho tenia una respuesta y obviamente estaba planificada, ¿qué otras cosas me estarán ocultando este hombre? Pero por lo visto todo ha sido para mí beneficio y yo armando lio.

Gabriela: pero debiste decirme

Antonio: te lo pregunté y me dijiste que no, además técnicamente no te contraté yo te contrato el Sr. Alfredo bajo la antigua administración, por lo que al culminar la fusión tu entrabas como parte de los empleados de esa empresa.

Gabriela: todo lo que haces tiene un porque y un para que, ¿cierto? Cada paso tuyo está pensado hasta en lo que parece que te estas equivocando

Emitió una sonrisa maliciosa y contestó: por supuesto que sí, pero lo que vamos a hacer ahora te cuento que lo he planeado desde hace días y no voy a pedir tu aprobación, aunque sé que la tengo.

Se me acercó con ese caminar felino tan de él y volteó la silla colocándome frente a él, se arrodilló y metió sus manos debajo de mi vestido hasta que llego a mi ropa interior, la cual rompió de un solo tirón para besar cada una de mis piernas, abriéndolas para comenzar a tocar mi zona de placer.

Yo comencé a gemir y en ese momento empezó a besarme suavemente para luego ir mordiendo suavemente mis labios inferiores, a la vez que iba metiendo un dedo dentro de mí, luego otro cada vez con más fuerza haciendo que yo acabara en su boca mientras el tomaba mi néctar.

No había notado que en un lado había un pequeño mueble el cual noté cuando me alzó y me recostó allí, nos empezamos a besar y sentía mi sabor en su boca, a la vez que lo iba desnudando poco a poco y el hacia lo mismo conmigo, cuando estuvimos desnudos tomé su parte intima y la metí en mi boca, lo bese, lo chupé hasta que el terminó en un gruñido de placer que me indicaba que le había gustado, tomé todo de él y en ese momento me recostó para adentrase en mí.

Estuvimos un buen rato los dos allí, lo hicimos una, dos, hasta tres veces, en esos momentos sentíamos que éramos uno solo, este hombre es el único que he amado en mi vida y el único que me hace sentir en las nubes.

Cuando casi me iba a quedar dormida sonó su teléfono, lo buscó y me enseñó una foto que estaba le habían enviado, era Fer dormido abrazando un dinosaurio de peluche, eso me dio la tranquilidad que necesitaba para terminar esta noche tan maravillosa.

No sé en qué momento me quedé dormida, sólo sé que escuché su voz diciendo mi nombre para que me vistiera y que regresáramos a la mansión, nos vestimos y vi cuando tomó lo que quedó de mi ropa interior, lo olió y se lo metió en el bolsillo.

Gabriela: ¿para qué guardas eso? Tengo una gaveta con unas que están limpias

Antonio: jajajaja no es igual y estas las voy a guardar para cuando no pueda estar cerca de ti poder recordarte, sentir tu olor

Gabriela: que rarito eres, ¿no te lo han dicho?

Antonio: muchas veces, vamos a la casa para que descanses mira que un pajarito me dijo que tu jefe te dejó mucho trabajo

Gabriela: cierto, lo voy a demandar por explotación laboral

Nos fuimos a la casa nos duchamos y volvimos a hacer el amor hasta dormirnos, de verdad que este hombre no se cansa, bueno y

Volvimos a hacer el amor hasta dormirnos, de verdad que este hombre no se cansa, bueno y yo tampoco, nunca me cansaré de él, lo amo con todas mis fuerzas y cada día me siento más compenetrada con él.

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