Planes

Al llegar al patio Amelia soltó la mano de Leonor.

-  ¿Por qué te comportaste de esa manera con Minerva?

- No me agrada.

- Tal vez te sientes de esa forma porque no la recuerdas, así no te agrade debes saber actuar con tranquilidad, es tu hermana te quiere y lo que le dijiste puede haberla herido.

- Está bien me comportaré mejor, ahora dime conoces alguien que se llame Gabriel Rodríguez…

- Rodríguez ¿Podría ser? Es que mi memoria falla, tal vez con una disculpa a Minerva recuerde algo – sonríe.

- Está bien, vamos a buscarla.

Cuando encontraron a Minerva, Amelia le pidió una disculpa por su manera de comportarse, aunque Minerva quería ir con ellas Amelia se lo impidió diciéndole que su madre la estaba buscando para hablar algo sobre la boda, aunque era una mentira, ya que no deseaba que ella se entere de lo que hablaría con Leonor.

- Dime ¿Cómo te enteraste del señorito Rodríguez? – pregunta Leonor.

- Bueno escuché cuando Minerva hablada con alguien, dijo que era un hombre pudiente, pero que por el momento había caído en desgracia de lo contrario él habría podido ser su elección como esposo.

- Minerva como siempre fijándose solo en la fortuna que tenga una persona, podría ser que no se encuentre enamorada de René y solo desee tener algo con él por interés.

- Todavía lo dudas, a pesar de su compromiso mantiene una relación con otro hombre (o eso decía el libro)

- ¿Qué hombre? – pregunta Leonor exaltada.

- No te lo puedo contar aquí, alguien puede escucharnos y estaríamos en problemas.

Enseguida Leonor llevo Amelia al jardín, a la parte más apartada y se aseguró que no haya ningún empleado que pueda escucharlas.

- Ahora puedes hablar y por favor no te guardes nada – dice Leonor.

- Voy a hacer sincera contigo (casi porque si digo todo es capaz de enviarme a un psiquiátrico) tienes que prometerme que no se lo dirás a nadie más, actuaras con prudencia.

- Te lo prometo, será un secreto.

- Confiaré en ti, la verdad es que recupere mi memoria y lo que me sucedió no fue un accidente, Minerva intento matarme – Leonor se sorprende -, sé que es difícil de creer, te juro que es la verdad.

- No tienes que jurarme nada yo te creo, me pareció raro lo que explico Minerva, pero decidí no darle importancia – la toma de las manos -, perdóname.

- No tengo que perdonarte, tú no me has hecho daño.

- Ahora entiendo tu comportamiento con Minerva y yo te persuadí para que le ofrecieras una disculpa.

- ¿Cómo podrías saber lo que sucedió? Tranquila, todo está bien, en la embarcación

Minerva tuvo una relación con un pasajero, tuvo relaciones sexuales con él y yo los encubría.

- Era un hombre alto, de cabello negro, algo formidable, yo escuché hablar de él, decían que era administrador de un hombre de apellido Pardeaz que se encuentra en España y que venía a cuidar los negocios del caballero en la costa. Note cierto interés por parte de él la forma en que la miraba, algunas sonrisas entre ellos, no pensé que llegarían a tanto.

- Si debe ser él, se llama Daniel Torres o al menos así se presentó, la situación es que ella le prometió matrimonio, debido a esa promesa él se encuentra aquí, vino a comprometerse con Minerva, cuando la enfrente por estar con dos hombres y la amenace con contar todo exploto y me ataco, yo no me resbale ella me empujo contra la pared y varias veces me golpeo con un jarrón su intención no era herirme o amenazarme para que no hablara, ella deseaba matarme – Leonor la abraza.

- Amelia has guardado silencio de una situación grave. No te preocupes yo estoy

contigo y no te dejaré sola. Ahora sabes si Minerva todavía se ve con el tal Daniel...

- Debe seguir encontrándose con él, porque no deseaba dejar a ninguno de los dos.

- Entonces saldremos a buscarlo, hablaremos con él para que se aleje, si esto se llega a saber ambos hombres podrían enfrentarse en un duelo.

- Supongo que te encuentras más preocupada porque René podría salir herido.

- Mis sentimientos no son correspondidos, no interesa eso ahora, vamos al pueblo a buscarlo, voy a pedir que alisten el carruaje, por favor ve por lo que necesites para estar más cómoda, e iré a avisarles a nuestros padres.

- ¿Puedo ir sin vestido? – Leonor la ve de forma seria -, está bien solo iré por una

sombrilla.

Leonor se apresuró a preparar todo para salir, hubo un inconveniente en sus planes, su madre y hermana gemela también se iban a la ciudad por lo cual tendrían que ir con ellas. Cuando Amelia baja de su habitación se encontró con su padre, del cual tenía buenos recuerdos.

- Mi niña –David la abraza -, me alegra verte de pie, verte bien, no sabes cuánto me preocupo tu accidente, ¿Cómo te encuentras? ¿Necesitas algo? Pide lo que desees menos comprometerte y no tengas un romance escondido con alguien, cualquier muchacho primero debe obtener mi aprobación, yo deseo que sean feliz y que no sufran por engaños ni maltratos de sus esposos.

- Amelia te estaba buscando, apúrate o la noche caerá cuando volvamos a casa – menciona Minerva.

- No te preocupes, en este momento salgo –Minerva se retira -, padre hablaremos sobre

eso después, ahora tengo que retirarme antes que mi hermana se vuelva loca.

- Ve con cuidado – David le da un beso en la frente -, no te separes de Leonor.

- Hasta luego padre.

Al salir Minerva estaba molesta por su demora.

- Amelia por fin sales, rápido sube al carruaje – dice Minerva.

- Lo siento tengo que tener cuidado, podría resbalarme y tener otro accidente.

Las palabras de Amelia pusieron nerviosa a Minerva, quien no hablo durante todo el camino al pueblo, mientras que Trinidad preguntaba constantemente por la salud de Amelia, si sentía cómoda, necesitaba descansar, etc. Por su parte Leonor trataba de

tranquilizar a su madre, de ese modo llegaron al centro del pueblo, en el cual se separaron, debido a la presencia de su madre y hermana tendrían poco tiempo para buscar a Daniel y hablar con él, sin perder el tiempo Leonor y Amelia preguntaron por Daniel Torres sin encontrar respuesta alguna, cansadas de

caminar por el pueblo decidieron entrar a un sitio almorzar, donde Lorena está haciendo un escándalo.

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