Capítulo 4

Narra Gabriela

El está allí esperándome o estará esperando a otra persona, pero veo que sonríe y me llama, para luego hacerle una seña a una chica que está cerca y es una mesonera, no sabía que habían mesoneras en este lugar.

Me acerco donde él está y me saluda con un beso en el cachete, uffff! Que rico  huele, a crema de afeitar y a loción, este hombre me enloquece, me toca el brazo y siento un escalofrío que atraviesa todo mi cuerpo.

Antonio: Hola preciosa, ¿Cómo estás?

Gabriela: hola, bien y qué haces aquí?

Antonio: esperándote.

Gabriela: y ¿cómo sabías que iba a estar aquí?

En ese momento me traen mi café y yo lo veo con una interrogante.

Antonio: aunque no lo creas, escuche cada una de tus palabras ayer y dijiste que este lugar te gustaba mucho y que siempre venías, así que me tomé el atrevimiento de pedirte tu café.

Gabriela: mmmmm ok, de verdad que ayer hable mucho!!!

Antonio: sí y no me diste tu número de teléfono para poder comunicarme contigo, por lo que tuve que arriesgarme a venir hoy  a ver si te encontraba y mira, te encontré nuevamente.

Gabriela: jajajaja qué pena contigo, pero es que tenía una cita de trabajo y ya estaba súper retrasada, anota mi número XXXXXXXXX.

Antonio: se te puede llamar a cualquier hora?

Gabriela: somos amigos, así que no veo el problema de que me llames a cualquier hora, pero que sea en un horario decente, mira que no me veo atendiendo una llamada de madrugada y menos explicándole a mi esposo.

Antonio: no creas que soy un loco, pero ayer te busqué en las redes y algo me llamó la atención, no vi fotos de tu esposo en ningún lado, tu esposo es de verdad o me estás diciendo que estas casada para que no te moleste?

Gabriela: mi esposo sí existe, pero trabaja muchísimo para un jefe que lo explota mucho, casi no está en casa porque tiene que cumplir con sus labores en la oficina. Además, no deberías sacar conclusiones de la vida de los demás por lo que ves en las redes.

Antonio: Cierto, tienes razón, fue solo curiosidad y hoy sí podemos hablar tranquilamente o vas a salir corriendo nuevamente cuando suenen las campanadas?

Gabriela: ups, mira la hora! Es tarde otra vez y si voy a tener que irme nuevamente, vamos a hacer una cosa llámame y cuadramos  para vernos con tranquilidad, esta semana no voy a poder, pero tal vez la otra, espero tu llamada.

Me despedí de él, con un pesar, como si fuera la última vez que lo veía y salí a realizar mis labores del día, con su sola presencia se me olvidó la rabia y la tristeza que tenía cuando salí de la casa.

Durante la mañana me llego un mensaje de Ricardo y al ver que es él lo ignoro para seguir trabajando, la mañana pasó súper rápido y al salir de la oficina recuerdo que tenía un mensaje por revisar, lo veo en el carro ydice: Gabriela tenemos que hablar, nos vemos en el restaurant de siempre a las 7.

Esas palabras resuenan en mi cabeza, ya que cada vez que vamos allí es para esos momentos que van a cambiar nuestra relación, allí me pidió matrimonio, allí le dije que estaba embarazada, allí supe que él había perdido su empleo cuando Fer tenía aproximadamente un mes de nacido, pero pudimos resolverlo y fue cuando comencé a trabajar en asesorías para ayudar en casa mientras él conseguía otro empleo, allí me dijo que había conseguido empleo en la empresa donde está actualmente y donde me dijo que dejará de trabajar que él podía sostener la casa el solo económicamente.

Pero ya me había acostumbrado a ganar mi dinero por mí misma, por lo que no acepté y creo que fue ahí cuando mi matrimonio comenzó  a decaer, en ese sitio tengo recuerdos felices y otros no tanto.

Llego a casa a la hora de siempre, porque si sacamos el hecho de haberme encontrado a mi ex dos días seguidos mi vida es bastante rutinaria, paso la tarde con Fer y le comento a mi madre que voy a salir con Ricardo en la noche.

Ella está feliz porque además de que lo adora como a un hijo, piensa que puede ser algo bueno, que a lo mejor tenga algo que ver con todo el trabajo que ha realizado y que por fin va a estar más tiempo en casa.

Yo no creo, pero tengo que esperar para saber por lo que al finalizar la tarde me baño me visto, le mandó un mensaje para confirmar la hora, a lo que él me responde que va saliendo de la oficina y salgo de casa para estar puntual, porque últimamente se enoja de nada y no quiero que arme un espectáculo porque llegue tarde.

Estaciono el auto y ya está allí, veo la hora faltan 5 minutos para las 7, nos saludamos y entramos al local, un mesonero nos lleva a nuestra mesa y veo que él está algo serio, lo noto tenso.

Yo pido un vino rosado y el un whisky, ahí me doy cuenta de que lo que me va a decir no va a ser agradable, está tomando fuerza, por lo que le preguntó:

Gabriela: Aquí estamos amor, ¿me vas a decir ahora o después de comer?

Ricardo: es que no sé por dónde comenzar.

Gabriela: suéltalo como te salga y vamos viendo.

Ricardo: vamos a comer mejor y disfrutamos de este momento.

Ese comentario hizo que me tensara, de verdad que lo que me va a decir no se le hace fácil, pero no tengo idea de que es lo que pasa por su cabeza, ya que hace tiempo que no hablamos prácticamente de nada.

En eso suena el celular y el atiende saliendo del restaurant, pasan unos minutos y vuelve a la mesa, llama a mesonero para pedir la cena, cada uno pide lo que ha seleccionado del menú, yo empiezo a hablar de Fer, de cómo ha crecido y de cómo se desenvuelve en el día a día, ya que detesto los silencios incómodos y lo único que hemos tenido en común desde hace tiempo.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***