Embarazada

Jimena siendo una mujer muy joven estaba triste eligió estar con la persona que buscaba según ella creía que él era el amor de su vida, ¡qué él la amaba, se equivocó!!Nunca iba a cambiar, eso era algo que ella estaba llegando, le duele el alma, pero tendrá que ver como huir de este lugar, él estaba lleno de odio y sed de venganza hecha no la culpa a ella siempre, porque el padre la hizo casar!!

Tantas golpiza e hizo perder a su hijo triste, pero real este hombre aparentemente creía que con todo lo que él hacía estaba bien, será que él en algún momento amo a Jimena cuando volvió de la clínica después de estar unos días internada...

Horacio, — Bueno ahora que estás en casa

Jimena, — Sí estoy bien, pero debo cuidarme mañana tengo que ir a un control con la niña

Horacio, — enojado esta bien llévala hacer el control y no te olvides de que tienes que ver por mis cosas, los gallos que son de riña, míralos como siempre aliméntalos y dale agua en horarios...

Mañana salgo temprano a trabajar y vuelvo a la noche!!

Jimena, — Ya sé todo lo que tú haces ve tranquilo y no te preocupes por nosotros estaremos bien siempre lo estamos cuando tú no estás!

Horacio se levantó y fue a dónde estaba Jimena se asusta, y se puso en contra la pared, entonces Horacio se acercó lentamente y le dijo— no te voy a lastimar solamente quería abrazarte y decirte que me perdone que me voy a comportar de acá en adelante no te voy a hacer más daño solamente no quiero que vuelvas a reclamarme nada...

Jimena, — no mientas! Grito,

—siempre dices lo mismo y vuelves a golpearme a lastimarme no te importa si yo no quiero me tomas a la fuerza estoy cansada no te me acerques por favor...

Jimena estuvo 3 meses muy mal lloraba mucho entró en un estado depresivo, extrañaba mucho su panza y abrazado a su pequeña Dámaris, Horacio en ese tiempo no molestó a Jimena, trataba de tener detalles con ella porque él vio que no estaba bien, dejó de tomar alcohol dejó sus salidas de un lado y comenzó a cuidar de la pequeña Dámaris y de Jimena parecía que todo había cambiado...

Jimena se estaba recuperando, pero no se sabe cuánto duraría esto si sería para siempre o solamente sería por un tiempo... Siguieron pasando los días y comenzaron a avanzar en su relación el mismo, buscaba la manera y  le cuidaba y daba todo lo gusto, a Jimena también a Dámaris salían juntos a pasear ya iban a la casa de los padres de Jimena visitarlos, también iban a la casa del Padrino Jimena ella estaba feliz ya iban a ser 5 meses de que había perdido su pequeño estaba superando todo. Cuando se hicieron presentes los malestares, se fue a hacer control ya estaba embarazada una vez más. Se fue al control con el obstetra de ella le dijo que se tuvo que cuidar mucho que era un embarazo riesgoso, le hizo una ecografía y dijo que el bebé estaba en buena ubicación que controlarían el crecimiento una vez cada 20 días...

Jimena, feliz volvió a la casa espero a Horacio, pero no llegó, ya que hoy era Día de las riñas hacían competencia de peso y de los gallos más fuerte se quedó dormida cuando escucho golpe en la puerta se levantó eran las 5:00 de la mañana y había llegado miércoles tomado apenas si podía estar de pie ella pensó para sí misma otra vez justo ahora solamente, lo ayudó a llegar a la cama y no hablo él se quedó dormido…

Al día siguiente, él levantó y vio a Jimena distraída sentada bajo la sombra de un árbol grande que tenían, se fue hasta ella y la abrazo y dio un beso tierno.— buen día mi amor perdón por llegar así anoche!

—Mmm bueno.— dice y se levantó de donde estaba, ella tenía levantada, la blusa y Horacio noto un pequeño vientre abultado, —amor estás un poquito rellena, — dijo y la acaricio

Ella le sonríe dulcemente, — no amor...

Fue adentro y salió con una carpeta, — mira! Por ti mismo

Horacio, —Es verdad que Jimena está embarazada... él la abrazo y giro con ella, y ella le sonríe.— está arrepentido?

Horacio, — no, no lo estoy...  La abrazó fuerte, — estoy feliz 😊 tendremos un pequeño, podre disfrutarlo— dijo él y unió sus labios se separaron por falta de aire

—si podrás mi amor solo no vuelvas a hacerme daño.—advirtió Jimena

Horacio— te amo voy a comportarme cumpliré con mi promesa!

Jimena sonrió y él volvió a besarla y abrazo con fuerza, dejando pequeños mordisco en el cuello, —eso espero, — dijo y le dio un beso tierno...

Las promesas son solo palabras que vuelan cuando llega un viento feroz, Jimena realmente era feliz, pero eso pronto terminaría...

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