Cap. 10 Tranquila, no pasa nada

Lo miro un poco nerviosa, debería controlarme, he pasado dos meses preparándome para esta ocasión y no debería estar tan descontrolada así que debo excusarme.

< Otelo, lo siento, no me gustan los funerales _ susurro mientras él asiente, su mirada es menos fría y se ve tolerante.

< Tranquila, no pasa nada _ me dice y es particularmente suave.

Nos acercamos a esas alimañas y Denis me mira como un degenerado, parece que a este idiota no le importa nada y no tiene problemas con acosar a la esposa de su primo.

< Denis, mis pésames por tu perdida _ Otelo habla con autoridad, la diferencia de temperamento es increíble, nunca había notado lo mediocre que era Denis hasta que todo esto pasó.

< Señor Crown, mis pésames por la pérdida de su esposa, debe estar devastado _ Digo altanera, no le muestro ni un poco de empatía, aunque mis palabras suenen a que sí.

< Otelo, gracias por venir, esto era algo que no me esperaba, es tan sorpresivo y repentino _ dice con cara de aflicción y no me había dado cuenta lo buen actor que es este mal nacido.

< Sr. Crown, ¿quién es la señora a su lado? _ digo haciendo notar que es muy viejo para mi y que se ubique.

Denis me mira y pone una sonrisa halagadora haciendo que Joana se irrite.

< Lenka, no me llames tan formalmente, somos familia después de todo _ me dice coqueto mientras yo quiero degollarlo en este mismo momento.

< Oh, es verdad, tío Denis, dejare los formalismos _ digo sonriente y veo como se le borra la sonrisa en cambio Otelo se ríe entre dientes haciendo enfadar más a esta basura.

Joana se prende más de su brazo de forma descarada, mi cuerpo está ahí siendo velado y esta zorra no se ubica.

< Denis, no me vas a presentar a tus familiares _ dice con voz afligida y quien la viera diría que es una mujer sufriendo.

< Oh, este joven es mi primo Otelo Crown y esta hermosa jovencita es Lenka Sotomayor la esposa de mi primo _ Denis me sonríe descaradamente mientras yo solo ruedo los ojos con fastidio.

< Otelo, soy Joana Lens, la mejor amiga de Melina, es un gusto conocerte, eres un hombre joven y guapo, tu esposa se ve que es muy joven _ dice mirándome con burla.

Sonrío dulcemente y me apresuro a contestar antes que Otelo diga algo.

< Tía Joana, no soy tan joven, sin embargo, puedo hacer una vida de amor y logros con mi esposo, solo espero que no haya en mi camino una oportunista descarada que quiera arrebatarme el fruto de mi trabajo _ digo mirándola directamente a los ojos y se le borra esa sonrisa burlona que tiene en la cara quedándose petrificada.

Denis carraspea y trata de cambiar la conversación, pero Otelo ha perdido la paciencia.

< Otelo, habrá una reunión en mi casa más tarde, espero puedas venir con tu bella esposa _ dice descaradamente y Otelo ya no tiene filtro.

< Denis, no creo que asista, y deberías dejar de babearte por mi esposa cuando estás frente al ataúd de tu mujer fallecida, no seas descarado, deberías tener un poco de sangre en la cara, permiso _ me toma de la mano y me lleva a otro lado de la sala mientras levanta una copa de vino.

Veo que la cara de Denis se desfigura por completo, Joana le reclama algo entre susurros y eso me agrada, parece que esta zorra solo fue un medio de uso para Denis.

Yo tomo un vaso de jugo ya que nunca me ha gustado el vino, pueden llamarme sin clase pero me desagrada totalmente su sabor, Otelo me mira detenidamente.

< ¿No vas a beber vino?, en nuestra boda casi te bebes la reserva internacional tu sola _ me dice sin dejar de mirarme fijamente (siento que me ve hasta el alma este idiota cuando hace eso).

Niego con la cabeza repetidas veces, parece que a esta niña le gustaba el chupe.

< Ya no me gusta desde entonces, además te prometí que me comportaría _ digo mientras sigo tomando mi delicioso refresco y Otelo solo desvía la mirada.

Cuando Otelo estaba por ser secuestrado por uno de sus parientes escucho una voz que me alegra de cierta manera.

La abuela Sara se acerca a nosotros con una sonrisa, ella al principio no me quería mucho, no vengo de una gran familia y no tenia antecedentes familiares destacados así que no era de su agrado, pero cuando se enteró del problema de este idiota y que yo había asumido la responsabilidad ella me empezó a tratar como a una nieta, me consentía y defendía de todos y contra todos.

< Otelo, mi niño, ven a darle un beso a la abuela _ se acerca a este hombre frio y distante quien se vuelve un terrón de azúcar con la abuela Sara.

< Abuela, estás tan linda, ¿me has extrañado? _ le dice con cariño y ternura ¿este idiota es bipolar? Ahora sí que me sorprendió definitivamente.