Una imagen de impacto

Pase dos horas con un chico sumamente agradable, guapo y muy simpático. Andreu era muy gentil y amable aún con la gente que se acercaba a él, su trato me hacía sentir muy cómoda y segura a su lado. Él era mi chico soñado.

Nos despedimos en la heladería y me fui a la casa de mi amiga Any, estaba de tan buen humor que el vestido que Any me había comprado no me la habría puesto ni en broma, era muy  sexi y llamativo.

Era negro, ajustado a mi cuerpo y porque negarlo, realmente hermoso, dibujaba muy bien figura, dejaba ver todo a la perfección. En otro momento le diría que ni en sueños me pondría un vestido así. Pero me sentía demasiado bien. Y quería lucir de infarto esa noche.

Yo misma no me reconocía al mirarme. Pero me gustaba lo que veía en el espejo.

Jicone, era el hijo del dueño del restaurante a dónde íbamos y era el pretendiente favorito de Any, y creo que muy pronto se convertiria en su novio, Jicone me agradaba mucho. Era muy lindo y simpático, así que tenía mi aprobación..

Al llegar al restaurante nos recibió con una sonrisa y halago lo bellas que nos veíamos esa noche. La mejor mesa de todo el restaurante era nuestra. Algo que por supuesto amaba Any, que todos pusieran sus ojos en ella. A mi eso no me gustaba mucho la verdad.

Era obvio para mí que Jicone tenía algo que decirle a Any, así que me disculpe y les dije que deseaba ver las estrellas desde el balcón. Le guíñe un ojo a Any y me levanté de la mesa.

Mientras caminaba rumbo al balcón sentí que me miraban. Esa sensación me hizo sentir algo  extraña, me hizo sentir  escalofrío..

Busque quién me provocaba esa sensación tan desagradable con su mirada y allí estaba el chico rubio del parque. El odioso y engreído que supuso que me moriría por ir con él a comer helado..

Voltee mi mirada y seguí mi camino sin tomarle importancia a su presencia en el restaurante. Una vez en el balcón..

¡Lo siento! Dijo, luego ví una rosa blanca en la mano de aquel chico engreído y una mirada suave en sus ojos  me confundía junto con su disculpa..

Recordaba esa  mirada de enojo de antes y lo que me había dicho Andreu sobre él y me confundía su actitud de ahora.  Porque el chico de traje que estaba frente a mí, parecía otra persona, lindo, cortes y elegante.

Me disculpo por mi conducta de hace unas semanas atrás. Mi conducta contigo. No te lo merecías. ¡Lo siento!

Discutía con .. Mi amigo. Somos .. bueno, ya no somos tan amigos como lo eramos  antes y..

Hay cosas en las que él y yo no estamos de acuerdo. Y yo se lo reprochaba esa tarde y tú llegaste justo cuando la discusión estaba entre los dos en su peor momento..

Te agradezco que llegarás e impidieras que él me golpeara o, yo lo golpeara a él..

Al oírlo, sonreí. Era divertido imaginar que ambos esperaban que el otro lo golpeara primero. Y tierno a la vez, comprendía que ninguno quería lastimar al otro.

Tienes una preciosa sonrisa..

¿Me estaba coqueteando?

¿Vienes acompañada?

Su mirada de seductor engreído, hecho por el suelo la linda imagen que por segundos sembró en mi mente..

Sí, vengo acompañada..

Oh, bien, es lo lógico. Pero, si te decepciona.. Hay un lugar en mi mesa esperando por ti. Sería  mejor para mí pasar la velada con alguien tan agradable como tú y no con mi hermano y su novia..

Lo había oído llamarle hermano.. Espera.. ¿Andreu tiene novia?

¿Tu hermano? Pregunté

Sí, ¡algo así! Hermano, amigo, medio hermano. Andreu, ese es su nombre..

Escuchar el nombre de Andreu, y novia, era una conjugación decepcionante para mí. ¿Pero que pensaba? él es alto, guapo, gentil, tierno, considerado, ¿Que chica no desearía estar con él? Ooohs ¡tonta! ¡tonta! Me hice ilusiones por nuestra conversación de esa tarde.. ¿Quién me creía yo?

¿Como te llamas? - Su pregunta me sacó de mis decepcionantes pensamientos

Ah.. Oh, mi nombre es Rebeca..

Rebeca, ¡precioso nombre! Me llamo Maike. Es un gusto conocerte y en verdad agradezco poder disculparme contigo - Extendió su mano y me ofreció la rosa que tomé sin pensar. La rosa blanca me recordó a mi madre y me provocó una triste  emoción al pensar en ella.

Sentí una mano en mi mejilla y levanté mi rostro sorprendida..

¿¡Qué!? ¡No estaba así por él!  Pensaba en mi madre, ¡no en él!

¡Buenas noches! ¿Interrumpo?

¿Que pasa aquí? - Esa pregunta saltó en mi mente

¿Dejaste a tu novia sola en la mesa para venir a vigilarme?

¡No tengo novia! de hecho, pregunta por ti..

¡Oh no!. No me volveran a meter en su pleito de niños. Me dije a mi misma.

¡Buenas noches! Dije y puse en la mano de Maike la rosa blanca que me había dado minutos antes, y les dije seriamente a los dos: ¡Superenlo! y ¡crezcan!

Los dos eran muy  lindos, pero tenían un serio problema entre ellos que resolver y yo no quería entrar en su pleito a favor de ninguno de los dos o verme envuelta en sus disputas.

Lo mejor era volver a la mesa y ser el tercero algo incómoda entre mi amiga y su novio.

Para mi suerte, Jicone era un caballero y sabía que no me haría sentir mal por estar en medio de ellos.

Mientras Andreu y Mike volvían a su mesa mientras yo procuraba olvidar mi encuentro con ellos.

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