EL HIJO PRODIGO

Harry sabía exactamente dónde estaba su hermano y decidió atormentarlo un poco con su llamada.

-Buenos días hermano mío, Catalina quiere verte, le urge que te presentes en casa a la brevedad, al parecer has estado ocupado y ella te está cubriendo las huellas.

-De qué hablas?

-Apareció otra de tus obras de arte, con el indiscutible estilo de antaño.

-No entiendo de qué hablas.

-Apareció otro cadáver hermanito, y la Policía inmediatamente reconoció tu firma e intentó ponerle una trampa a Cata, pero ella al parecer los tiene a raya, debes venir.

-Ya estoy harto de que me quieran endilgar cuanto muerto aparece. Tengo 8 días en la Montaña y hay suficientes testigos de que no me he movido de aquí.

-En la Montaña, en retiro?

-Sí, en retiro espiritual, así que dile a Catalina que mañana estaré en casa.

Harry acto seguido llamó a su esposa y le comunicó donde se encontraba su hermano.

-Jack está en la Montaña, no ha salido de ahí por días, bueno eso dice él.

-Me dijiste que estaba en Marruecos eso me daba esperanzas, la Montaña no es lo suficientemente lejos como para que lo descarten.

-Dice que no ha salido de ahí, debe estar despavorido borrando las grabaciones de las cámaras de vigilancia ja ja ja ja.

-No entiendo como puedes reírte, sabes lo delicado del caso, sabes acaso lo que sufrió la victima de este homicidio? No es justo que hagas chistes de esta situación y menos que hagas comentarios contra tu hermano, sabes que eso afectaría a toda nuestra familia, aun y cuando el resultase ser el culpable yo lo defendería.

-Si Cata, sé muy bien que lo defenderías en cualquier circunstancia.

A la mañana siguiente cuando Harry y Catalina bajaron a desayunar consiguieron a Jack muy orondo untando de mermelada un trozo de pan tostado. Era muy parecido físicamente a Harry sólo que más fuerte y más varonil, era 5 años menor que Harry y era el hijo prodigo, se encargó de dilapidar el dinero que le daban para estudiar y luego de la muerte de su padre salió a recorrer el mundo, vivía en un gran apartamento en el centro de la ciudad, consumía tanto alcohol como su hermano y además usaba drogas con mucha frecuencia.

-Buenos días dormilones, aquí me tienen de cuerpo presente.

-Buenos días hermanito.

Catalina lo vio y con molestia le dijo:

-No tienen nada de bueno este día Jack, no tienes idea de todo lo que ha pasado en tu ausencia.

-Harry algo me contó, pero cuéntame que fue lo que pasó.

-Hace cinco días ya, se me presentó en un evento al que acudí como invitada, un Detective de la Policía Técnica, me pidió ayuda para un caso que los ocupa referente al asesinato de una mujer, la cuestión es que al llegar a la comisaría y ver la foto del cadáver noté que además de ser un crimen pasmosamente parecido al cometido hace veinte años contra Ana María Lovera y por el que fuiste investigado, también noté que la chica muerta en esta oportunidad es alguien que había visto en varias ocasiones, días antes de su muerte.

Harry asentía a todo lo que su mujer relataba, pero al final la miró desconcertado.

-Pero eso no me lo habías dicho, como es eso que la conoces?

-No se lo he dicho a nadie y no, nunca la conocí, la había visto, me llamo la atención porque era una mujer bastante alta, de esas mujeres difíciles de ignorar, era bella pues y siempre parecía estar perdida viendo a todos lados, como si buscara a alguien. La vi tres o cuatro veces, nunca supe si consiguió a quien buscaba.

Harry en tono de burla dijo:

-Obviamente consiguió hasta lo que no estaba buscando jajajajaja.

Catalina miró a su esposo con asco y le dijo con voz atronadora:

-Siempre eres tan desagradable Harry!!!

-Ya pues, dejen las peleas de enamorados vamos a enfocarnos en el crimen, sabes qué momento determinó el forense como día y hora de la muerte?

-Realmente no lo sé, no le pregunté, no quise ahondar, desde que puse mi pie en esa oficina me di cuenta que era una trampa.

-Deben saber que ella trabajaba el Restaurant donde suelo despachar mis clientes, así como saben que te asistí cuando quisieron imputarte por el homicidio de Ana María, tal vez quieran incriminarme también. Y Jack tú tienes la culpa, siempre molestando a todos, haciendo enemigos a diestra y siniestra, la gente se cansa de tus ataques y terminas dañando a toda la familia.

-Por Dios Cata, crees que el asesino mató a esas mujeres por atacarme a mí? estas loca, es casualidad que  mataran a una de nuestras empleadas y fueron contra mí porque me había acostado con ella y consiguieron sus cartas en mi habitación y por supuesto la mente telenovelesca de los Policías apuntaron al guapo señorito. Antes de preocuparte deberias mirar el lado bueno de esta situación, ya que al final nos beneficia que formes parte de ese equipo porque siempre conoceremos en que estado está la investigación.

-Estás loco Jack, ellos no quieren mi ayuda quieren justamente eso que me pides que haga, quieren información de mí.

-Y qué podrías decirles? yo no fui y sabes bien que tampoco maté a Ana María, te consta.

Y sí le constaba, a ella más que a nadie porque la noche que mataron a Ana María Jack y Catalina estaban juntos, pero eso no lo podían declarar sin acabar con el matrimonio. Harry en tono irónico dijo:

-Caray siento que estoy sobrando en esta mesa, mi hermanito y mi esposa planeando crímenes en mi presencia.

Debería irme así tendré a favor de ustedes la “negación creíble” porque si escucho más, Ay mi Dios!!! si escucho más, seguramente cuando me inviten a la Comisaría y luego de la primera caricia de los investigadores declararé todo lo que he escuchado y lo que creo que sucedió hace veinte años cuando mi hermano y mi esposa eran amantes.

-Nunca vas a superar algo que sucedió antes de la relación de ustedes? Basta de torturarte con cosas que ya nadie recuerda, vamos a enfocarnos en lo que importa por Dios.

-Sigan ustedes en lo suyo, yo tengo invitados esta tarde en casa y debo prepararme, tal vez invite al Arzobispo y le pregunte que opina del asesino jajajajaja.

-Eres insoportable hermano.

Mientras Catalina se preparaba mentalmente para el próximo encuentro con los Detectives y Jack buscaba establecer su coartada, Harry por su parte comenzaba a recibir a sus ilustres invitados entre ellos estaba el

Arzobispo Lucena, Sacerdote Jesuita, incansable estudioso del tránsito de Jesucristo en la tierra, El decano de la facultad de Teología de una reputada universidad privada del país, regida casualmente por la Compañía de Jesús,

algunos artistas plásticos, un par de actrices para adornar la sala, un comediante para aliviar los momentos de tensión y su arma secreta un historiador cuyas tesis, esperaba Harry, lograran crear suficiente tirantez para desatar una discusión entretenida e interesante, estaba emocionado, se había divertido al armar su lista de invitados, la noche prometía.

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