Capítulo 10 - El cumpleaños de Liam III

-¿Porque te apartas?

-Porque me ibas a dar un beso.

-¿Porque no quieres que te de uno? -Preguntó el joven Vinward algo molesto.

-¿Porque no me gustas? -Respondió Sarcásticamente.

-Entonces, lo que has hecho antes. ¿Te gusta Huntgreen?

-Lo que he hecho antes no tiene nada que ver con lo que estás haciendo ahora -Dijo Sarah mientras se levantaba y empezaba a caminar.

-Claro que tiene que ver -Se levantó Vinward siguiendo a Sarah

-Pues no entiendo porque.

-Tal vez porque soy tu prometido, solo tal vez.

-¿Quieres dejar de seguirme?

-¿Puedes parar de huir y enfrentarme cara a cara?

Sarah frenó en seco y se giró, encontrándose con los brillantes ojos color cian de Vinward.

-Pero, vamos a ver, ¿Eres consciente de que tengo 14 años y que soy una niña que no sabe gestionarse emocionalmente? ¿Que las hormonas hacen de las suyas, que he bebido sin querer y que ha sido algo sin significado?

-Lo único que espero es que de verdad fuera algo sin significado. -Contestó Vinward .

-¿Pero a ti que mosca te ha picado? Estás muy raro. Creía que tampoco querías casarte conmigo.

-¡Yo tampoco lo sé! Por dios. -El joven suspiró- Lo único que sé es que al verte con Huntgreen me ha dado una sensación terriblemente desagradable, el corazón se me ha encogido al ver eso y que estoy muy molesto.

La joven se quedó callada. Con esa descripción ella ya sabía lo que le ocurría al joven, estaba celoso. La clásica historia de amor-odio, sólo que esta vez era no correspondido o tal vez simplemente una persona siendo posesiva.

-Estoy mareada, debería ir a dormir.

-Deja que te acompañe.

-No.

-Prometo que no haré nada raro, simplemente te acompañaré y ya está.

-Okay...

Ambos fueron hasta la puerta del dormitorio de Sarah. Estaban en un silencio muy incómodo y tenso. Vinward no sabía que decir, no sabía como comportarse porque nunca se había sentido así. En cambio Sarah estaba en pánico por dentro pensando cuales son sus posibilidades de romper el compromiso en una sociedad tan machista si el prometido está enamorado pero la mujer no.

-Hemos llegado.

-Vale, descansa.

El joven parecía un cachorro abandonado mientras se marchaba, Sarah no podía evitar sentirse ligeramente culpable por lo que había sucedido esa noche.

«Bueno, mañana será otro día»

Y mañana llegó.

Sarah tenía un regustillo a alcohol en la boca por la noche anterior. Había dormido como un bebé, no tenía resaca, hacía tiempo que la joven no había descansado tanto y tan bien. La amplia sonrisa que tenía se le fue borrando a medida que fue recordando lo sucedido como los celos de Vinward.

-¡Por dios! -Saltó la joven de la cama.- ¿Pero qué hice?

Se sentó al borde de la cama mirando al infinito repitiendo en su mente una y otra vez el momento del beso con Tyneth. Había roto la relación con la única persona que podía considerarse amistad, un tremendo error que no podía solucionarse hablando. ¿O si?

-Tal vez...

«¿Y si fuera a visitarle? Pero eso haría peor la situación.»

Sarah la había liado pero bien. Además, que Vinward lo vió. Lo único que la consolaba era que Lessonas seguro que no lo había visto. Aunque... ¿No sería eso suficiente para poder romper el compromiso?

La joven no sabía que hacer, tenía un caos mental tremendo. Se tumbó en la cama mirando el techo.

-¡Buenos días dormilona! -Dijo Liam entrando al dormitorio.

-¡Liam! ¿Qué haces entrando así en mi habitación?

-¿No puedo?

Sarah suspiró. -¿Qué quieres?

-Uy, que gruñona.

-Dime

-Un pajarito me ha dicho que ayer te vio en la celebración.

-Ah... ¿Si? ¿Q-quien? -Dijo Sarah bastante nerviosa.

-Lessonas.

- ??

-Estuvimos hablando un rato gracias a ti jeje

-Vaya... ¿De nada?

-Cosas así hacen que no me quiera rendir a pesar de no tener futuro con ella.

-No creo que sea buena idea que lo sigas intentando con ella, deberías rendirte

-Parece que alguien tiene resaca -Dijo Liam mientras se sentaba con ella.

-No es eso lo que me pasa...

-Entonces, ¿qué te pasa?

-No sé si debería contarlo, me vas a matar.

Liam soltó una carcajada al escuchar eso.

-Dudo que hayas hecho algo tan malo.

-Si me prometes que no lo dirás te lo cuento.

-Vale vale, lo prometo

-Pero promesa de verdad y en serio, no lo puede saber nadie.

-De acuerdo.

-Ayer bebí...

-Me esperaba algo peor -Rió el joven.

-... Besé a Tyneth...

-¿¿¡Que hiciste que!??

-...Vinward nos vió...

-Dime que no hay más

-...Y se molestó bastante, no creo que ahora quiera romper el compromiso.

Liam suspiró y ambos quedaron mirando al infinito sin mediar palabra.

-Tiene sentido que estés así hoy. -Dijo finalmente el rubio.

-¿Crees que podré romper el compromiso fácilmente?

-No tengo ni idea, la verdad.

-Me gustaría arreglar las cosas con Tyneth, es el único amigo que tengo.

-Eh, ¿y yo que soy? -Preguntó indignado.

-Algo mejor que un amigo, mi hermano jeje -La joven suspiró- Quiero que seamos amigos otra vez pero no puedo borrar lo pasado.

-A ver, Sarah, a los amigos no se les besa. - Suspiró- Exactamente, ¿Qué te dijo?

-Le dije que hasta pronto y me contestó "no lo creo".

-Uf... Es normal, cruzaste una línea. Tal vez lo mejor es darle espacio y no agobiar más.

-Puede ser... Por cierto, tengo una pregunta.

-Claro, dime.

-¿El beso es suficiente para romper el compromiso?

Liam se sorprendió con la pregunta.

-Depende las circunstancias, en tu caso no lo es. Igualmente si se rompiera el compromiso por eso, no te dejaría en buen lugar y nadie querría casarse contigo.

-Comprendo...

-Además, si sale a la luz el beso, probablemente romperían el compromiso de Huntgreen con Lessonas y no creo que él te lo perdonase.

-Tienes razón...

-Señorita -Dijo Mari entrando al dormitorio- Es hora de arreglarse para las clases.

-Bueno Liam, gracias por los consejos -Dijo mientras abrazaba a su hermano.

-Para eso estamos -Contestó el joven.

A los días Liam tuvo que volver a la academia. Desde entonces decidieron someter a Sarah a clases complementarias para tener el nivel suficiente para ir a su debut tranquilamente. Así que no le daba tiempo a visitar a Vinward.

Todos sabían que Vinward sería el acompañante de Sarah al ser su prometido, lo que no sabían era la tormenta emocional que vendría esa noche tan especial.

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