Y DESPUÉS...

Capítulo 1 Soy ...

... Nací a principios de verano hija de una delicada, bella y joven citadina. En su trabajo conoció al amor de su vida....

Se casaron y dio a luz a cinco lindas princesas, entre ellas yo Cristel mi madre Cinthia, nos heredó la mayoría de sus características físicas, mis hermanas Karina en segundo lugar y después en ese orden Iris, Sofía y Katia Díaz y Fernández .Soy la primera hija la primera nieta de mi familia.

A pesar de ser de ciudad mi madre al llegar a vivir al hermoso pueblito llamado Valle Azul de dónde mi padre Phip es originario inmediatamente se hizo parte de el. En este lugar obvio no había ruidos extremos ni esmog ; al contrario se disfruta del sonido mañanero de las aves o los producidos por los animales de granja de los cuales en su mayoría nos alimentan los complementaban las cosechas de diferentes granos fruta y verduras.

Mi padre completa nuestro sustento con su trabajo aún en la ciudad debe ir y venir diariamente con este cubre todas las demás necesidades.

Siempre fueron muy unidos el amor entre ellos nos enseñó que existe y que no por algunas discusiones normales del matrimonio se haría menos al contrario se fortalece día a día siendo nuestro ejemplo.

Cristel. -Ya te escuché mami ya voy, mientas preparabas el desayuno ya recolecte los huevos y di de comer a las gallinas .

Kary.- Yo mami ya ordeñe la vaca aquí está la leche .Cristel me cambio la tarea , prefiero ir por la leche así puedo ver ese hermoso becerro con esas manchas negras y blancas que me hacen pensar si es blanco con negro o negro con blanco jiji.

Iris.- Mami a mí me tocó alimentar a los conejos,saben ya hay nuevas crías al parecer necesita agrandar su corrales o hacer más están llenos todos , y como no al fin conejos! jajaja.

Así transcurrian los días en el hermoso pueblito de Valle Azul en el cual todos se conocen. Familiares o vecinos todos sabían sus historias. se reúnen el las festividades de Santo patrono del pueblo , los domingos en misa y cada celebración la mayoría eran invitados.

Mi mamá dejo de trabajar desde que se casó dedicando todo su tiempo a nuestro cuidado. Le encanta peinarnos preparando deliciosas comidas y jugar con nosotras. Desde pequeñas, nos inculcó el ser bien portadas a ayudarle en las labores claro a nuestra edad consiste el levantar nuestra ropa, tender la cama (como podíamos)y por supuesto levantar los platos y vasos que utilizamos.

En realidad nuestra niñez fue linda llena de amor de nuestros padres.

Todos los días que mi padre trabaja lo esperaba mi madre con la cena caliente y terminaban contándose los que les había ocurrido en el trascurso del día , por las mañanas al ir a su labor se levantaba muy temprano para darle de desayunar los despedía en el patio con un beso.