Capítulo 5 La Oscuridad

Salimos de la biblioteca tomados de la mano muchos nos miraban con recelo otros esperaban de nosotros una descendencia de hechiceros de sangre pura

– Así que te ha gustado tu prometido - Dijo Laura con una sonrisa irónica dejando a Jeferson pensativo

– Ella es mi hermana, no pienses mal siempre es irónica - le dije al presentarlos

– Hola Hermanito soy Laura - dijo Laura antes de irse a bailar

–Lytza quiero presentarte a mi abuela Romelia - dijo Jeferson en el momento que la Señora volteó perdí el control temblando mis manos las apreté con mucha fuerza para cerrar la energía mágica que brotaban de ella, la luz de la mansión se apagó de la fuerza que generaba mis pensamientos, solo quedaba el resplandor de mis manos y la luz de mis ojos

**La energía que brotan de las manos de Lytza

Romelia

– Sabías que estaba destinada a casarme con Jeferson entonces aprovechó para ir a buscarme en mi tienda - le dije en el momento que Jeferson intervinó

– ¿Abuela de que te acusa Lytza?- dijo Jeferson

–Jovencita estamos en una fiesta ¡baja a tu intensidad ahora mismo! - dijo Lilibeth

– ¡SOY LYTZA! bien continua con tu fiesta porque la mía se acabó - dije al momento que se encendieron las luces todos miraban perplejos la incomodidad que causó el haber conocido la abuela de Jeferson

– Podemos hablar en privado - preguntó Jeferson

– Si podemos pero con tus padres, la Señora y mi madre.- dije señalando a su abuela, caminando hacia la biblioteca

– Ahora que estamos aquí Lytza quiero que me expliques qué sucede con mi abuela - dijo Jeferson

– ¡Que casualidad! que tú abuela me buscó el mismo día que fuiste a la librería, este compromiso es para obligarme hacerle favores imposibles, así que aclaremos todo desde el principio - dije mirando a su abuela

– ¿Abuela que favor le pediste a Lytza? - preguntó Jeferson molesto

– A ver Señora Romelia díganos qué le dijo a mi hija para que se molestará de esta manera - preguntó Lilibeth

– Le ofrecí oro para que rescate a mi esposo de sombras oscuras - dijo la Señora sentándose

– ¡Es imposible! Lytza no puede hacer eso, además ella no pasa a sombras oscuras - dijo Lilibeth

– Madre cómo haces eso a la prometida de tu nieto, le has perjudicado el compromiso- dijo la mamá de Jeferson una mujer elegante con cabellera larga marrón y ojos cafés, labios color carmesí traje largo negro en un cuerpo esbelto.

**Jazmín

– Suegra has sido imprudente Lytza no puede hacer esa petición recuerda que el portal está cerrado para los hechiceros - dijo el padre de Jeferson muy guapo con un traje de etiqueta de facciones similares a su hijo

– ¡Entonces cómo quedó ante ti, un ridículo interesado! es posible que me subestime - dijo Jeferson mirándome con ojos oscuros

– Bueno quizás he mal interpretado esta situación pero quiero que tú abuela sepa que no puedo hacer su petición independientemente de nuestro compromiso - dije mirándola fijamente

– De acuerdo ya lo comprendí el mismo día que me dijiste que no, ¿ahora que decides? continuar con mi nieto o vas a cancelar el compromiso - preguntó Romelia

– No lo pienso cancelar - respondí sonrojando mi rostro

– Entonces te presentó Jazmín mi madre y Fernando mi padre - dijo Jeferson mientras saludaba a sus padres

– Un placer conocerlos - les respondí recibiendo de su parte un gentil saludo mientras salimos de la biblioteca para regresar a la fiesta

La hora del pastel llegó así que sople las velas mágicas que volaban mientras las apagaba, al pasar las horas el inconveniente quedó olvidado al momento de bailar y beber, algunos invitados se retiraron encantados por el festejo, otros seguían la fiesta

Entonces en el momento que bailaba con Gino y Laura con Jeferson la Oscuridad se apoderó de la mansión nuevamente, Elizabeth al tratar de encender las luces con un hechizo fue impactada con la pared de un sobresalto

– Pero que sucede aquí - dijo Laura quien dominaba la varita encendiendo luz a través de ella mostrando una mujer con grande cuerpo y un largo vestido negro su piel era extraño aspecto pero sus ojos rojos desorbitados me indicaban que se trataba de un demonio

– ¿Dónde estás? tú sabes que me quitaste el amor que me pertenece por la eternidad - dijo la Demonia causando conmoción

– Un Demonio - gritaban y algunos salían del salón para no caer en la esclavitud de sombras oscuras

– Ustedes son unos hipócritas, provienen de sombras oscuras y ahora nos rechazan, por eso son una vergüenza, pero a ti te destruiré por tu culpa lo perdí todo, en especial a Mi amado - dijo la Demonia hasta que se acercó a Elizabeth queriendo agarrarla

– ¡Desaparece de aquí! no la toques - le grité en el momento que ella me miró pero entonces Jeferson me empujó recibiendo él un hechizo perturbador

– Bastarda hija de media raza - me respondió la Demonia

– Hasta que sonó una voz conocida ¡Regrestumg! sombras oscuras.- dijo Ocumet sin poder ser visto desapareció la mujer

– Encendiendo todas las luces, muchos quedaron sin comprender al mirar a mi madre estaba golpeada en el suelo, mi tía la transportó a su habitación, Jeferson estaba mareado del hechizo sus padres se despidieron cordialmente, su abuela con un movimiento de cabeza salió.

– Mañana vendré a verte - dijo Jeferson besando mi mano logrando erizar cada partícula de mi piel

– Te esperaré entonces - le respondí

Así fueron las despedidas hasta que el servicio en cuestión de segundos dejaron el salón reluciente, estaba comenzando a salir el sol justo al caminar a la habitación de Elizabeth, al pasar estaba abrazando a mi tía Ritaly

– ¿cómo sigues? te ha lastimado - pregunté queriendo hacer una lista de preguntas pero sabía que su orgullo no la dejaría responder

– Todo está perfectamente hija anda a descansar ya ha salido el sol estás agotada - Respondió con una media sonrisa

– ¿Quiero saber quién es esa demonia?,- dije sin rodeos

– No tengo idea de quién se trataba Lytza, ya quiero dormir, tu también Ritaly más tarde hablamos - dijo Elizabeth de manera cortante

– ¡Porque será que presiento que algo me ocultas! - le respondí antes de salir camino a mi habitación

Después de tomar un baño y colocarme mi cómodo blusón para dormir, el sol estaba saliendo así que cerré las cortinas, entrando en la acogedora cama

– ¡Misú porque no me dices nada de lo que hoy sucedió! - le pregunté al abrazarlo

– También estoy sorprendido, ¿crees que la abuela de Jeferson seguirá con la propuesta que te hizo en la librería? - preguntó Misú

– Seguramente, ella no me parece sincera es como si me acusará de la situación de su esposo en sombras oscuras -

– ¿Crees que de verdad Jeferson no tiene idea de esa propuesta? - preguntó Misú

– ¡No me creas gafa Misú! también tengo mis dudas de su sinceridad con respecto a las intenciones de su abuela conmigo - le respondí

– Se ve claramente que se gustan, es como si fueran destinados - dijo Misú ronroneando