Capítulo 9 Mi primer día de instituto

Al llegar al instituto, nos bajamos del autobús y quede impresionada por el lugar que tenía ante mis ojos… parecía un castillo antiguo, era muy imponente, sabía que no era un lugar común, pero tampoco creí encontrarme con esto, la fachada era de un castillo antiguo, pero el interior era muy moderno, cuando caminábamos por los pasillos, Lorenzo me mira y me advierte

-Ten cuidado, a partir de aquí estás, sola…, ya que nosotros estamos en otras clases-

-Si mi Sensei-

-Deja de decirme así, es raro, además no soy Sensei todavía-

-Para mí si-

Sin dejar que me replique me voy apurada donde este cuerpo recuerda es su clase. Este lugar como era de esperarse, no tiene clases normales, si bien tiene materias comunes como en otros lados también tiene materias de hechicería, control de chacras, conjuros y pociones. No todos los que asisten tenían permitido estar en estas clases especiales, solo los que mi abuelo autorizaba en cuanto venían de mí mismo lugar natal, pues allí era un lugar central donde venían jóvenes de todas partes… en nuestro caso como estábamos a una hora, vamos y volvemos todos los días, pero el lugar también funcionaba como un internado para los que no están tan cerca…

El día en el colegio comenzaba con clases donde todos podían asistir, reguladas por grados y conocimientos, típico de una escuela normal de donde provengo, luego del almuerzo se pone interesante, pues tenemos las clases especiales… En ellas, no importa el rango, ni la edad, sino que se mide por niveles, hay tres niveles; avanzado que están los aprendices en su mayoría, menos Dylan, este está en el nivel medio, hace tiempo, según él, no encuentra inspiración para avanzar…. Ni suena como una excusa, pero que puedo decir yo… estoy en el último nivel el más bajo… el nivel de novato y hace tres años asisto, esta chica no tenía la menor intención de avanzar se ve. Como Mateo recién comienza estará conmigo en esas clases, eso me anima…

Ya que en las clases convencionales no conozco a nadie, los recuerdos que tengo solo son de soledad, ni una amiga tiene esta chica… nadie se tomó el tiempo de mirarla… a medida que pensaba avanzaba hacia mi salón de clases. Al ingresar un grupo de chicas se para delante de mí, la cabecilla era Heily

-Miren quien apareció-

-¿Disculpa te debo algo?-

Vi como su rostro se desfiguraba nunca le había contestado, esta chica solía abusar de la anterior usuaria, porque sabía que era la aprendiz de Dylan y ella está tras ese idiota.

Este grupo de niñas provienen de otro lugar por lo que suelen dormir en el instituto, a veces incluso se quedan los fines de semana para poder invitar a Dylan y sus secuaces a pasear por la ciudad. Si bien nuestro poblado es bastante cerrado, los que desean salir a pasear lo pueden hacer libremente en su tiempo de ocio, tampoco es un tirano mi abuelo…

Volviendo a ver a esta chica, no era muy atractiva usaba demasiado maquillaje, si bien tenía bonita figura y pelo dorado, largo, con ojos marrones, toda esa belleza se opacaba con el maquillaje a montones, para parecer más adulta… algo parecido pasaba con sus secuaces, pero en menor medida... no usaban tanta cantidad de base como esta chica Heily

-Niñas ¿Por qué usan tanto maquillaje?-

-Acaso estás buscando tu muerte que te ríes de nosotros-

-No, solo decía que con tanta cosa en la cara no se puede ver tus expresiones, te queda muy mal-

Se veía como se enfurecía cada vez más esta mocosa, cuando estaba esperando que me golpeé, siento un tirón del brazo, cuando giro era la chica que me veía en el autobús, se ve que está en mi clase… ¿Quién será?

-Heily ¿cómo estás? Tan bella como siempre como veo-

-Vanesa eres tú, ¿Qué quieres?-

-Nada solo recordarte que estás a una falta más para ser amonestada, de ser así te recuerdo que no te dejaran quedarte más los fines de semana aquí, por ser problemática… ¿No crees que es mejor seguir cada una por su lado?-

-Cada día te odio más Vanesa…. Me iré por ahora-

Cuando se iban veía a mi salvadora, era muy bonita, tenía ojos color cielo, su cabello era rojizo como el fuego, su cara era parecida a la de una escultura de ángel, su mirada era tierna y llena de compasión, Vanesa, me suena ese nombre…. No me digas que es la protagonista de la novela… por qué me miraba tanto….

Bueno es una ruta de muerte sería mejor esquivarla…

-Gracias por tu ayuda, me voy-

La dejé con la palabra en la boca, no pudo decir ni mu que salí prácticamente corriendo de su lado… el resto del día fue tranquilo, la chica esa Vanesa trataba de hablarme pero yo corría para el otro lado constantemente… comencé a buscar en mis recuerdos pero esta muchacha casi no hablaba con Vanesa, si la chica rara se le acerco unas cuantas veces pero Elisabeth la alejaba… Vanesa era un monitor de la clase, que significa eso… al tener tan buena reputación puede acusar directamente a quienes molestan al resto, fue una medida para luchar en contra de los que abusan de otros, la palabra de los monitores es sagrada, ya que se encuentra bajo un hechizo de la verdad… así se han hecho de muchos amigos, pero también de muchos enemigos…. Pobre Vanesa no quisiera estar en su lugar….

El día siguió su camino, al llegar la hora del almuerzo me dirigí a un comedor en común que había en este lugar, allí nuevamente se me coloca enfrente Heily con su séquito para molestarme

-No está esa Vanesa insoportable por aquí para defenderte ¿qué harás?-

-¿Mocosa ya te estás metiendo en problemas nuevamente? Déjame respirar-

Cuando escucho eso siento un brazo que se posa en mi cuello y me abraza levemente, era Mateo que finalizaba su primer día e iba a buscarme para comer juntos, tras él apareció Lorenzo

-Otra vez ustedes en el paso, apúrense que tenemos que asistir a más clases después de almorzar-

La chiquilla adelante mío estaba sorprendida, pero se notó como le echo el ojo a Mateo

-¿Usted es nuevo por aquí? ¿Me diría su nombre?-

-No estoy interesado en mocosas que no muestran su verdadera cara y la esconde tras maquillaje… ya tengo suficiente con esta mocosa que tengo que cuidar-

-Oye me puedo cuidar sola-

-Claro mírate, te dejamos un rato sola y ya estás haciendo disturbios-

-No tengo la culpa de ser tan popular-

Comenzamos a reír dejando atrás a esas chiquillas molestas quienes estaban todavía más enfurecidas, a medida que nos adentrábamos más al comedor se podía ver como todos giraban para observarnos a los tres caminar juntos

-Niño me parece que llamas mucho la atención-

-Puede ser, deben estar preguntándose como una mocosa como tú se hizo amigo de hombres tan apuestos como nosotros-

-Niños como ustedes-

Lorenzo me echo una mirada asesina

-Ninguno de los dos está a mi altura, son dos niños, este es mi último año para recibirme y comenzar con mis estudios avanzados, ya tengo un pie en la adultez-

Ni Mateo ni yo pudimos aguantarnos la risa, simplemente nos reímos en la cara de nuestro Sensei, espero que esto no nos juegue en contra al momento de entrenar….

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